Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

sábado, agosto 31

Cuatro maestros en la vida real



(La columna de Paulo Coelho en el XLSemanal del 26 de diciembre de 2010)

Entregando el otro pie
La historia nos la cuenta C. Fadiman: En cierta ocasión, al tomar un tren en el interior de la India, Gandhi tropezó con el escalón y se le cayó la sandalia del pie derecho. In ese mismo instante, el tren se puso en marcha y no pudo recuperarla.
Delante de todos los presentes se quitó la sandalia del pie izquierdo y la tiró por la ventana. - «¿Por qué ha hecho eso?», le preguntó un oficial inglés.
«Una sandalia sola no sirve para nada, ni a mí ni a quien se encuentre la que se me ha caído. Ahora, por lo menos esa persona se podrá quedar con el par.» 

En un mercado de Río
Un padre de la Iglesia de Copacabana esperaba pacientemente, su turno para comprar carne en el supermercado cuando una mujer intentó colarse en la fila.
Comenzó entonces un festival de agresiones verbales por parte de los otros parroquianos, a los que la mujer respondía con idéntica vehemencia. Cuando el clima se hizo insoportable, alguien gritó: «Eh, señora, Dios la ama».
«Fue impresionante», comenta el padre. «En un momento en el que a todos los movía el odio, alguien habló de amor. En ese mismo momento, la agitación desapareció como por encanto. La mujer se dirigió a su lugar correcto en la fila, y los parroquianos se disculparon por haber reaccionado tan agresivamente.» 

Nunca es tarde
Joyce es una fotógrafa australiana especializada en vida salvaje. «Cuando cumplí 60 años pensé que la vida había terminado para mi», afirma: «Mis hijos ya estaban crecidos y mis nietos ya no me tenían en cuenta. Un día decidí acompañar a mi hijo en un viaje al desierto central de Australia. Acampamos, y como no había nada que hacer, ni nadie cerca, decidí emborracharme por primera vez en mi vida.
Después de la segunda copa cogí una cámara de vídeo y me puse a filmar. Filmé el cielo, la tienda, todo lo que me apetecía. Pero estaba tan borracha que me caí al suelo con la cámara. Me quedé allí unos instantes y me fijé en una fila de hormigas que caminaban a mi lado. Era como si pudiese oír sus pasos, como si aquello fuese parte de un mundo en el que nunca había reparado. Filmé las hormigas caminando y descubrí mi vocación.» 

Cuando conversamos, hace ya algunos años, Joyce tenía 71 años. 

Actuar o hablar
Albert Schweitzer (1875-1965), médico y filósofo, viajó a África en 1913, decidido a dedicar el resto de su vida a trabajar con las tribus de Gabón. Un año después de su viaje estalló la Primera Guerra Mundial y fue requerido por representantes del movimiento pacifista. Le pedían que volviera a Europa, con el fin de ayudarlos a combatir en la guerra.
«Estoy haciendo lo posible por ayudar », respondió Schweitzer. «Estoy aquí, luchando contra la miseria.»
«Pero ¿y la humanidad?», preguntó la comisión de representantes. «Ésta es la humanidad», respondió Schweitzer, señalando a sus enfermos. «Esto es lo que puedo hacer, y representa más que los discursos sobre paz. Si alivio el dolor de algunos pocos, toda la raza humana se sentirá mejor.»

viernes, agosto 30

Conocimientos no tan útiles

(Un texto de Fernando Ramos en forma de ‘test’ en el suplemento económico de El Mundo del 29 de julio de 2012. Es un extracto de un libro que ha escrito con más de 200 datos de este estilo.)

1.- Morse, aparte de inventar el telégrafo eléctrico y la clave que lleva su nombre, fue un renombrado pintor.
VERDADERO. Samuel Morse (1791- 1872) fundó en 1825 la Academia Nacional de Dibujo, y sus habilidades fueron tales que fue profesor de pintura y escultura durante 40 años en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. 

2.- Lewis Carroll inventó el Scrabble. 
VERDADERO. Además de escritor y profesor de matemáticas, Lewis Carroll (seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson), el autor de Alicia en el país de las maravillas, fue un original inventor. Entre sus creaciones más ingeniosas destaca el nictógrafo, una tabla de notas nocturna con un alfabeto propio que permitía anotar cosas en la oscuridad, por si la inspiración llegaba de noche. Carroll también trabajó en un diseño de un juego de mesa compuesto por letras que debían organizarse para formar palabras sobre un tablero tipo ajedrez, que se considera el origen del moderno Scrabble.

