Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, enero 31

10 grandes errores de cálculo de la ciencia y la ingeniería

(Leído en la página de la BBC -bbc.com- el 23 de mayo de 2014)

El descubrimiento de la compañía ferroviaria estatal francesa SNCF de que sus trenes nuevos eran demasiado anchos para la mayoría de las estaciones es embarazoso. Pero no es la primera vez que un pequeño error de cálculo ha tenido serias repercusiones. En este caso se gastaron US$20.500 millones en la compra de 2.000 trenes que no entran en muchas de las estaciones francesas.

Según SNCF, el fiasco de los trenes franceses ha sido culpa del operador nacional de las vías RFF. El ministro de Transporte, Frederic Cuvillier, culpó a lo que calificó de un sistema ferroviario absurdo en el que el operador de las vías es distinto de la compañía de trenes. Pero a veces no hay nadie más con quien compartir la responsabilidad.

He aquí otros 9 ejemplos en los que un pequeño error ha resultado ser muy caro, o incluso fatal.

El Orbitador del Clima de Marte

Diseñado para orbitar Marte como el primer satélite meteorológico interplanetario, el Orbitador de Marte se perdió en 1999 porque el equipo de la NASA utilizó el sistema imperial o anglosajón de unidades (que utiliza medidas como las pulgadas, millas o galones) mientras que uno de los contratistas utilizó el sistema métrico decimal (que se basa en medidas como el metro, el kilo o el litro).

La sonda de U$125 millones se acercó demasiado a Marte cuando intentaba maniobrar hacia su órbita, y se cree que se destruyó al entrar en contacto con la atmósfera del planeta.

Una investigación dijo que la causa original de la pérdida fue "el error de conversión de las unidades inglesas a unidades métricas" en una pieza del programa informático que operaba la nave desde la Tierra.

La nave Vasa

En 1628, una multitud presenció con horror en Suecia el hundimiento de Vesa, un nuevo buque de guerra, a menos de dos kilómetros de la costa y en su viaje inaugural. En el suceso murieron 30 tripulantes.
Armado con 64 cañones de bronce, había sido considerada como el barco de guerra más poderoso del mundo.

Los expertos que lo estudiaron desde que fue izado desde el mar en 1961 dicen que la nave es asimétrica: más gruesa a babor que a estribor.

Una razón para esto podría ser que los obreros que la construyeron utilizaron diferentes sistemas de medidas. Los arqueólogos han encontrado cuatro reglas usadas por los constructores: dos estaban calibradas en pies suecos, que tenían 12 pulgadas, mientras que otras dos medían pies de Ámsterdam, con 11 pulgadas.

El planeador de Gimli

En 1983, un vuelo de la compañía Air Canada se quedó sin combustible cuando volaba sobre el pueblo de Gimli, en la provincia de Manitoba. Canadá había cambiado al sistema métrico decimal en 1970, y el avión había sido el primero de Air Canada en usar medidas métricas.

El calibrador de combustible a bordo del avión no estaba funcionando, por lo que la tripulación utilizó un tubo para medir cuánto combustible había cargado al repostar.

Pero las cosas se complicaron cuando convirtieron estas mediciones de volumen en medidas de peso: tenían el número correcto pero mal la unidad al confundir libras de combustible por kilogramos.
Como resultado, el avión llevaba alrededor de la mitad del combustible que creían.
Por suerte, el piloto fue capaz de aterrizar la aeronave en la carretera de Gimli.

El Telescopio Espacial Hubble

El Hubble es famoso por sus hermosas imágenes del espacio y se considera un gran éxito de la NASA. Sin embargo, despegó tras un comienzo difícil.

Las primeras imágenes que envió eran borrosas porque el espejo principal del telescopio era demasiado plano. No por mucho –sólo 2,2 micrones, o el equivalente de algo unas 50 veces más delgado de un cabello humano– pero lo suficiente como para poner en peligro el proyecto.

Una teoría es que una diminuta mancha de pintura en un dispositivo usado para probar el espejo provocó las mediciones distorsionadas.

Afortunadamente, los científicos lograron solucionar el problema en 1993, usando un instrumento llamado Reemplazo Axial Correctivo Óptico de Telescopio Espacial (Costar, por sus siglas en inglés).

Big Ben

La campana del Big Ben en el Parlamento de Londres se rompió en una prueba en 1857 y fue fundida para ser moldeada de nuevo. Pero la nueva campana, cuya colocación llevó tres días en 1859, se rompió también rápidamente.

Se encendieron las disputas sobre quién era responsable: se inició incluso un caso de difamación.

