Todo sea por la ciencia
Sir Francis Bacon murió en 1626 a los sesenta y cinco años. Bacon investigaba la forma de conservar mejor los alimentos, así que salió de su casa con tiempo muy favorable para pingüinos y osos polares.
Cogió nieve, mucha nieve, rellenó con ella un pollo y cogió un tremendo resfriado. El experimento fue positivo, pero le faltaron fuerzas para regresar a su casa, así que se detuvo en la de un amigo. Ausente éste, le atendió su criado, el cual le acomodó en una cama que llevaba un año sin usarse a causa de la humedad acumulada.
En ella terminó sus días.
Etiquetas: Culturilla general, Grandes personajes
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