Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, diciembre 30

Mapinguary

(Lei la información en el Herald Tribune, en un artículo de junio de 2007, y solamente he traducido un trozo. Para leer el artículo original, en http://www.iht.com/articles/2007/06/28/news/amazon.php)

Parece ser que, junto al Big Foot y al Yeti, aún tenemos un tercer representante de las razas de homínidos grandes y difíciles de ver, cuya existencia es aún más dificil de probar.

Se trata del Mapinguary, un ser que supuestamente vive en el Amazonas. Quizás no sea más que una leyenda, o quizá sea real, como afirman los que dicen haberlo visto. Pero la mera mención del Mapinguary, el monstruo gigante parecido a un perezoso del Amazonas, es suficiente para hacer temblar las espinas dorsales de casi todos los que viven en la selva tropical más grande del mundo.

Aquí el folklore está lleno de cuentos de encuentros cercanos con este pie grande del Amazonas, historias tan extendidas y tan constantes en sus detalles que en estos últimos años algunos científicos han organizado expediciones para intentar encontrar el Mapinguary. No han tenido éxito todavía.

“Está bastamente claro para mí que la leyenda del Mapinguary está basada en el contacto humano con el último de los perezosos de tierra”, dijo David Oren, antiguo director de investigaciones en el Instituto Goeldi en Belém, en la boca del río de Amazonas. “Sabemos que las especies extintas pueden sobrevivir como leyendas durante cientos de años. Pero si tal animal existe o no, sigue siendo otra pregunta, una que no podemos contestar”. Oren dijo que él ha hablado con “un par de cientos de personas” que afirman haber visto el Mapinguary en las partes más remotas del Amazonas y un puñado que dice que han tenido contacto directo. Casi todas las tribus indias en el Amazonas, incluyendo los que no han tenido ningún contacto entre ellos, tiene una palabra para la criatura, que puede ser traducida generalmente como “el animal rugidor” o “el animal apestoso”.

En algunas áreas, dicen que la criatura tiene dos ojos, mientras que en otra se cuenta que tiene solamente uno, como los Cíclopes de la mitología griega. Algunas versiones hablan de una boca apestosa o hueco en el ombligo del monstruo, a través de el cual se come los seres humanos bastante desafortunados que se cruzan en su camino.

Pero todos los relatos convienen que las criaturas son altas -dos metros, o cerca de siete pies, cuando están parados en dos piernas- y que emite un fuerte olor, extremadamente desagradable, y que tienen una piel densamente cubierta con pelos que cubre una caparazón que los hace completamente impermeables a las balas y las flechas. “La única forma en que puedes matar a un Mapinguary es disparando a su cabeza”, dijo Domingos Parintintin, líder tribal en el estado de Amazonas. “Pero eso es difícil de hacer porque tiene poderes que pueden hacerte sentir mareado o convertir el día en noche. Así que la mejor cosa que puedes hacer si ves uno es subir a un árbol y esconderte.

Geovaldo Karitiana, indio de 27 años, dice que no hay duda de que el Mapinguary es verdadero. Él afirma haber visto uno hace aproximadamente tres años, cuando estaba cazando en la selva cerca de un área que su tribu llama “la cueva del Mapinguary”. "Iba hacia la aldea y hacía mucho ruido", dijo en una reciente entrevista hecha en la reserva de la tribu, en la Amazonia occidental. "Paró cuando llegó cerca de mí, y el mal olor me dejó mareado y agotado. Me desmayé, y cuando recuperé la consciencia, el mapinguary se había ido".

El padre de Karitiana, Lucas, confirmó la historia. Cuando su hijo le llevó al sitio del encuentro, pudo ver un sendero en la maleza por donde la criatura se había ido, "como si una roca hubiera pasado rodando, tirando los árboles a su paso".