Una teoría es que el enorme percutor, que pesaba 6,5 centenas (alrededor de 330 kilos), era demasiado pesado, al menos para la aleación particular de la que estaba hecha la campana (siete partes de estaño y 22 de cobre).

Los fundidores que moldearon las campanas siempre argumentaron que este material era demasiado frágil.

La segunda campana no fue reemplazada (aún está rota), sólo se giró su posición. El percutor, en cambio, fue reemplazado por uno más ligero.

El Puente de Laufenburg

¿Qué es el nivel del mar? Varía de un lugar a otro y diferentes países usan distintos puntos de referencia.
"Por ejemplo, Reino Unido ha medido la altura en relación a los niveles del mar en Cornwall, mientras que Francia mide la altura en relación a niveles del mar en Marsella", explica Philip Woodworth, del Centro Oceanográfico Nacional británico en Liverpool.

Alemania, por su parte, mide la altura en relación al Mar del Norte, mientras que Suiza, como Francia, opta por el Mediterráneo.

Esto provocó un problema en Laufenburg, un pueblo que tiene un pie en Alemania y otro en Suiza.
A medida las dos mitades de un nuevo puente se acercaban en 2003, se hizo evidente que en lugar de estar a la misma altura "sobre el nivel del mar", un lado estaba 54cm más alto que el otro.

Los constructores sabían que había una diferencia de 27cm entre las dos versiones de nivel del mar, pero por alguna razón se multiplicó por dos en lugar de restarse.

El lado alemán tuvo que ser bajado para poder completar el puente.

La dieta del explorador Scott

El explorador polar Robert Falcon Scott cometió un error fatal al calcular la cantidad de comida que sus hombres iban a necesitar durante su expedición al Polo Sur entre 1910 y 1912.

Las raciones que recibían eran de 4.500 calorías por día, algo que es insuficiente cuando hay que arrastrar trineos, especialmente a gran altura.

Según Mike Stroud, médico veterano en la exploración polar y experto en nutrición, los expedicionarios de Scott estaban recibiendo 3.000 calorías menos de las que sus cuerpos necesitaban, y habrían perdido 25kg de peso antes de alcanzar su destino y emprender el regreso.

Se asume que Scott y sus compañeros murieron de hambre en su viaje polar.

La pista de biatlón de Sochi

El día previo a la inauguración de las Olimpíadas de Invierno de Sochi, en Rusia, se descubrió que la pista de biatlón –que debía ser un circuito de 2,5km– era 40 metros más corta.

Los competidores en eventos de 7,5km tendrían que cubrir menos de 7,4km, mientras que los de los eventos de 12,5km deberían recorrer 12,3km.

Un arreglo apresurado aseguró que la pista tendría la longitud correcta para la primer competición, tres días después.

Alargar una pista de biatlón es claramente más fácil que alargar una piscina.

Se ha dicho a menudo que las piscinas de 50m británicas de Leeds y de Crystal Palace, en Londres, habían sido construidas unos centímetros más cortas. A veces, se ha dicho, porque los diseñadores no tenían en cuenta el grosor de los azulejos.

Estas historias, sin embargo, parecen ser mitos urbanos.

El Puente del Milenio en Londres

Para marcar la entrada en el nuevo milenio, Londres construyó un puente peatonal en junio de 2000 que une el famoso museo de arte Tate Modern, en la ribera sur del río Támesis, con la orilla norte cercana a la catedral de Saint Paul.

Pero la gente se dio cuenta la estructura de 350m de largo se tambaleaba de forma alarmante cuando caminaban sobre ella. Una de las dificultades del diseño de un puente peatonal es el efecto de las "pisadas sincronizadas": a medida que el puente rebota o se balancea la gente ajusta sus pasos al ritmo de los movimientos del puente, magnificándolos sin darse cuenta.

En este caso, los diseñadores tomaron en cuenta los pasos sincronizados de arriba abajo, pero no el efecto de lado a lado.

Al año siguiente comenzaron los trabajos para instalar amortiguadores para reducir el balanceo. Volvió a abrirse al público en 2002.

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jueves, enero 26

Ada Lovelace, una mente privilegiada

(Un texto de Cristina Morató en la revista Mujer de Hoy del 26 de septiembre de 2015)

El 14 de octubre se celebra el Día de Ada Lovelace, una fecha que reconoce la labor de las mujeres en las ciencias y la tecnología. La idea partió de la periodista británica Suw Charman-Anderson, quien para protestar sobre la escasa presencia de mujeres en el ámbito tecnológico pidió a través de la Red que el público votara a una figura que las representara. La iniciativa fue un éxito y Ada Lovelace, la elegida por mayoría. Méritos no le faltaban: fue la primera programadora de la historia y, para muchos, la madre del software.