3.- Thomas Alva Edison inventó la bombilla.
FALSO. Fue Joseph Swan.  1850 empezó a trabajar en una bombilla usando filamentos de papel carbonizados dentro de un bulbo de cristal evacuado. Para 1860  fue capaz de demostrar un dispositivo funcionando, y tuvo la patente británica, cubriendo un vacío parcial, la lámpara incandescente de filamento de carbono. Sin embargo, la falta de un buen vacío y de una fuente eléctrica hizo que resultara una lámpara ineficiente y con un corto tiempo de vida.

4.- La primera tarjeta de crédito, American Express, data de 1962.
FALSO. Fue en 1950, cuando el fundador del Dinners Club cenaba en un restaurante y descubrió que no podía pagar la cena porque se había olvidado la cartera. Se juró a sí mismo que nunca más volvería a sucederle. Junto a su abogado, Ralph Schneider, creó la tarjeta Dinners Club, que ofreció a 200 personas, amigos y conocidos. A finales de 1950 ya había emitido 20.000 tarjetas.

5.- Hay oxígeno en la Luna.
VERDADERO. Sí, y de hecho es el elemento que más abunda en el satélite de la Tierra. El problema es qué hacer para que sea respirable, puesto que se encuentra en forma mineral en el suelo. Para lograrlo, el oxígeno puede ser extraído mediante el calentamiento o ciertos procesos químicos. Este mineral fue descubierto por el telescopio espacial Hubble. Actualmente se sigue estudiando con la intención de que pueda ser usado por los astronautas en 2018, cuando se planea regresar a la Luna. 

6.- Si un juez lo ordena, un sacerdote puede romper el secreto de confesión.
FALSO. El sigilo sacramental es inviolable. El confesor que viola el secreto de confesión incurre en excomunión automática. La Iglesia católica declara que todo sacerdote que oye confesiones está obligado a guardar un secreto absoluto sobre los pecados que sus penitentes le han confesado, bajo penas muy severas. Tampoco puede hacer uso de los conocimientos que la confesión le da sobre la vida de los penitentes. El Código de derecho canónico, canon 983 dice: "El sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo".

7.- El plátano está en peligro de extinción.
VERDADERO. De no encontrarse el remedio, los expertos en técnicas agrícolas aseguran que el plátano, la fruta más antigua existente en la Tierra, aparecida en las junglas del sureste asiático en la última glaciación, puede desaparecer en una década. De las 500 variedades que se conocen, en los países desarrollados solo se consume una: la cavendish. Así, resulta que a pesar de su erótico aspecto, el fruto más sexy de todos no ha disfrutado del sexo en miles de años porque es estéril. El plátano está decrépito porque genéticamente está exhausto y ha permanecido en un aletargamiento evolutivo desde su propagación. Y este es su problema, la falta de diversidad biológica le impide hacer frente con éxito a las plagas y enfermedades que están asolando las plantaciones en Centroamérica y los pequeños cultivos de Asia.

8.- El chocolate tiene más antioxidantes que la fruta.
VERDADERO. El chocolate negro y el cacao contienen más capacidad antioxidante y más cantidad de polifenoles y flavonoides que las frutas, según una investigación del Centro Hershey para la Salud y la Nutrición (Estados Unidos), que se publica en Chemistry Central Journal. En este estudio los científicos compararon la actividad antioxidante del polvo de cacao y del polvo de fruta y descubrieron que había más capacidad antioxidante y mayor cantidad de flavonoides en el polvo de cacao. Lo mismo sucedió cuando compararon la cantidad de antioxidantes que se encontraban en el chocolate negro, el cacao y el chocolate a la taza. En los tres casos, la cantidad de polifenoles y flavonoides era mayor que en las frutas, pero, en el caso del chocolate a la taza, su contenido era ligeramente inferior al del cacao y el chocolate negro. Esta diferencia se debe, según los expertos, al proceso de alcalinización al que se somete el chocolate cuando se calienta. Con este hallazgo, y como asegura la autora principal del estudio, Debra Miller, "el cacao se parece a una superfruta en su composición nutritiva".

