Algunas formas de ser feliz
(El 5 de septiembre apareció un reportaje de Noelia Serrano en el Magazine de El Mundo listando treinta formas de ser dichoso. Pongo aquí algunas extraídas de ese reportaje)
1.- Antes de dormir, pensar cual fue la parte más divertida del día. Se trata de uno de los ejercicios propuestos por el israelí Tal Ben-Shahar, famoso por la cátedra sobre felicidad que imparte en la Universidad de Harvard, en Cambridge, EEUU. "Con esta fácil tarea aprenderemos a ver la realidad como un todo y apreciar lo bueno".
2.- Comer chocolate. El cacao, componente fundamental del chocolate, tiene entre sus ingredientes un aminoácido esencial llamado serotonina, un potente neurotransmisor capaz de generar sensaciones como el placer o la felicidad. Para ser efectivo, ha de ser chocolate puro, cuya concentración de cacao sea al menos del 70%.
3.- Cumplir años. Aunque las personas mayores tienden a tener peor salud, su renta se reduce y pocos viven aún con su pareja, tienden a sentirse más satisfechos. Un estudio de la Fundación de estudios de economía aplicada revela que, cuanto mayor es la diferencia entre los objetivos y los logros alcanzados, menos feliz se es. En el caso de las personas mayores, tienen menos aspiraciones que los jóvenes y el margen entre metas y logros es muy reducido, lo que les hace mucho más felices.
4.- Dar las gracias. Hasta un 25% aumentará su felicidad si se acostumbra a ser agradecido. Al parecer, dar las gracias está relacionado con valorar lo que uno posee, incluso las cosas menos valiosas, lo que a su vez genera más pensamientos positivos. Si anota a diario los motivos por los que vale la pena dar las gracias, será consciente de las cosas buenas que le rodean en el presente, y no sólo cuando las haya perdido.
5.- Dar y recibir abrazos. La endorfina segregada por el cerebro, causante de la sensación de dicha y placer, se dispara cuando sentimos el contacto físico de otra piel sobre la nuestra. Las terminaciones nerviosas transmiten el roce de piel contra piel hasta el cerebro, activando la secreción de estas endorfinas.
6.- Desear cosas placenteras. Con la simple expectativa del placer, los flujos de dopamina se ponen en marcha, generando la sensación de bienestar, incluso aunque, después, esos planes no lleguen a materializarse. La hormona dopamina, considerada esencial en los mecanismos del placer (junto a la oxitocina y la endorfina), fluye en los circuitos neuronales, anticipándose a los hechos.
7.- Escuchar música melódica. También sirve escuchar sus canciones favoritas. Al parecer los acordes, el ritmo, y las notas de este tipo de piezas provocan una importante liberación de endorfinas que son las hormonas de la felicidad junto con la dopamina y la serotonina. Parece ser que "la música activa la misma zona cerebral que el sexo". Eso sí, no todo el mundo la percibe igual: depende del lugar, de si se es diestro o zurdo, o del dialecto que se hable.
8.- Ser altruista. Ser generosos con el resto repercute positivamente en quien lo es. Hay estudios que aseguran que hacer regalos a los demás genera más felicidad que comprárselos uno mismo. La explicación parece ser que las personas que realizan acciones altruistas experimentan una sensación de bienestar al sensibilizarse los receptores de la dopamina, otro de los neurotransmisores cerebrales involucrados con la sensación de bienestar.
9.- Ganar mucho dinero. La dicha aumenta con la renta porque las personas con niveles más elevados tienen más oportunidades de alcanzar lo que desean. Ahora bien, a partir de cierto nivel económico es más difícil encontrar un óptimo estado de ánimo. Según un profesor de Princeton, "en los países más ricos se es más feliz que en los pobres, pero una vez que uno ha conseguido un techo, comida y ropa, el dinero extra no hace a la gente más feliz".
10.- Hacer deporte. La práctica de ejercicio físico provoca un aumento en la producción de endorfinas, serotonina y adrenalina. Nuestra salud mejora notablemente y se incrementa nuestra satisfacción personal.
11.- Ir regularmente al baño. Aunque cueste creerlo, la felicidad también depende del aparato digestivo. El mal funcionamiento del mismo y una de sus consecuencias, el estreñimiento, se reconoce como una de las causas del mal humor y la irritabilidad. Por eso es esencial ir al baño regularmente.
12.- Llevarse bien con la familia. El informe Coca Cola sobre la felicidad indica que los españoles que se sintieron queridos durante su infancia son adultos más felices, e intentan seguir viendo a la familia frecuentemente. Numerosos expertos sostienen que mientras más amplio sea el círculo de personas (familiares y amigos) con las que nos relacionemos y más profundas sean esas relaciones, mejores efectos tendrán sobre el organismo.