La historia de esta joven aristócrata con una mente privilegiada resulta extraordinaria teniendo en cuenta que nació en la encorsetada Inglaterra victoriana. Ahora se publica en España una interesante biografía, 'El algoritmo de Ada', de James Essinger (Alba), que nos descubre la apasionante vida de esta pionera en la informática.

Augusta Ada Byron nació en Londres en 1815 y fue la única hija legítima del poeta Lord Byron y su esposa Anna Isabella Milbanke. El matrimonio se divorció cuando la pequeña tenía dos meses y su padre dejó para siempre Inglaterra. Su madre decidió motivar a la niña en las matemáticas y la lógica, en su afán por apartarla de la poesía y la escritura.

Ada mostró temprano talento para las matemáticas y tuvo una educación muy estricta. Recibía castigos o recompensas en función de sus avances con los estudios y sufrió problemas de salud que superó gracias a su fuerza de voluntad. A los 19 años, se casó con el aristócrata William King y se convirtió en condesa de Lovelace. Su matrimonio y los tres hijos que tuvieron no la apartaron de sus investigaciones y estudios.

En aquellos años entabló amistad con Mary Somerville, otra mujer rompedora para su época y una brillante científica que fue su mentora. Ella le presentó a Charles Babagge, un famoso inventor y matemático inglés que estaba trabajando en una máquina analítica de forma teórica, no se llegó a construir, que incluía en su diseño los principios por los que funcionan los ordenadores.

Ada tuvo una larga relación científica con Charles, quien la llamaba "la hechicera de números" y le ayudó a desarrollar su máquina capaz de almacenar datos y hacer operaciones. Su aportación a la informática fue decisiva. Ada inventó el primer lenguaje de programación y sugirió la utilización de tarjetas perforadas para introducir instrucciones en la máquina de Baggage.

La carrera de lady Ada Lovelace se vio truncada por una grave enfermedad. La matemática murió en 1852 a los 36 años de un cáncer uterino y pidió ser enterrada junto a su padre, lord Byron, a quien nunca conoció. Fue una visionaria al prever la capacidad de los ordenadores para ir más allá de los cálculos matemáticos.

Tuvo que pasar más de un siglo para que la historia reconociera sus logros. El lenguaje de programación Ada lleva su nombre. Antes de Steve Jobs y Bill Gates estuvo Ada Lovelace, un modelo de inspiración para tantas mujeres que aún tienen que sortear grandes obstáculos para progresar en sus carreras.

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martes, enero 24

La importancia de las unidades de medida

(Un texto de José Pérez en elconfidencial.com del 2 de diciembre de 2013)

El 11 de diciembre de 1998, un cohete despegaba de Cabo Cañaveral, Florida, con destino a Marte. A bordo viajaba la Mars Climate Orbiter, el primer satélite meteorológico que se enviaba a otro planeta. Con un presupuesto de 125 millones de dólares, la misión de aquella pequeña sonda era analizar el clima y la atmósfera marcianas.

La nave debía llegar a Marte en septiembre de 1999. Es ese momento, el satélite empezaría a orbitar el planeta rojo a unos 150 kilómetros de altura, recopilando datos y enviándolos a la Tierra durante aproximadamente un año marciano  (687 días terrestres).

Pero nunca lo hizo. Y no lo hizo por un motivo tan sumamente tonto que nadie reparó en él hasta que fue demasiado tarde.

Las cosas empezaron a torcerse mucho antes de llegar a Marte. En todas las misiones, los controladores corrigen desde Tierra la trayectoria de la nave. A eso se le llama TCM (Trajectory Correction Maneuver) y es algo rutinario. Esta vez, sin embargo, varios controladores se percataron de algo extraño. Aquella nave se desviaba demasiado de su ruta. Ellos corregían la trayectoria, pero la nave se desviaba de nuevo, sin motivo aparente.

La nave desapareció de las pantallas el 23 de septiembre de 1999. Los 125 millones de dólares invertidos en la misión se habían evaporado en alguna parte, muy cerca de Marte. Pero la peor noticia para la NASA todavía estaba por llegarLos controladores dieron la voz de alarma a sus superiores. No era para menos: algo estaba alterando el rumbo de la nave y no tenían ni idea de qué podía ser. La respuesta que obtuvieron por parte de sus superiores fue… ninguna en absoluto. Por asombroso que pueda parecer, nadie investigó nada, nadie comprobó nada. Simplemente, se dejó pasar. Meses después, la NASA lo justificó diciendo que los controladores no habían hecho uso del "proceso formal" para expresar sus preocupaciones.

