La catedral de La Seo: El legado documental del cabildo catedralicio. Los Cartularios de la Seo de Zaragoza

(Un texto de Jorge Andrés Casabán -Archivo Capitular de la Seo del Salvador- en el Heraldo de Aragón del 1 de diciembre de 2019)

EI Archivo Capitular de la Seo, depósito de la memoria del cabildo catedralicio de Zaragoza desde su fundación en el siglo XII hasta nuestros días, custodia entre sus fondos dos piezas documentales de un valor excepcional para el conocimiento de la historia de la Iglesia cesaraugustana y de la ciudad de Zaragoza: los llamados Cartularios Pequeño y Grande. La voz 'cartulario' designa una colección de documentos copiados 'in extenso' o, a veces, abreviados en forma de libro, que reúne los títulos relativos a los bienes y derechos de una persona física o moral, o los instrumentos concernientes a su historia o a su administración, para asegurar la conservación y facilitar la consulta. Los Cartularios de la Seo contienen entre ambos 1.719 documentos comprendidos entre los años 1093 y 1552. Fueron publicados íntegramente por el catedrático de Paleografía de la Universidad de Zaragoza Angel Canellas López, precedidos de un estudio en el que se brinda una descripción física de ambos códices, escritos en hojas de pergamino de gran formato y encuadernados en tablas recubiertas de gamuza.

El Cartulario Pequeño reúne en sus 247 folios 777 documentos comprendidos entre 1118 fecha de la reconquista de la ciudad de Zaragoza por el rey Alfonso I el Batallador y el año 1360, lo que sugiere que su finalización tendría lugar con posterioridad a esa fecha, durante los años del pontificado de Lope Fernández de Luna, cuyos restos reposan en la Parroquieta de la Seo. La existencia de un índice en el que aparecen referenciados los primeros 746 documentos de la obra invita a pensar que el núcleo principal se concluiría en una fecha próxima a 1282, año del último documento incluido en la relación, al cual se añadirían con posterioridad los restantes documentos ya del siglo XIV.

El Cartulario Grande, designado también con el término ‘Vademecum', es a todas luces posterior. Su confección debió iniciarse durante el pontificado de Pedro López de Luna, primer arzobispo tras la elevación de la Sede de Zaragoza al rango de Metropolitana en 1318, pero, cómo en el caso anterior, se fueron encartando nuevos pliegos de pergamino con copias de documentos posteriores hasta el siglo XVI.

La importancia de los Cartularios es crucial, porque buena parte de los documentos copiados en ambos constituyen la única tradición de los mismos, es decir, ante la pérdida de los documentos originales, las copias contenidas en ellos constituyen su única memoria, lo cual es especialmente significativo para los documentos de los siglos XII y XIII, principalmente en los años inmediatamente posteriores a la reconquista. Es precisamente uno de estos primeros documentos, tras la conquista de la ciudad y la restauración de la sede episcopal, el que nos brinda la fecha en que tuvo lugar la solemne dedicación de la catedral de Zaragoza bajo la advocación del Salvador, cuyo contenido pasamos a exponer.

Tras la restauración de la diócesis cesaraugustana, sus prelados y el cabildo catedralicio hubieron de sostener agrias disputas por límites territoriales y derechos de jurisdicción con los obispados limítrofes de Huesca, Tarazona y Pamplona; y trataron dé ocupar y consolidar su dominio sobre el territorio que, según la hitación del rey visigodo Bamba, hecha en el III Concilio de Toledo, correspondía al obispado de Zaragoza. El 30 de noviembre de 1121, el obispo de Zaragoza y el obispo de Pamplona establecieron un acuerdo sobre las iglesias de El Castellar, Pola, Tauste y Ejea. El diploma de concordia -una carta partida por ABC- rubricado por los prelados, fue entregado a cada una de las partes en disputa, custodiándose en sus respectivos archivos catedralicios, aunque lamentablemente el original de la Seo se perdió posteriormente. Lo importante es que el escribano del cabildo de Zaragoza consignó en la copia de los dos Cartularios, tras las rúbricas de los prelados, una nota cronística alusiva a la dedicación de la catedral de Zaragoza y a la traslación pocos días después de la reliquia del brazo de San Valeria desde Roda de Isábena a la Seo (‘propriam sedem' reza el documento), señalando ambos días (4 y 20 de octubre) con la calendación romana. Sin embargo, la fiesta de la dedicación de la iglesia catedral se celebrará tradicionalmente el día 12 de octubre, tal y como aparece reflejado en los calendarios y libros litúrgicos del oficio propio cesaraugustano.