9.- La cocaína se introdujo en Estados Unidos para combatir la adicción a la morfina.
VERDADERO. En 1979 se introdujo para combatir la adicción a la morfina.

10.- Según la NASA, el espacio huele a pescado.
FALSO. Según un reciente estudio, la NASA ha advertido que el espacio huele a bistec.

11.- El coche de producción más rápido del mundo es el Ferrari Testarossa, que alcanza los 390 km/h.
FALSO. El coche de producción más rápido es el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport. Logró una velocidad de 31.072 km/h el 26 junio de 2010.

12.- Un céntimo de euro tirado desde el último piso de un rascacielos puede matar a un peatón.
FALSO. La resistencia del aire le impide alcanzar la velocidad necesaria para resultar mortífero al llegar al suelo.

13.- En las arenas movedizas te puedes hundir del todo.
FALSO. Es físicamente imposible hundimos completamente en arenas movedizas. Como mucho, lo haremos hasta la mitad.

14.- Mezclar bebida hace que te emborraches más.
FALSO. Se trata de un mito según los expertos.

15.- La miel caduca.
FALSO. Solo hay un alimento que no se deteriora: la miel

16.- Cada rey de las cartas representa a un gran rey de la Historia.
VERDADERO. Espadas, rey David; tréboles, Alejandro Magno; corazones, Carlo magno, y diamantes, Julio César.

17.- Los gestos no son hereditarios y obedecen a una copia de lo que vemos.
FALSO. Los gestos son hereditarios hasta el punto de que personas invidentes repiten gestos de sus padres.

18.- El récord Guinness de un ser humano con hipo lo tiene un señor que estuvo 68 años con hipo.
VERDADERO. De 1922 a 1990. Un año después de desaparecer el hipo falleció.

19.- El medicamento Clomipramine puede causar orgasmos en los pacientes al estornudar.
FALSO. Es al bostezar.

20.- Se ha ejecutado a alguien después de muerto.
VERDADERO. John Wyclef fue llevado al patíbulo 44 años después de su muerte. En 1415, el Concilio de Constanza lo declaró hereje, ordenando que su cadáver fuera exhumado y quemado.

21.- Los seres humanos cambiamos de piel unas 1.000 veces durante nuestra vida.
VERDADERO. Las células de la piel se renuevan cada 20 ó 30 días.

22.-  El lugar de Jerusalén más sagrado para el peregrino es el portal donde nació Jesús.
FALSO. Es el Muro de las Lamentaciones.

23.- El Pentágono dispone del doble de cuartos de baño porque les sobraba espacio.
FALSO. El Pentágono tiene el doble de baños porque se construyeron para blancos y para negros.

24.- En el Madison Square Garden de Nueva York hubo una réplica de la Giralda de Sevilla.
VERDADERO. Y estuvo allí hasta 1925, cuando el edificio fue derribado para reconstruirlo.

25.- La altura de la torre Eiffel puede variar hasta 12 cm de verano a invierno.
VERDADERO. Por la dilatación del hierro con el calor.

26.- Las pirámides de Egipto fueron construidas por esclavos.
FALSO. Las pirámides fueron construidas por campesinos que durante la crecida anual del Nilo no podían cultivar sus tierras y trabajaban al servicio del faraón a cambio de un salario.

27.- El origen de la palabra ramera procede de los primeros servicios de estas mujeres, que se realizaban debajo de las ramas de un roble. 
FALSO. Este término, que define a una mujer que por oficio tiene relación carnal con los hombres, tiene su origen en el siglo XII. Durante la Edad Media, en muchos países la prostitución era un oficio más, aceptado por la población e incluso reglamentado por los municipios y controlado por las autoridades sanitarias. Sin embargo, la existencia de instrumentos legales no evitaba en determinados casos el abuso y la explotación de estas mujeres de vida alegre. Las prostitutas que decidían no someterse a las normas, e incluso a los engaños y vejaciones que imperaban en los burdeles, podían completar el trabajo sin salir de casa. Para ser localizadas por los clientes, colocaban un ramo de llamativas flores en el balcón que estaba encima de la entrada de la vivienda. Por este motivo, las prostitutas empezaron a ser conocidas con el nombre de rameras, apelativo que ha llegado hasta nuestros días y que se suele utilizar de forma despectiva para referirse a ellas.