Aunque las descripciones del mapinguary pueden parecerse a los 'sasquatch' de Norteamérica o el yeti del Himalaya, las comparaciones acaban aquí. Al contrario que estos, la criatura no huye del contacto humano sino que persigue agresivamente a los cazadores, volviéndose contra aquellos que no respetan los límites y reglas no escritos de la selva.

"A menudo, el mapinguary se venga de los transgresores, de aquellos que van donde no deberían o cazan más animales de los que pueden consumir, o de los que ponen trampas crueles", declaró Márcio Souza, un conocido novelista brasileño que vive en Manao a prominy a menudo muestra la historia y el folklore amazónicos en sus obras. "Claramente hay una función ecológica".

El folklore amazónico, de hecho, está lleno de criaturas que se utilizan para explicar fenómenos inesperados o vergonzosos. El boto, por ejemplo, es un tipo de delfín que se convierte en humano, cubriendo su toma de aire con un sombrero blanco, y seduce de esta forma a las vírgenes impresionables, dejándolas embarazadas.

Cuando un cazador se pierde en la selva, a menudo se culpa a la curupira, un travieso duendecillo pelirrojo que tiene los pies hacia atrás y al que le encanta marcar senderos que desorienten a los viajeros. Y cuando un marinero experimentado se ahoga en aguas tranquilas, normalmente se atribuye a la iara, un cruce entre sirena y nereida.

"Si eres un recolector de caucho y vuelves al campamento con las manos vacías, es mejor que tengas una buena explicación para tu jefe", explicó Marcos Vinicius Neves, jefe del departamento gubernamental de patrimonio histórico y cultural del estado de Acre, en cuya capital se ha puesto una estatua del mapinguary en una plaza pública. "El mapinguary es la mejor excusa que posiblemente se pueda encontrar."

Souza, el novelista, se encuentra entre los que creen que el mapinguary es solamente un mito. La deforestación del Amazonas se ha incrementado tan rápidamente durante la última generación, argumenta, que si la criatura existiera realmente, "ya habría habido algún tipo de encuentro".

Es en parte por esa razón por la que la mayoría e los zoólogos se burlan de la posibilidad de que el mapinguary sea real. El perezoso ginate, o Megatherium, fue una vez uno de los mamíferos más grandes sobre la tierra, mayor incluso que un elefante. La evidencia fósil, extendida desde el sur de Chile hasta el norte de Florida, es abundante, pero el rastro se detiene inevitablemente miles de años atrás.

"Cuando se viaja en la Amazonia, las referencias a este animal son constantes, especialmente en contacto con los indígenas," declaró Peter Toledo, un experto en perezosos del Instituto Goeldi. "Pero siempre hay una falta de pruevas científicas convincentes, en forma de vestigios, huesos, sangre o excrementos."

Glenn Shepard Jr., un etonobiólogo y antropólogo norteamericano residente en Manaos -Amazonas central-, dijo que él estuvo entre los escépticos que consideraban al mapinguary una leyenda rural hasta 1997, cuando comenzó a investigar entre los Machiguenga del lejano oeste del Amazonas. Todos los miembros de la tribu a los que preguntó sobre la vida salvaje le hablaron sobre una criatura temible parecida a un perezoso que habitaba un área boscosa en su territorio."

Shepard declaró que el argumento decisivo que realmente le convenció fue cuando un miembro de la tribu comentó que ya había visto un mapinguary en el museo nacional de historia de Lima. Cuando lo comprobó, Shepard descubrió que el hombre se refería a un diorama con un modelo de perezoso prehistórico gigante.

"Lo que tenemos aquí es un antiguo recuerdo de un perezoso gigante, como los encontrados recientemente en Chile, con el que los humanos han entrado en contacto", declaró. "Ha sido una descripción muy precisa de un animal y sus hábitos, nada sobrenatural, que los Machiguenga también tienen en su cosmología."

De momento, es probable que el misterio del mapinguary continue, así como su búsqueda. "Todavía hay un montón de espacio ahí fuera para que un perezoso gigante esté merodeando", comentó.

Etiquetas: