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martes, febrero 13

La catedral de La Seo: Los restos ocultos del primer ábside románico. la redención del pecado

(Un texto de Ignacio Ruiz Hernández -Canónigo director-conservador del Patrimonio Artístico de las Catedrales- en el Heraldo de Aragón del 1 de diciembre de 2019)

Descubiertos en unas obras de reparación en 1961, los únicos restos de la primera catedral permanecen ocultos a los ojos de fieles y visitantes, al menos, desde 1445, cuando se concluyó el retablo del altar mayor.

La parte más desconocida de la Seo corresponde a su siglo natal: el interior de un triple ábside, ricamente esculpido, ofrecía a los fieles una didascalia (enseñanza) basada, en la historia de la redención por Cristo Salvador (titular del templo). Narraba la creación del hombre, su primer pecado de desobediencia, el castigo recibido, la llegada de Jesús al mundo, su mensaje con la 'buena nueva' (‘evangelio') y, en fin, su muerte cruel y su resurrección redentora. Un ciclo completo sobre la salvación, que resumen las imágenes de esta página y explica sabiamente Ignacio Ruiz Hernández.

La catedral del Salvador (la Seo) de Zaragoza conserva parte de la primitiva cabecera, único vestigio en pie de lo que fue un templo románico característico en España del estilo imperante en la Europa del siglo XII. Un estilo artístico al que corresponde un modo específico de pensar, de sentir y de vivir.

Esa sociedad creyente construye la catedral para ser la sede del Obispo, la Iglesia Madre de la diócesis, para rendir un culto diario y digno al Dios que llenaba todos los ámbitos de la vida humana. Los restos conservados, ocultos desde la construcción del retablo mayor, aunque recuperados, siguen siendo invisibles por la dificultad del acceso interno, por lo reducido del espacio en el que se encuentran y por criterios de conservación y seguridad.

El programa iconográfico es claro: la creación y caída del género humano, Cristo redentor y la lucha entre el bien y el mal. […]. No podemos dar fin a esta sucinta e incompleta explicación del programa iconográfico del ábside de la Seo sin hablar de su exterior. En los capiteles de la ventana central exterior, aparece, en el izquierdo, un centauro que lanza con un arco su flecha sobre un ciervo (capitel derecho), atravesándole el cuello. En este caso, el ciervo representaría el alma humana atacada por el mal, representado por el centauro que lanza la flecha.

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