28.- Los peces tienen tan poca memoria que solo recuerdan lo de hace cinco segundos.
FALSO. La respuesta es no. y es que a esa conclusión llegaron los científicos del Institute of Technology Technion en Israel, pues, según ellos, los peces pueden retener en su memoria sucesos de hasta cinco meses. Impresionante, ¿verdad? Este interesante hallazgo cambia la idea equivocada que se tenía sobre la memoria del pez, y que, si recordamos algunas películas, como Buscando a Nemo, han presentado a personajes como Dory carentes de memoria. Para demostrar la memoria de los peces, los científicos entrenaron a  algunos peces, y al cabo de unos meses seguían recordando su entrenamiento. Así los científicos comprobaron que los peces entrenados para responder a ciertos sonidos en cautiverio seguían reaccionando aun meses después cuando se hallaban en el medio natural. Estos animales se suman a otros que retienen información en su mente, como los chimpancés, de los que se dice que tienen mejor memoria  que los humanos. 

29.- El cerebro de una mosca va a mayor velocidad que un ordenador.
VERDADERO. El cerebro de las moscas funciona a más velocidad que el mejor de los actuales, según acaban de demostrar científicos del Instituto de Neurobiología Max Planck, en Alemania. En concreto, el diminuto cerebro de estas acróbatas aeronáuticas es capaz de procesar visualmente varios movimientos en sólo una fracción de segundo. De ahí que resulte tan difícil atraparlas. Analizando el cerebro de la mosca Drosophilamelanogaster, Dierk Reiff y sus colegas han descubierto que en una sexta parte de un  milímetro cúbico de su cerebro tienen más de 100.000 células nerviosas, cada una con múltiples conexiones con las  células vecinas. Para estudiar el funcionamiento de estas neuronas los investigadores las impregnaron con marcadores fluorescentes y descubrieron  que existen unas determinadas células nerviosas llamadas células l2, que reciben información desde los fotorreceptores de los ojos y reaccionan según aumente o disminuya la intensidad de la luz circundante. Basándose en ese "simple" estímulo luminoso, las moscas son capaces de calcular en milésimas  de segundo cuál es la dirección del movimiento que se produce a su alrededor y de enviarla rápidamente al sistema de control del vuelo para escapar a toda velocidad si hay alguna amenaza cerca.

30.- Pueden llover ranas.
Los fuertes remolinos y las corrientes de aire que producen las de nubes de lluvia pueden arrastrar consigo infinidad  objetos de los más diversos  calibres. Estos son atrapados por la nube, hasta que los precipitan a cierta distancia de donde fueron levantados, provocando el asombro de quienes presencian este espectáculo. Hay numerosos casos publicados en revistas científicas de mucho prestigio, como Monthly Weather Review, Nature o Scientific American, de lluvias no solo de ranas, sino también de sapos, peces, arañas, caracoles, mejillones, escarabajos, hormigas sin alas y gusanos. Tampoco faltan las precipitaciones de tierras de colores, lana e incluso cruces, como ocurrió en Sicilia en el año 746. El 30 de julio de 1838, en pleno corazón londinense, los transeúntes se vieron sorprendidos por una avalancha celestial de ranas y renacuajos. En el verano de 1804, en las cercanías de Toulouse, se produjo una lluvia de sapos jóvenes que, según los testigos presenciales, caían de una densa nube. El 28 de diciembre de  1857, durante el transcurso  de una fuerte tormenta, las aceras de Montreal, en Canadá, se vieron literalmente cubiertas por miles de mejillones. Conrad Lycosthenes, en Prodigiorum acostentorum chronicon, narra la lluvia de sapos ocurrida en 1345. Asimismo, cita una extraña precipitación de peces en el año 989, en Sajonia, aunque la más célebre tormenta de peces, concretamente de gobios, ocurrió en el condado de Glamorganshire en 1859.  

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jueves, agosto 29

¿Por qué las camisas de las mujeres se abrochan en sentido contrario a las de los hombres?