13.- Meditar. Se ha comprobado recientemente que la parte del cerebro responsable de la felicidad (el hemisferio derecho) muestra mayor actividad en aquellas personas que practican meditación.
14.- No ser materialista. Según una investigación de un profesor de la Universidad de Colorado, las personas que anteponen las experiencias personales a las materiales son más felices y lo son durante más tiempo. Al parecer, los materialistas tienden a tener menos relaciones sociales de calidad, poseen un número menor de amigos, y la amistad de estos es menos profunda y satisfactoria.
15.- No tener hijos. El último estudio al respecto indica que la dicha tiene poco o nada que ver con tener descendencia. Aún peor, procrear presenta un coste para la dicha de los padres, para su tranquilidad marital y para su satisfacción personal. El motivo es la tensión asociada con la paternidad, que no sólo aparecen en el periodo de crianza, sino también cuando los hijos son independientes.
16.- Nutrirse equilibradamente. Mantener una alimentación con déficit de ácido ascórbico (vitamina C) puede provocar irritabilidad; un déficit de ácido fólico, insomnio; si hay falta de calcio, insomnio; y si falta cinc, pueden producirse alteraciones graves del sistema nervioso. Así, comer bien repercute en el estado emocional y en la felicidad.
17.- Practicar sexo. Esta actividad multiplica el número de endorfinas, que estimulan los centros del placer del cerebro y crean situaciones satisfactorias. Todo ello mejora nuestro estado de ánimo, provocando un cambio de actitud.
18.- Reír. Según Alfonso Blanco, catedrático de la Universidad de Sevilla, "las personas que no son capaces de reír no pueden ser felices". La explicación reside en que, durante la carcajada, un gran número de substancias (endorfinas, noradrenalina, dopamina y serotonina) se ponen en acción haciendo que nuestro cuerpo y nuestra mente entren en un estado armonioso de relajación, felicidad y plenitud.
19.- Respirar profundamente. La práctica diaria de la respiración profunda o abdominal (inhalar el aire llevándolo al abdomen y haciendo descender el diafragma) equilibra las emociones y permite que estemos más relajados. Al conseguir respirar de forma profunda y pausada se alcanza un estado sereno. No se puede permanecer tenso en este estado. Es pues un camino que conduce a la paz interior y a la satisfacción personal. El estrés se verá reducido y su día será más placentero.
20.- Rodearse de personas felices. La felicidad es contagiosa. Las personas con amigos o familiares dichosos tienen un 15% más de probabilidades de ser felices. También parece que las personas del mismo sexo se contagian la felicidad con mayor facilidad. Esto se debe a que los seres humanos son sociables por naturaleza y el bienestar y la salud de un individuo afecta a la de quienes le rodean.
21.- Ser religioso. Ser creyente parece tener un efecto positivo sobre la felicidad. Y ese efecto se acentúa si, además de creyente, se es practicante. Este hecho se debe al fuerte apoyo social y moral que las comunidades religiosas ofrecen a sus feligreses. Para los creyentes es importante ese sentimiento de pertenencia a una comunidad porque esas relaciones con sus iguales influyen positivamente en la felicidad.
22.- Tener muchos amigos. En palabras del psiquiatra Enrique Rojas, "la amistad es uno de los platos fuertes del banquete de la vida" porque tener amigos nos asegura complicidad, intimidad, capacidad para desahogarnos en los malos momentos y buscar el apoyo y el refugio en el otro. Tener pues, una vida social amplia y consolidada influye positivamente en nuestro organismo y a su vez hace que nos sintamos más dichosos.
23.- Tomar el sol. Las personas con déficit de vitamina C son más propensas a desarrollar una depresión. Y como la mayor fuente de este componente es el sol...
24.- Valorar lo importante. La familia, el amor, el trabajo... Ésas son las "pequeñas" cosas que hay que apreciar en la vida. De hecho, es algo que consiguen los pacientes de cáncer o las víctimas de accidentes graves, gracias a lo cual presentan niveles de felicidad más elevados que las personas que no han pasado por eso.
25.- Ver poco la tele. Sólo 48 minutos al día parece lo recomendable para sentarse frente a la caja tonta y seguir siendo feliz. Según un estudio las personas infelices ven más la televisión que las felices. La televisión provoca que la gente no salga de casa, no socialice con los demás y no haga planes, elementos aislantes todos ellos.
Etiquetas: Pensando en la salud
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