A medida que la nave se acercaba a Marte, los controladores, cada vez más preocupados, siguieron reajustando su trayectoria. No sirvió de nada. El 23 de septiembre de 1999, tras un viaje de nueve meses, la nave desparecía de las pantallas del Instituto de Tecnología de California sin dejar rastro y sin que nadie supiese por qué.

Los 125 millones de dólares invertidos en la misión se habían evaporado en alguna parte, muy cerca de Marte. Pero la peor noticia para la NASA todavía estaba por llegar.

Un error casi inconcebible
En la semanas siguientes se organizó una comisión de investigación para aclarar qué había sucedido. Y, tras numerosos informes, peritajes y entrevistas, la conclusión no pudo ser más humillante para la agencia espacial estadounidense: habían cometido un error en las unidades de medida.

El control de Tierra usaba el sistema métrico decimal, mientras que la nave realizaba los cálculos en el sistema anglosajón. Así, cada vez que los controladores ordenaban a la nave que variase su trayectoria, enviaban unos datos en newtons que la nave interpretaba como si fuesen libras. Una libra equivale a 4,45 newtons, por lo que cada corrección de trayectoria provocaba una desviación aún mayor.
De ahí que, cuando los técnicos decidieron frenar la nave para su aproximación a Marte, ésta estaba ya calcinándose en la atmósfera marciana, a poco más de 50 kilómetros sobre la superficie.

El de la Mars Climate Orbiter sigue siendo, a día de hoy, el error más tonto en la historia de la exploración espacial. Un ejemplo de hasta qué punto los más complejos sistemas pueden fallar de la manera más absurda e imprevista.

Semanas después de perder la nave, el director científico para la exploración de Sistema Solar de la NASA Carl Pilcher declaraba: "El error humano es inevitable. Pero, a pesar de ello, tenemos un enorme éxito porque contamos con sistemas que detectan el error y lo corrigen. Lo que ha fallado esta vez ha sido ese sistema."

Una cosa es segura: en los quince años que han pasado desde entonces, la NASA no ha vuelto a equivocarse con las unidades de medida.

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martes, enero 17

Los ‘amish’: un modelo de negocio del siglo XVIII para triunfar en el XXI

(Un texto de Marcos Todeschini publicado en El Mundo del 4 de febrero de 2014)

Todos los días, a las seis de la mañana, un par de furgonetas aparcan junto al mercado municipal de Filadelfia, enclavado entre los rascacielos del centro de la ciudad. Del primero de los vehículos salen hombres con barbas hasta el pecho, tirantes y sombreros negros de fieltro. Del segundo, mujeres con pañuelos blancos en la cabeza y faldas largas de colores oscuros. Parecen actores caracterizados para una película de época, pero están lejos de ser una obra de ficción. Son amish y están ahí para hacer negocios. Detrás de su devoción religiosa y su estilo de vida espartano, representan a uno de los grupos de emprendedores que más éxito ha obtenido en Estados Unidos en los últimos años.

Los primeros inmigrantes amish cruzaron el charco a fines del siglo XVIII huyendo de la persecución religiosa en Holanda. El grupo original, de unas tres mil personas, creció y se multiplicó (tal y como les pide la Biblia) y hoy son más de 270.000, en comunidades repartidas por diversos estados americanos, aunque sobre todo en Pensilvania.

Sus creencias los han convertido en símbolos de resistencia a la modernidad. Están convencidos de que la tecnología los aparta de Dios y de las relaciones humanas y, por ello, se niegan a disfrutar de comodidades cotidianas como la electricidad doméstica, el teléfono móvil o la televisión. Las radios están permitidas, siempre que funcionen con pilas. Las neveras también, pero sólo las alimentadas con gas. Pueden montar en coche, pero no conducirlo. Y los únicos vehículos en los que pueden tomar las riendas, literalmente, son los carros de caballos. Para desplazarse por la ciudad alquilan furgones y chóferes, que los transportan en grupos hasta el mercado, donde son dueños del 30% de las tiendas.

Amós Miller es uno de los amish que salieron del primer furgón aparcado frente al mercado de Filadelfia. Su familia, como tantas otras en su comunidad, depende cada vez menos de la agricultura y cada vez más del comercio, la artesanía y los negocios. En la última década han fundado más de 10.000 empresas en sectores como la alimentación, el textil y los muebles. Miller, por ejemplo, convirtió uno de los terrenos familiares en una distribuidora de productos orgánicos que ya llega a 26 estados. Sus alimentos son vendidos también en el mercado central, donde tiene dos tiendas que coordina junto con su mujer.