(Un texto de Ana Sánchez en el suplemento dominical de El Periódico publicado el 8 de marzo de 2009)

Los historiadores -que han seguido el rastro de los botones hasta el siglo XV- creen que la diferencia textil de género se debe a las sirvientas. Eran las que vestían a las mujeres que se podían costear ropa con botones. Solían ser diestras, así que el ojal en el lado derecho (si lo mira quien la lleva puesta) les facilitaba la tarea, apunta Ramón Piqué en el libro Vestimenta y protocolo. "Otra teoría -añade Pilar Muiños, directora de la Escuela internacional de Protocolo de Galicia- sugiere que es para facilitar el hecho de desabrocharse la camisa con una sola mano para dar de mamar a los hijos". Incluso hay quien remite a la lucha por la igualdad femenina. "No les dejaban utilizar ropa parecida a la de los hombres, así que encontraron la manera de hacerlo cambiando el sentido de la botonadura", concluye Muiños.

miércoles, agosto 28

Shanga, la huella china en Kenia



(Un artículo de Joana Socies publicado en el suplemento Crónica de El Mundo el 22 de agosto de 2010)

La brisa monzónica golpea mi cara. Subida en una barcaza repleta de bártulos y gentío, navego rumbo a la isla de Pate, en la costa norte de Kenia, a dos horas del archipiélago de Lamu. Atravieso las aguas del Océano Indico, me llevan con fuerza las mismas olas que hace 600 años arrastraron al más célebre explorador chino, Zheng He, el descubridor de los mares de Occidente hasta la costa africana. 

Me despido de la civilización y me adentro en las entrañas de la isla de Pate, un lugar de gentes de tez amarillenta, ojos almendrados y cabellos lacios y finos; la cuna de los primeros y únicos descendientes de chinos en África, los herederos de los hijos del Imperio chino que llegaron al continente más inhóspito. 

Poso mis pies en la orilla de la isla, rodeada de manglares, cocoteros y bananeras, y respiro un aire puro y fresco, el aire de la selva virgen africana que todavía no conoce la huella destructora del ser humano. Me reciben con los brazos abiertos las gentes del pueblo de los amarillos, como los conocen sus hermanos africanos.

Son un puñado de familias que seis siglos después de que los asiáticos pisaran este rincón de África aún conservan la misteriosa huella de los genes chinos que se mezclaron con sus sangres en la época del Medievo. «Mi madre me decía que nosotros venimos del clan de China», recuerda Baraka Bandishe, madre de la princesa africana que los chinos encontraron en 2005 tras un experimento de genética para demostrar que por las venas del pueblo de Pate corre sangre china. 

Son los descendientes de unos náufragos asiáticos que, sin saberlo, se convirtieron en los primeros extranjeros en llegar y asentarse a la costa este de África, casi un siglo antes que los portugueses, que se colgaron la medalla de descubrir la orilla oriental africana. Fue en torno a 1415 cuando los marineros del almirante Zheng He, un explorador chino castrado por los mongoles, se toparon con África en sus viajes hacia Occidente, muchos años antes de que los portugueses encabezados por Vasco de Gama rodearan el Cabo de Buena Esperanza en 1498 y sus naves de madera se adentraran en la costa oriental africana. 

El encuentro de los chinos con esas misteriosas gentes de pieles oscuras, ojos y formas redondas, permanece aún hoy en la memoria colectiva de las gentes de Pate. «Nuestros ancestros les llamaron los wafamao, una palabra que en suajili significa náufrago», cuenta Faruk, que cree tener cerca de 90 años, de rasgos amarillentos, uno de los ancianos más respetados en la aldea de Pate, que recuerda a su madre y abuela hablar de aquellos hombres menudos que se quedaron a empezar una nueva vida en África.
La historia envuelve este lugar, de zonas pantanosas y playas vírgenes; un islote en medio de la nada que entró en los libros de Historia a principios del siglo XV, en pleno apogeo del comercio entre África del Este y Asia. Eran los tiempos de apertura del gran imperio chino de la dinastía Ming, que vivía de exportar al mundo su grandeza en forma de porcelanas, especias y sedas. 

Los libros de historia de esta parte del mundo cuentan que en 1415 una expedición de medio centenar de barcos chinos repletos de refinados utensilios de porcelana, suaves sedas de mil colores y aromáticas especias cruzaba las aguas del Océano Índico camino a África, de donde se volverían con marfil, ébano, exóticos animales salvajes y, también, con esclavos. Los lideraba Zheng He, el Cristóbal Colón asiático, que llegó a tener más de 27.000 hombres a su cargo. Además de su aventura africana, Zheng He realizó otras siete expediciones en tres décadas de carrera como aventurero: a la India, a Oriente Medio, al Sureste Asiático... 

