Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

domingo, septiembre 2

Grigori Perelman: un matemático genial III

E12 de noviembre de 2002 colgó un artículo casi ininteligible en el servidor de preprints llamado ArXiv. El 10 de marzo de 2003, colgó una segunda parte y comenzaron los problemas. El New York Times insinuaba que lo había hecho para ganar el millón de dólares de recompensa anunciado por el Instituto Clay. Para Grisha, eso, además de ser falso, era un insulto. El 17 de julio de 2004 colgó la última parte. Si la primera era de 30 páginas y la segunda de 22, esta tenía apenas siete. En tres textos de 59 páginas resolvía la Conjetura de Poincaré. En Estados Unidos, Richard Hamilton, un matemático de relumbrón, recibió la noticia como una bofetada, él había colocado las primeras piezas del puzle de la conjetura 20 años antes. También en China molestó el descubrimiento y varios equipos matemáticos se aplicaron a encontrar los fallos. Cuatro equipos internacionales encargados de descifrar los resultados, tras cuatro años de verificaciones y 1.000 páginas de informes, dieron el veredicto: el misterio de la conjetura había sido desvelado. Algunos matemáticos trataron de robarle los laureles lo que, unido a la indiferencia de sus colegas rusos, abrió una herida profunda. Despechado por el mundo de los matemáticos, que él creía perfecto y puro, aumentó su aislamiento y en 2005 renunció al puesto en el Instituto Steklov, donde trabajaba. Abandonó las matemáticas y se replegó sobre sí mismo, como una ostra lastimada No quería convertirse en un mono de feria. "No soy un héroe de la matemática. Ni siquiera tengo tanto éxito en ella. Por eso no quiero que nadie me mire", dijo.

Vive prácticamente en la miseria, de la pequeña pensión de su madre y de lo que gana dando clases particulares de matemáticas. Junto a la escalera, en su buzón siempre entreabierto, se amontonan las facturas. De vez en cuando va a la ópera vestido con traje y sombrero negros, suele comprar las entradas más baratas para el gallinero del Teatro Mariínski. Es amable y educado, pero cuando tratan de ofrecerle dinero, puede gritar y mostrarse grosero, incluso con gente que le ha ayudado en su carrera. Recibe esas muestras de solidaridad como un insulto. Algunos médicos insinúan que como Darwin, Einstein, Emily Dickinson, Bobby Fisher, Glenn Gould y otros genios tiene una especie de autismo conocido como el Síndrome de Asperger. Lo que es seguro es que carece de empatía, de la capacidad de imaginar los puntos de vista de los demás. Para él, la verdad es literal y sin dobleces. La última foto que pudieron hacerle la tomó un turista en el metro de San Petersburgo el 20 de junio de 2007. Muchos no creen que haya podido dejar de trabajar y sugieren que anda ocupado en resolver el segundo enigma del milenio, el de Navier-Stokes sobre el flujo de fluidos. Como lleva barba y grandes crucifijos, tiene siempre un rosario en el bolsillo y reza cada noche, también dicen que anda empeñado en probar la existencia de Dios asistido por el rayo de lucidez que ilumina su mente de tres pisos.