Totalmente ajenos a la revolución tecnológica, los empresarios amish no han tocado nunca un iPhone ni sabrían qué hacer con un ordenador. Tampoco han pasado por una escuela de negocios, ya que otra de las limitaciones que impone su comunidad es recibir educación más allá de la primaria. Sin embargo, su tasa de éxito empresarial es sorprendente y sólo un 10% de sus actividades cierra antes de cinco años (en EEUU la mitad de las empresas creadas desaparece en ese plazo). ¿Cómo lo consiguen?

Secretos del siglo XVIII

El interrogante se lleva tiempo planteando en  muchas universidades de EEUU. Uno de los estudios más importantes al respecto fue conducido por el americano Erik Wesner, que estudió a fondo sesenta negocios amish y llegó a una serie de conclusiones. En su opinión, son básicamente tres las razones por las que sus hábitos, propios del siglo XVIII, resultan tan eficaces en el mundo moderno.

La primera razón está en lo que venden. En un mundo entregado a la fabricación en cadena, los amish van en dirección contraria y producen de manera artesanal, imprimiendo en sus productos un aura de autenticidad y originalidad. En la tienda de Miller, ninguna de sus mermeladas, tartas o panes lleva conservantes. Además, las frutas usadas fueron cosechadas en haciendas de la comunidad, que no utiliza ni una gota de pesticidas. La idea encaja a la perfección con la 'fiebre orgánica' que se vive en muchas regiones de EEUU, donde cada vez más consumidores están dispuestos a pagar más por productos etiquetados con adjetivos saludables. Y algo parecido ocurre entre los amish que se dedican a la fabricación de muebles, donde ofrecen la originalidad y maestría del carpintero de toda la vida frente a modelos 'de fábrica' tipo Ikea.

Es cierto que, a la hora de hacer negocios, los amish son más flexibles que en sus vidas privadas. Por ejemplo, se puede pagar con tarjeta en sus tiendas, ya que los negocios sí disponen de electricidad. Son sus empleados, sin embargo, quienes se encargan de pasar las tarjetas para que ellos no se tengan que 'manchar' con la 'suciedad' de la vida moderna. "No me siento mal por no saber usar la tecnología. Nuestro negocio depende menos de tecnología y más de productos y personas", dice Miller con un inglés de pronunciación cargada. Los amish hablan con un fuerte acento porque el inglés es su segunda lengua. Su idioma materno, aprendido y hablado en la casa, sigue siendo el mismo de sus antepasados: una especie de holandés antiguo.

El segundo vector del éxito amish tiene que ver con la manera en la que llevan sus negocios y relaciones laborales. Dentro de la tienda de Miller, por ejemplo, trabajan su mujer y dos de sus hijas. Sus otros cinco hijos (sus tasas de natalidad son altísimas porque los  contraceptivos también están prohibidos) se dedican a cultivar el campo y a envasar y preparar los productos. En definitiva, un negocio de enorme implicación familiar y con poquísima mano de obra externa. Además, sus empleados acaban también formando parte de una suerte de 'familia'. "Los tratan con una mirada más humana. Esto tiene impacto dentro de la empresa, tanto en la productividad como en la fidelidad de los que trabajan para ellos", dice a El Confidencial Erik Wesner.

El tercer secreto de su éxito está en el carácter conservador de sus decisiones financieras. Los amish no hacen inversiones en publicidad porque entienden que su cultura es ya un enorme reclamo por sí mismo. También son muy prevenidos en relación a los riesgos y nunca dan un paso adelante antes de calcular todos los escenarios, ni tampoco arriesgan su patrimonio en nuevas aventuras. ¿El motivo? Si una familia acaba en bancarrota tendría que explicarlo a toda la comunidad y asumir una enorme vergüenza pública.

La fórmula parece funcionar y todo indica que la nueva generación de emprendedores amish cosechará nuevos éxitos y dará de comer a un número creciente de personas. Se estima que doblarán su tamaño en diez años. No sólo tienen una tasa de natalidad elevadísima, sino también un reducido índice de abandono. A los 16 años, todos tienen la obligación de 'degustar el mundo' fuera del 'universo amish'. Durante doce meses salen a vivir a las grandes ciudades, una fase conocida como rumspringa. Al acabar, pueden decidir si quieren seguir en su comunidad o si prefieren irse. El 93% de los jóvenes opta por lo primero. "Ser amish es más que seguir una religión, es un estilo de vida. El sentido de comunidad es muy fuerte y para ellos es muy difícil concebir la vida fuera de esta reserva", indica a El Confidencial Donald Kraybill, de la Universidad de Elizabethtown.