La tripulación de uno de los barcos que llevó a África -cuyo nombre todavía se desconoce- vio cómo la desgracia caía sobre sí: habían navegado durante días y noches, se acercaba el momento de divisar la costa, el nuevo mundo que se abriría ante sus pies: el continente más desconocido de todos cuantos se conocían. [Faltaban 77 años para que Cristóbal Colón zarpara de Palos rumbo a América]. 

Sin embargo, el barco perdió el rumbo y pocos días antes de llegar a tierra firme, chocó contra una gran barrera de coral que protege la isla, la roca Mwamba Hasaní, de diez kilómetros de largo, y el barco se hundía a medida que crecía el pánico entre los hombres de la tripulación, que vieron cómo la misión de llevar China al resto del mundo que les había encomendado el emperador hacía aguas. 

Diferentes investigaciones hablan de hasta 400 supervivientes del hundimiento, náufragos que nadaron la distancia que había entre el mar abierto y la playa de Shanga, en la costa oriental de la isla de Pate. Hoy la aldea de Shanga -bautizada así por los chinos en homenaje a su Shanghai natal- cuenta con apenas una decena de chabolas donde viven 200 personas que enseñan con orgullo los vestigios del paso de los primeros chinos que echaron raíces en África y abrazaron la fe musulmana que inundaba el lugar. Unos náufragos que dejaron una huella que ha sobrevivido intacta al paso del tiempo. 

Fue en 2005 cuando los primeros funcionarios del régimen comunista llegaron a la costa oriental africana para reclamar su papel en la historia. En ese año una expedición de arqueólogos y científicos procedentes de Pekín visitó Pate en busca de los descendientes de su grandeza. Encontraron en la familia de Baraka Badishe, de 40 años y memoria olvidadiza, la explicación de tanta leyenda desconocida en Asia. «De pequeña me dijeron que nosotros éramos del clan de China y que veníamos de Shangai», asegura. 

Baraka vio cómo los chinos encontraron el objeto de su deseo en su hija, una adolescente tímida a la que convirtieron en princesa heredera. A su hija, Mwamaka Shariff, le cortaron su larga cabellera de lacio pelo negro y tras hacer varias pruebas de ADN descubrieron que era descendiente directa de los marineros chinos. Hoy, Mwamaka, de 23 años, estudia medicina en Pekín, becada por el Gobierno comunista, habla chino a la perfección, se encuentra feliz de su vida en su nuevo país de acogida y apenas visita la remota isla donde una vez nació y se crió. «Parecía una china de verdad», cuenta mamá Baraka, que tiene otros cuatro hijos, pero ningún otro ha sido catalogado como el enviado directo de los chinos.
Baraka me cuenta la historia de su aclamada hija mientras trabaja en su pequeño huerto de frutas y verduras. «La primera vez que se fue a China la recibieron como a una gran princesa, como a la heredera de sus antepasados. Incluso la acompañó un ministro». Dicen que su familia fue la primera que se casó con un chino venido del mar. Se casaron y tuvieron el primer descendiente de un chino con una africana en Siyu, una aldea en el poco explorado interior de la isla de la que hoy apenas quedan una veintena de chabolas de paja y barro. 

Pocos blancos se aventuran a la costa de Pate, una isla de cuatro aldeas, apenas 5.000 habitantes y 75 kilómetros cuadrados, con una costa desnuda que alimenta a una población desamparada que, sin embargo, recibe con caras de sorpresa y gritos de ilusión al mzungu (blanco, en suajili). En mi recorrido por la isla me adentro en las aldeas de Pate, Shanga y Siyu, donde la vida golpea con dureza. Sin agua potable, sin electricidad, apenas sin comida, el pueblo de los primeros chinos de África sobrevive con lo puesto, una vida cruda, que seguro dista poco de la vida que se encontraron los primeros chinos que pisaron el suelo africano a principios del siglo XV. Sin carreteras, sin asfalto, sin más medio de transporte que las piernas y los burros, descubro los ancestros de un pueblo que ni los propios kenianos conocen. 

