Trabaja por capas

(Leído en la revista Mujer de Hoy del 12 de abril de 2014)

Lo hemos aprendido de las asiáticas, que necesitan hasta siete pasos distintos para sus rituales de belleza. Y se los toman muy en serio. Limpiadores, exfoliantes, tónico, loción preparadora, sérum, crema, protección, contorno de ojos... Quizá no quieras seguirlos todos al píe de la letra, pero al menos combina los más efectivos. Sin entrar en sugerencias manidas sobre por qué la limpieza es importante (si a estas alturas no la haces, es que eres un caso perdido), sí te aconsejamos que la exfoliación semanal
sea irrenunciable. La luminosidad de tu piel depende de ello. Porque en realidad está preparada para librarse de las células muertas que se acumulan en la capa córnea, y una ayudita nunca viene mal.

Tónico, sérum y crema debería ser tu mantra diario y el orden perfecto de aplicación. Pero es cierto que, a veces, el uso superpuesto de productos de diferentes líneas y firmas da como resultado un fenónemo especialmente molesto: las tan desagradables bolitas. Sucede cuando las fórmulas son incompatibles. El truco para que no ocurra consiste en aplicar la segunda capa cuando la piel del rostro está aún húmeda por el sérum, no esperes a que se seque del todo porque la combinación en mojado facilita la penetración de varios activos a la vez. Y si te lo tomas tan en serio que multiplicas el uso de sérums, aplica primero los de los activos antiedad y firmeza y después los antioxidantes de efecto barrera.