Existe un último sostén de su prosperidad económica: el haber convertido sus particularidades religiosas y culturales en una gran atracción turística. En los alrededores de Filadelfia, los amish (que también son buenos albañiles) construyeron escenarios que recrean su estilo de vida y hacen tours guiados donde cuentan todo sobre su cultura, su quehacer cotidiano y las curiosidades de su religión. Al final de cada paseo, los turistas son conducidos a una tienda donde pueden adquirir sus productos y libros que glosan su historia.

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martes, enero 10

Secretos de alcoba de los grandes maestros de la música

(Un texto leído en el XLSemanal del 7 de junio de 2015)

Robaron la mujer a sus amigos, participaron en tríos, fueron infieles Un libro saca a la luz sus ‘desafinos’ amorosos.

Cuando se enamoraban, se lanzaban directos a su objetivo. Si ellas estaban casadas, era un obstáculo, no un impedimento. Si ellas eran también músicas de talento, como lo fueron Clara Wieck casada con Robert Schumann y Alma Schindler la mujer de Mahler, ellas dejaban sus partituras en la sombra y sus habilidades artísticas pasaban a un segundo plano. Los grandes compositores han protagonizado turbadoras historias de amor. Xavier Güell, director de orquesta, las noveliza en La música de la memoria (Galaxia Gutenberg) e indaga en cómo infidelidades, los hijos ilegítimos o los amores secretos influyeron en sus composiciones.

El Casanova. Beethoven y Antonia
Cuando murió, encontraron en un cajón de su alcoba una carta de amor dirigida a su amada inmortal. Hay muchas hipótesis sobre la identidad de la dama. Xavier Güell deduce que fue Antonia Brentano. Beethoven murió soltero, pero tuvo muchos amores. Giulietta Guicciardi, Therese y Josephine von Brunswick, Amalie Sebald, Bettina Brentano (cuñada de Antonia), Teresa Malfatti Pensó en casarse muchas veces, el problema según Güell es que se enamoraba de mujeres de un nivel social muy superior al suyo, y esa barrera era insuperable .

El eterno seductor. Franz Liszt y Marie D'Agoult
Franz liszt y Marie DagoultLiszt fue una estrella rutilante, el Bruce Springsteen de su tiempo , dice Xavier Güell. Desataba pasiones allí donde iba. Conquistaba a quien quería. Y nunca se casó. Sus relaciones más importantes fueron con una condesa y una princesa. Con Marie Catherine Sophie de Flavigny, condesa DAgoult, tuvo tres hijos. Blandine, Cosima (la mujer de Wagner) y Daniel. Con la princesa Carolyne zu Sayn-Wittgenstein, noble polaca, mantuvo una relación durante 40 años. Ella lo apoyó económicamente para que se pudiera recluir a componer.

El engañado. Gustav Mahler y Alma.
Gustav Mahler y AlmaGustav Mahler supo que su mujer estaba liada con Walter Gropius, el arquitecto que después fundó la escuela Bauhaus. Mahler se enteró por una carta en la que Gropius se lo confesaba. Xavier Güell cree que esa misiva fue idea de Alma, atormentada por la culpa. No fue capaz de abandonarlo y no obedeció su orden de destruir su última sinfonía, la décima. Mahler murió meses después de saber que su mujer quería a otro. Alma fue una gran seductora, tuvo relaciones con Gustav Klimt y Oskar Kokoschka, entre otros, y se casó después con Gropius y Franz Werfel.

Un ladrón de esposas. Richard Wagner y Cosima Liszt
Richard Wagner y cOsima LisztWagner se lio con la mujer de un amigo varias veces. Le quitó a Mathilde a su mecenas Otto Wesendonck y se llevó a Cosima, hija de su amigo Liszt, que estaba casada con Hans von Bülow, el director de orquesta que había apostado por sus obras.Ludwig de Baviera, embelesado con él, lo mantuvo y le dio una casa para vivir a todo trapo. Allí se llevó a Cosima (todavía casada) y con ella tuvo tres hijos. Toda Baviera (excepto Bülow y Ludwig) lo sabía.

