Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

domingo, febrero 11

La dedicación de la Seo, según Diego de Espés

(Un texto de Isidoro Miguel García -Canónigo archivero-bibliotecario de la Seo- en el Heraldo de Aragón del 1 de diciembre de 2019)

En 2018 se celebraron los centenarios de la restauración eclesiástica de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (18-XII-1118) y su elevación al rango de metropolitana por el papa Juan XXII (18-VII-1318). En ambos acontecimientos se vieron implicados el papado, la monarquía y el episcopado aragonés. Junto a otras iniciativas culturales, la Iglesia de Zaragoza celebró una solemne Eucaristía en la Seo del Salvador y el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón dedicó la lección inaugural del nuevo curso académico a recordar estos dos eventos. Zaragoza será el centro neurálgico de una extensa provincia eclesiástica que aglutinaba las diócesis de Huesca, Tarazona, Pamplona, Calahorra-La Calzada y Segorbe-Albarracín. Las parroquias zaragozanas se convertirán «en la unidad política que darán estructura a la ciudad» (A. Canellas).

El Cabildo Metropolitano, la Universidad de Zaragoza y la Institución Fernando el Católico han querido conmemorar la consagración del templo del Salvador con la publicación del manuscrito del sacerdote Diego de Espés, 'Historia Ecclesiastica de la ciudad de Çaragoca'. Este trabajo ha sido coordinado por las profesoras Asunción Blasco y Pilar Pueyo, y con ellas ha colaborado un equipo multidisciplinar de profesores de la Universidad y de la Iglesia de Zaragoza, instituciones secularmente unidas. Este manuscrito ha sido el libro más solicitado de la Biblioteca Capitular y su publicación venía demandada por diversos historiadores y eruditos.

La obra de Diego de Espés, natural de Arándiga, prestigioso archivero e historiador, es una crónica de la diócesis de Zaragoza desde sus orígenes hasta 1575. Está basada en fuentes documentales eclesiásticas y civiles, y en la historiografía de autores como Jerónimo Zurita (1512-1580), primer cronista de Aragón y autor de los ‘Anales'; el arzobispo fray Hernando de Aragón (1498-1575), impulsor de la reforma tridentina; o su amigo, el cronista y latinista Jerónimo Blancas (+1590).

La consagración y dedicación de basílicas, iglesias o altares constituyó, desde la época constantiniana, una gozosa y solemne fiesta de todo el pueblo de Dios, como señalan Eusebio de Cesarea, Ambrosio de Milán o Gregorio de Tours. A partir del siglo X el ritual se irá ampliando, sin que disminuya el entusiasmo popular. En la Edad Media la fiesta de la dedicación iguala en popularidad y suscita el mismo entusiasmo que la del santo patrón. Tiene sus raíces en las tradiciones populares y bíblicas. Dedicar, consagrar, bendecir no son verbos exclusivamente cristianos. Son términos del vocabulario de la vida social y religiosa. Hoy también se dedican libros o discos. ‘Dedicar' quiere decir destinar, atribuir, ofrecer, inaugurar. El rito comportaba procesiones, aspersiones, crismaciones, oraciones y ofrendas. Hay, por tanto, un enraizamiento humano y bíblico: Judas Macabeo purificó el templo de Jerusalén en el 164 a. C., y la fiesta se prolongó ocho días con repetición anual (1 Mac 4, 3659). «La dedicación constituía la celebración más larga y suntuosa de la liturgia romana: no podía realizarse en menos de cinco horas». Muchas de las fiestas tenían su octava, alargándose así el calendario festivo.

Diego de Espés señala en su manuscrito que la dedicación de la catedral del Salvador tuvo lugar el 12 de octubre de 1121. El rey Alfonso I el Batallador y el obispo Pedro de Librana (1118-1128) concedieron un año a los musulmanes para marcharse de sus casas a la morería y poder convertir luego la mezquita en catedral. Entre diciembre de 1118 y octubre de 1121 se fue adecuando la nueva catedral a las exigencias del culto divino. El viejo templo mozárabe de Santa María la Mayor (El Pilar), lugar donde residieron por algún tiempo los prelados zaragozanos tras la reconquista, adquirió en 1141 el rango de colegiata en tiempos del prelado Bernardo (1138-1151).

Sin embargo, al menos en el siglo XII, es clara la preeminencia de la catedral de la Seo frente a la colegiata de Santa María. La dedicación del Salvador fue solemnizada, tal vez, con la presencia del legado pontificio, el cardenal Boso, y del arzobispo de Toledo, el monje Bernardo de Cluny (10861124), impulsor en España de la liturgia romana en detrimento de la mozárabe. Desde la catedral de la Seo se distribuía semanalmente el oficio divino a los demás templos de la ciudad, convirtiéndose así la Seo en «madre y cabeza» de toda la vida litúrgica diocesana.

Etiquetas: ,