Un siglo del 'Ulises' de Joyce, «esa hedionda e indecente mofa», como lo calificó Bernard Shaw
(Un artículo de Mario de las Heras en El Debate del 16 de junio de 2022. Se publicó con motivo del centenario de la obra, así que los verbos y las referencias pueden estar desfasadas -tres años, eso sí-)
Irlanda
celebra este jueves el centenario de Ulises, de James
Joyce, una de las grandes obras de la literatura mundial,
con motivo del 'Bloomsday' (la celebración que tiene lugar cada
16 de junio, el día de 1904 en el que transcurre la novela), el
más especial de su historia. Ulises fue publicado en
París por la librera, editora y fiel y paciente admiradora
Sylvia Beach en febrero de 1922, luego de conocerle en la
ciudad francesa en una fiesta de un amigo en común . Ella se le
acercó y le preguntó: «¿Es usted el gran James Joyce»?
Al
día siguiente él visitó su librería, Shakespeare & Company
(de la que se hizo socio [«James Joyce; calle de l’Assomption, 5
París; suscripción por un mes; siete francos», apuntó Sylvia
aquel verano]), un lugar de encuentro, club, confesonario y
hasta estafeta de correos para los jóvenes escritores y artistas
de la época como Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald,
Ezra Pound o Sherwood Anderson.
Joyce,
al que todos aquellos jóvenes idolatraban,
trabajaba en Ulises al mismo tiempo que lo
enviaba por capítulos a la revista Little
Review de John Quinn. Fue Pound el que
le dijo a Sylvia que Joyce acababa de llegar a
París con su familia desde Zúrich (auxiliado
por el propio Pound) y que tenía tres problemas:
encontrar alojamiento para su familia, alimentarla
y terminar su libro. Sylvia se puso rápidamente en
marcha para ayudar al irlandés.
Prohibido en EE.UU. y Reino Unido
Escribió a su compatriota George Bernard Shaw para
que se suscribiera a la revista, y el dramaturgo
de Dublín, como Joyce, le respondió: «Querida
señora: He leído algunos fragmentos del Ulises
publicados en forma de serial. Constituyen una
asquerosa muestra de un momento repugnante de
nuestra civilización, pero sin duda son
reales; me gustaría rodear Dublín con una
barrera de seguridad, y también a todos los
hombres entre los quince y treinta años;
obligarles a leer toda esa hedionda e indecente
mofa y obscenidad mental. Tal vez usted
considere esto arte…».
Sylvia
no necesitó más alicientes a partir de aquel
rechazo para ocuparse de su escritor y de su Ulises
durante más de una década. Finalmente el libro
salió adelante, pero con escasa aceptación. Pasaron
20 años hasta que se empezó a reconocer su
valor, como si fuera un Van Gogh en lugar de una
Odisea irlandesa que generó importantes
críticas. El libro se hizo famoso porque se
prohibió su publicación en Estados Unidos y Reino
Unido. El libro prohibido que en Dublín no lo fue
porque se pensó que nadie lo leería.
Sus
paisanos tampoco lo aceptaron porque señalaba
directamente a su patria. A pesar de que tuvo
admiradores señalados (como el ministro Desmond
Fitzgerald, quien lo propuso para el Nobel), la
sociedad irlandesa le mantuvo al margen hasta
incluso muchos años después de su muerte, en
enero de 1941, tras la que el gobierno irlandés
rechazó la repatriación del cuerpo, que sigue
sepultado en Zúrich.
El
primer 'Bloomsday' se celebró en 1954. El nombre
proviene del personaje central de la obra, Leopold
Bloom, del que se cuenta su vida y pensamientos
desde las 8 de la mañana hasta la mañana del día
siguiente. Cada año, los admiradores del
libro se disfrazan como los personajes de la obra
o como los de la época.
El héroe de Dublín
Algunos
incluso toman el mismo desayuno que Bloom ese
mañana (hígado y riñones asados en mantequilla,
tostadas y té) y peregrinan a los lugares de la
novela. En junio de 1962 fue inaugurado el
Museo James Joyce por Sylvia Beach. The
New York Times escribió que «En su
centenario, Dublín honra al Joyce que alguna vez
despreció».
Ulises,
novela densa y difícil que rompió con los géneros
y la narración para además abordar el nacionalismo
irlandés, el dogma religioso y los asuntos
sexuales, todo un cóctel explosivo, cuenta ese día
de Leopold Bloom, el irlandés común que, en un
Dublín bajo control británico, sigue
indirectamente las mismas aventuras que el
héroe de La Odisea de Homero
durante su regreso a Troya.
*
Nota: La fachada original de la casa del número 7 de Eccles Street, casa de Leopold y Molly Bloom en Ulises, no existe porque fue demolida en 1967, pero la puerta de la casa se conserva en el Centro James Joyce de Dublín. La casa adosada fue sustituida por el Hospital Privado Mater.
Etiquetas: libros y escritores
posted by Catalina @ miércoles, octubre 15, 2025
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