¿Homosexual? Franz Schubert y Franz von Schober
Franz Schubert y FRanz Von SchoberSchubert murió de sífilis, joven y soltero. Aunque tuvo algunas amantes (pocas), se cree que era homosexual. Pudo haber mantenido una relación con su gran amigo Franz von Schober, con el que convivió largas temporadas y que, además, contrajo la sífilis casi al mismo tiempo que él. El final de la vida de Schubert estuvo marcado por los excesos con el alcohol y el opio. Sus últimos días fueron amargos, de total desgarro y de exceso, y eso se refleja en su música , dice Xavier Güell.

Triángulo fatal. Robert Schumann y Clara... y Brahms
Robert Schumann y Clara (Y Brahms) Clara Wieck era una gran pianista. Cuando se casó con Robert Schumann, pasó a ser solo la madre de sus ocho hijos. Johannes Brahms, muy atractivo, fue discípulo de Schumann. Se enamoró de Clara. Y ella de él. A Schumann le pareció comprensible que Clara prefiriera a un hombre más atractivo y joven. No retiró su apoyo profesional a Brahms, pero no soportó la situación. se tiró al Rin. No se ahogó, pero lo internaron en un psiquiátrico. Murió dos años después.

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viernes, enero 6

Cuento para niños mayores


(Espero tardar muchos años en leer esto)

Mamá, mamá..mis amigas del cole dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad?La madre de Maria sonríe, le da un beso y le dice:- Mira Maria… Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 7 años.Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a Maria:- Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?- ¡Sí mamá, por faaaavor!Apreciado papá y apreciada mamá de Maria,Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer Maria. Es un niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos.Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos. Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:1er favor: Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.2º favor: Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a Maria hasta que cumpla los 7 años. Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque sino… ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la mágia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.3er favor: Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos. Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.Nada más. ¿No es demasiado, verdad? Cuando Maria te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón de perla.Melchor, Gaspar y Baltasar

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jueves, enero 5

La integración racial de los Reyes Magos



(Un artículo de Luis Reyes en la revista Tiempo del 8 de enero de 2013)

Praga, entre 1360 y 1370. Por primera vez se representa a uno de los Reyes Magos con las facciones de un africano.

Los Reyes Magos están presentes en el arte desde los primeros tiempos del cristianismo, cuando todavía era una secta perseguida por los emperadores romanos que se reunía en lugares ocultos y secretos, las catacumbas. En la catacumba de Priscila, en Roma, hay frescos del siglo II-III en los que por primera vez aparecen los tres “magos de Oriente” de los que habla San Mateo en su Evangelio.

San Mateo no dice en realidad que sean tres, da muy pocos detalles de estos altos dignatarios venidos de lejanos países a adorar al Niño a Belén, aunque sí especifica que le trajeron presentes de oro, incienso y mirra. Estos tres regalos inducen a creer que fueron tres los personajes, y así se han representado casi siempre en Occidente. En las iglesias orientales, sin embargo, se prefería pensar que eran doce, un número altamente simbólico, pues era el de las tribus de Israel o el que Cristo quiso para los Apóstoles.

Los Reyes Magos de la catacumba de Priscila eran de aspecto bastante distinto al que ha quedado como convencional en el arte posmedieval. Más allá de las fronteras asiáticas del Imperio Romano, la principal cultura era la persa, cuyos astrólogos o magos gozaban de fama, y por eso, durante los primeros siglos, los Reyes fueron representados como personajes distinguidos persas, con pantalones ajustados y gorros frigios; no portaban coronas porque en realidad todavía no se les consideraba reyes, eso fue quizá un invento de Tertuliano, del siglo III. Así aparecen en el mejor ejemplo de la antigua iconografía que ha llegado a nuestros días, los soberbios mosaicos bizantinos de San Apolinar de Rávena, del siglo VI.

En San Apolinar se personaliza a los tres magos y cada una de las figuras lleva su nombre: Gaspar es un anciano de blancos cabellos; Melchor, un joven imberbe; Baltasar, un hombre maduro de negra barba. En el Evangelio hay un afán de dar universalidad a la adoración del Niño en Belén, y si los pastores que acudieron los primeros al Portal representaban al pueblo judío –el pueblo elegido- y a la gente humilde, los magos encarnaban a los poderosos y a los gentiles de todo el mundo, que también entrarían en el cristianismo. Con la representación de las tres edades del hombre se complementaba esa simbología universal.

Lo que no hay todavía es diversidad racial, los tres son blancos, arios puros como correspondía a los persas, pues al fin y al cabo, como indica su nombre, la raza aria tiene su origen en Irán, que es el otro nombre de Persia.

La corte imperial.

