Algún día...
Encontré este texto en la bitácora de Woodman, y debo de confesar que me quedé soñando que algún día alguien escribiría algo así para mí. Cambiando el apodo, claro :-)
La felicidad existe. La veo todas las mañanas al despertarme. La felicidad tiene ojos grandes y redondos, como redonda es también su nariz y sus cachetes y ese hoyuelo tan mono que a menudo se asoma en su mejilla izquierda. La felicidad escribe, inventa e imagina con "m" de magia; y cose machanguitos de fieltro. La felicidad brilla porque está hecha de fuego, un fuego que a veces quema, pero que sabe ahuyentar el frío. La felicidad hace tiempo que se me coló dentro. La siento en mis huesos, la respiro, la llevo en la sangre; me llena, me inspira infinitas palabras que nunca llego a pronunciar porque aún no se han inventado. La felicidad tiene nombre y apellidos y hasta un apodo: Gracie Lou.
Etiquetas: Pongámonos románticos
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