Cuidando los pies

Dos posibilidades para un pediluvio casero:
- Se mezclan agua y zumo de limón a partes iguales. Con un papel de cocina, se moja en el líquido y se aplica a los pies.
- Esta es más complicada, por los ingredientes. Se diluye cola de caballo o corteza de sauce blance en agua caliente, se añade bicarbonato y se tienen los pies en remojo durante cinco minutos. Después se enjuagan con agua fría.

Para masajearlos después, he aquí dos opciones para hacer una loción casera:
- Se mezcla una cucharada de aceite de oliva con otra de azúcar y otra de menta machacada
- Tres cucharadas de aceite de lavanda y una de aceite de girasol.