El precedente del rey negro puede rastrearse en la torre de la abadía de San Zenón de Verona, donde se han descubierto unos frescos muy deteriorados del siglo XIII en los que aparece el emperador Federico II Hohenstauffen con negros en su séquito. Federico, pese a su apellido, era italiano de nacimiento y estuvo muy vinculado a Sicilia, corona que heredó de su madre a los 4 años. Sicilia, como España, había estado bajo dominación de los moros hasta su reconquista por los cristianos normandos. Quedaba por tanto en la sociedad y la cultura de Sicilia una importante huella árabe, incluida la presencia de esclavos, o descendientes de esclavos africanos.

Además, Federico II había estado en Oriente al frente de la VIII Cruzada y había recuperado Jerusalén mediante la diplomacia, lo que le dio nueva ocasión de contactos con la cultura musulmana, donde la presencia de esclavos negros era habitual. No era por tanto raro que llevase africanos en su séquito, aunque su presencia en San Zenón no responde solo a una representación realista, también tiene un carácter simbólico. Federico era llamado por sus exégetas Stupor Mundi, el Estupor del Mundo, reinaba sobre Alemania, el Mediterráneo y Oriente Medio, y el incluir negros en su séquito indicaba su soberanía universal. Otra vez aparece, por tanto, el afán de universalidad que es lo que llevará a introducir un africano entre los Reyes Magos.

El círculo imperial de Federico llevaría a Alemania la familiaridad con la gente de raza subsahariana, no resulta extraño por tanto que la primera pintura de los Reyes Magos en la que aparece el negro surgiera en la capital del imperio. Un sucesor de Federico II, el emperador Carlos IV, que previamente era rey de Bohemia, instaló la corte imperial en Praga a mediados del siglo XIV. Allí se dio durante medio siglo un espléndido desarrollo de las artes, considerado como una prefiguración del Renacimiento.
Fue en la ciudad bohemia, entre 1360 y 1370, cuando en el claustro de la abadía de Emmaus se pintó al fresco un amplio programa iconográfico de la vida de Jesús y numerosas escenas bíblicas, que incluían una Adoración de los magos con un rey negro.

La nueva moda pasó de Praga a Flandes, donde el arte de la pintura iniciaba el camino de la madurez con la invención del óleo, el medio fundamental para la representación de la imagen hasta el siglo XX. Allí, a partir de mediados del siglo XV, los maestros primitivos flamencos Van der Weyden, Derik Bouts, Memling o Van der Goes comienzan a introducir reyes negros en sus adoraciones, a veces más bien mulatos, aunque todavía no es algo obligado, y el más importante de los citados, Van der Weyden, tiene cuadros con y sin rey negro.

La raza de Cam.

No es casual que esta moda iconográfica coincida con la introducción en Europa de esclavos negros por los portugueses a partir de 1444. Portugal se había lanzado a la conquista de los mares en busca de la ruta de las Indias, a donde pretendía llegar contorneando África. Fueron descubriendo así tierras al sur del Sáhara desconocidas para los europeos de la Edad Media, llegando hasta la misma punta meridional del continente y doblando el Cabo de Buena Esperanza en 1487. Los navegantes portugueses atravesaron luego el Índico y alcanzaron la India en 1498, y Portugal se convirtió en una potencia mercantil que importaba a Europa artículos exóticos, incluyendo animales que jamás se habían visto –como el rinoceronte- y personas de raza negra, que aunque se conocían no eran corrientes.

La incorporación de un rey mago negro tenía un doble significado simbólico, siempre en la idea de que el cristianismo era la religión universal. Por una parte representaba a las tres partes del mundo, Europa, Asia y África –recuérdese que América no se descubriría hasta 1492–. Pero también aludía al conjunto del género humano, pues los únicos supervivientes del Diluvio Universal habían sido Noé y sus tres hijos (Sem, Cam y Jafet), de los que descenderían las distintas razas. Concretamente de Cam vendría la raza camita, que según la Biblia vive en África y es de piel negra.

Era en realidad una idea antigua que ya se había plasmado en la literatura –en los escritos de Beda el Venerable, del siglo VIII, se describe a Baltasar como “de tez morena”–, pero que tardó más en imponerse en la pintura. En Italia, la primera Adoración con rey mago africano la pintó Mantegna para la capilla del castillo de los Gonzaga de Mantua, entre 1462 y 1470. Pero en fechas muy posteriores, a finales de siglo, en un centro clave del arte como era Florencia, no aparecen negros. En la famosa Adoración de Boticelli que está en la Galeria degli Uffizi, los tres Reyes Magos son miembros de la familia Medici que, a diferencia de modas algo posteriores, no se codean con esclavos africanos.

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