Esto, o también lo contrario
(Un texto de Jesús Marchamalo en la revista Muy Interesante
de julio de 2017)
Curiosamente, hay palabras que con el tiempo cambian de significado de
forma radical. Por ejemplo, nimio, que define algo insignificante, sin importancia;
empezó significando justamente lo opuesto: 'enorme·, 'abundante', y de hecho es
una acepción aún presente en el Diccionario.
Lo mismo ocurrió con lívido -'pálido'-, que originariamente se utilizaba
para referirse al color amoratado. O álgido, un término que alude al momento
crítico o culminante de algo, pero que también significa 'frío'.
Etiquetas: Ayudando a Supereñe (y a sus amigos guiris)
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