Ornitología sobre lienzo
(Un artículo de Pedro Cáceres en el suplemento Eureka del Mundo del 3 de octubre de 2010)
[...] Durante un año, los ornitólogos han buceado en la pinacoteca, rastreando la presencia de aves en los cuadros y clasificando las especies representadas por los grandes maestros. [...] El autor principal [del libro Las aves en el Museo del Prado] es el biólogo Joaquín Gómez Cano, quien ha rastreado y clasificado las aves pintadas.
[...] Tras analizar 8.031 cuadros, se ha descubierto que hay aves representadas en 729 de ellos, casi un 9% del total. Además, el número de especies alcanza las 136. Los mamíferos solamente alcanzan las 47 especies, explica Joaquín Gómez Cano.
[...] Desde el punto de vista científico, dice Gómez Cano, hay ejemplos como el de la tórtola turca. Se piensa que se extendió por España en la segunda mitad del siglo XX, pero ya era pintada por los pintores españoles del siglo XIX: "Puede que no fuera abundante, pero ya estaba aquí", afirma. Caso similar es el del francolín, que ahora no existe en nuestro país, pero fue muy pintado por los maestros hace siglos, lo que es una muestra de la dispersión pasada de un ave extinta.
[...] entre las aves del museo hay representantes bien conocidos de nuestra fauna, pero también dodos, guacamayos, aves del paraíso o gallinas de Nueva Guinea. Animales exóticos que fueron incorporándose al mundo de referencias de los pintores a medida que Europa accedió a otros territorios.
Gracias a este trabajo, los estudiosos del arte certifican que hay especialistas en representar la fauna alada. Entre ellos, están dos sagas familiares: la de los Brueghel, en los Países Bajos, y la de los Bassano, en Italia. También se descubre un truco de los maestros antiguos. Puesto que les era imposible pintar del original, sobre todo en caso de especies exóticas, muchos recurrían a láminas descriptivas de las cuales copiaban el animal. De este modo, hay loros o aves del paraíso que se repiten prácticamente iguales en muchos cuadros del museo trazados por artistas distintos. Los maestros copiaban... y con efectos curiosos. Como esas láminas no indicaban proporciones, el pintor que las incorporaba a un cuadro propio daba al ave el tamaño que imaginaba. De este modo, el mismo pájaro puede aparecer con el tamaño de un gorrión o con el de un buitre, explica Joaquín Gómez Cano.
El autor añade otra curiosidad. En El carro del heno, del Bosco, hay fieles representaciones de aves europeas. Pero también aparece algo muy parecido a un kiwi, el curioso pájaro no volador oriundo de Nueva Zelanda. Esa isla no se descubrió hasta siglos después, así que, ¿cómo pudo el Bosco conocer al kiwi? No queda otra salida que pensar que la imaginó, por extraña que sea esa ave. Como se ve, el arte copia a la naturaleza y, a veces, la anticipa.
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[...] Durante un año, los ornitólogos han buceado en la pinacoteca, rastreando la presencia de aves en los cuadros y clasificando las especies representadas por los grandes maestros. [...] El autor principal [del libro Las aves en el Museo del Prado] es el biólogo Joaquín Gómez Cano, quien ha rastreado y clasificado las aves pintadas.
[...] Tras analizar 8.031 cuadros, se ha descubierto que hay aves representadas en 729 de ellos, casi un 9% del total. Además, el número de especies alcanza las 136. Los mamíferos solamente alcanzan las 47 especies, explica Joaquín Gómez Cano.
[...] Desde el punto de vista científico, dice Gómez Cano, hay ejemplos como el de la tórtola turca. Se piensa que se extendió por España en la segunda mitad del siglo XX, pero ya era pintada por los pintores españoles del siglo XIX: "Puede que no fuera abundante, pero ya estaba aquí", afirma. Caso similar es el del francolín, que ahora no existe en nuestro país, pero fue muy pintado por los maestros hace siglos, lo que es una muestra de la dispersión pasada de un ave extinta.
[...] entre las aves del museo hay representantes bien conocidos de nuestra fauna, pero también dodos, guacamayos, aves del paraíso o gallinas de Nueva Guinea. Animales exóticos que fueron incorporándose al mundo de referencias de los pintores a medida que Europa accedió a otros territorios.
Gracias a este trabajo, los estudiosos del arte certifican que hay especialistas en representar la fauna alada. Entre ellos, están dos sagas familiares: la de los Brueghel, en los Países Bajos, y la de los Bassano, en Italia. También se descubre un truco de los maestros antiguos. Puesto que les era imposible pintar del original, sobre todo en caso de especies exóticas, muchos recurrían a láminas descriptivas de las cuales copiaban el animal. De este modo, hay loros o aves del paraíso que se repiten prácticamente iguales en muchos cuadros del museo trazados por artistas distintos. Los maestros copiaban... y con efectos curiosos. Como esas láminas no indicaban proporciones, el pintor que las incorporaba a un cuadro propio daba al ave el tamaño que imaginaba. De este modo, el mismo pájaro puede aparecer con el tamaño de un gorrión o con el de un buitre, explica Joaquín Gómez Cano.
El autor añade otra curiosidad. En El carro del heno, del Bosco, hay fieles representaciones de aves europeas. Pero también aparece algo muy parecido a un kiwi, el curioso pájaro no volador oriundo de Nueva Zelanda. Esa isla no se descubrió hasta siglos después, así que, ¿cómo pudo el Bosco conocer al kiwi? No queda otra salida que pensar que la imaginó, por extraña que sea esa ave. Como se ve, el arte copia a la naturaleza y, a veces, la anticipa.
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