Cuentan los libros de viajes de Zheng He que sus hombres relataron en sus cuadernos de viaje el encontronazo con un pueblo de gentes de formas redondas, con el pelo rizado y mujeres cubiertas con telas negras que impedían ver sus rostros. Una cita histórica entre la grandeza de los enviados del Imperio y los africanos que por primera vez se encontraban con gentes de pieles claras y ojos rasgados. Un encuentro que marcó el futuro de la isla para siempre.

A su llegada a tierra, los wafamao reclamaron a los nativos un trozo de tierra en el que vivir, aunque los indígenas desconfiaron inicialmente de esos hombres pequeños y de ojos rasgados que habían salido de las oscuras entrañas del mar. Pero los wafamao pudieron llegar a ganarse el respeto de los locales el día que mataron a una serpiente que -según le contaron sus ancestros a Faruk- era tan grande como una mesa y podía comerse a una persona de un bocado. Las pitones siguen marcando terreno en la zona aún hoy, aunque hace años que no se oye que se alimenten de humanos. Parece que ahora sólo se atreven con las cabras y el ganado de los locales. 

Cuentan los habitantes de Pate que la enorme pitón del siglo XV tenía atemorizados a los indígenas. La bestia reptil arrasaba con el ganado y atacaba a los humanos, que vivían bajo el acecho de un monstruo de proporciones históricas. Los recién llegados a la isla hicieron un pacto con los locales: matarían al animal a cambio de un pedazo de tierra en el que empezar de cero. 

Armados con lanzas y afiladas estacas los chinos se aventuraron en la caza y captura del animal, que sucumbió a la inteligencia asiática. Los chinos le tendieron la trampa a la serpiente poniéndole ante ella un suculento ternero de afilados cuernos. La pitón fue víctima de su propia codicia y se atragantó con el aparentemente suculento animal. El premio fue, además del trozo de tierra en el que echar raíces, el permiso para casarse con las mujeres locales. 

La hazaña se recuerda todavía en Pate, donde cada familia muestra orgullosa al visitante sus miembros achinados y rememora el capítulo de sus ancestros, los chinos y la pitón, una historia que ya se ha convertido casi en leyenda. Una leyenda que ahora el Gobierno de China, en pleno apogeo de su extensión africana, se afana por reclamar y comprobar con datos empíricos. 

La leyenda china en África se recuerda además por el histórico viaje que hizo la primera jirafa africana a Asia en 1414. Era un regalo del rey de Malindi, en la costa de Kenia, al emperador chino en agradecimiento por sus buques cargados de porcelanas y materiales preciosos nunca vistos en el continente negro. La jirafa causó gran sensación en China por su gran parecido al animal mitológico Ki-Lin, similar al unicornio occidental. La jirafa Ki-Lin fue considerada una criatura sobrenatural que sólo podía aparecer en la corte de un reino gobernado por un emperador virtuoso y justo, un regalo africano que ayudó a la dinastía Ming a acrecentar su poder y admiración entre sus súbditos. 

Los viajes de mercaderes chinos a la costa africana hicieron que en poco tiempo la costa keniana fuera conocida como la costa de la porcelana. Unos valiosos utensilios que hoy se encuentran repartidos en museos de todo el mundo y que muy pocas familias de Pate han entendido la importancia de conservar. El matrimonio de Abdala Heri y Hafusa Ali Dini es una de las pocas que conserva aún hoy en sus armarios la grandeza de la porcelana de la dinastía Ming. La familia muestra como el más preciado de sus tesoros, que guarda en el rincón más escondido de su casa, un gigante plato de la dinastía Ming de 300 años de antigüedad que hoy se ha convertido en el objeto más preciado del pueblo de Pate. Confiesa la familia que el plato es usado para transportar a los bebés muertos hasta el cementerio. Es el honor de los recién nacidos que deciden no quedarse en el mundo de los vivos. Es consciente la familia de que conserva un tesoro y asegura que pese a las penurias no venderán el objeto más preciado que les dejaron sus antepasados. 

La expedición de los chinos para recuperar su pasado africano no acabó con el ADN encontrado en el pelo de Mwamaka. […] La exploración en la costa de Pate, frente a la playa de Shanga, en busca de los restos del barco de nombre desconocido que inauguró el capítulo chino en África […] es un ambicioso proyecto con el que China quiere probar al mundo que fue su imperio el que descubrió el continente negro y no la tripulación del portugués Vasco de Gama.