Paradoja de Protágoras
Una de esas historias que hay que conocer...
Cuentan que el filósofo griego Protágoras le dio clases de derecho a un estudiante sin recursos de nombre Euatlo. Euatlo no tenía dinero para pagar las enseñanzas, así que ambos acordaron que éste le abonaría los honorarios una vez llegara a ganar su primer pleito. Pero resulta que después de finalizar sus estudios en retórica y derecho, Euatlo decidió abandonar la jurisprudencia para dedicarse de lleno a la política.
Protágoras le pidió a Euatlo que, dado ese caso, procediera a liquidar su deuda y le amenazó con llevarlo ante los tribunales. A lo que Euatlo argumentó:
«Si vamos a juicio y el tribunal falla a mi favor, por mandamiento judicial, entonces no deberé de pagar nada; en cambio, si pierdo el pleito, dado que aún no habré ganado ninguno, y ese era nuestro acuerdo, tampoco deberé de pagar nada.»
El argumento de Protágoras no fue menos racional y contundente:
«Si vamos a juicio y gano yo, por ese mandamiento judicial, entonces deberás pagarme; si pierdo, dado que tu ganarás tu primer pleito, y ese era nuestro acuerdo, también deberás de pagarme.»
Y ahora la parte cultural:
Protágoras de Abdera era un filósofo griego, un sofista, que enseñaba humanidades, especialmente retórica, en la ilustrada Atenas en la segunda mitad del siglo V antes de Cristo. Es conocida su afirmación «el hombre es la medida de todas las cosas», es decir, el valor de las cosas depende de los hombres que las valoran, no hay valores universalmente válidos. Para él, todo tiene dos caras, dos perspectivas; su arte o habilidad retórica conducía en descubrir las dos diferentes lecturas de toda cuestión.
Séneca dijo de él: "Protágoras dice que sobre toda cuestión se puede disputar desde dos puntos de vista y con la misma fuerza, incluso sobre esta cuestión misma de si todo puede ser discutido desde dos puntos de vista."
Etiquetas: Acertijos y paradojas
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