Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, octubre 7

Cien años de Beverly Hills: Donde vive Hollywood



(Un texto de David López en el XLSemanal del 5 de enero de 2014)

Beverly Hills celebra en 2014 su centenario como la ciudad con mayor número de 'celebrities' por metro cuadrado. Pero ¿cómo surgió esta población?

«Cualquiera que camina por Beverly Hills es una 'celebrity'», decía Groucho Marx. 

Él vivió en esta ciudad más de cuatro décadas y sabía, como contaba su hermano Harpo, que allí las condiciones de vida eran «unas cuantas miles de veces mejores que en el apartamento de la calle 93 Este de Nueva York al que los hermanos Marx llamábamos hogar».

Groucho no se equivocaba. El propio ayuntamiento de la ciudad insta hoy a los turistas a que practiquen el avistamiento de estrellas como actividad principal en la ciudad. Es decir, a que recorran sus barrios exclusivos escudriñando a ver quién es el propietario que sale de cada vivienda. O a que paseen por el Triángulo Dorado que forman las avenidas Santa Mónica, Wilshire y Canon Drive y estén atentos para descubrir qué actor entra a comprar en las célebres boutiques de Rodeo Drive. Ese Wilshire Boulevard, que atraviesa el condado de Los Ángeles como una enorme cicatriz en el mapa de 25 kilómetros y que a su paso por Beverly Hills muestra su cara más lujosa y exclusiva, es el mismo que recorrió en 1769 el primer extranjero que puso sus pies en esta ciudad: el español Gaspar de Portolà. 

El explorador catalán escribía así, sin saberlo, la primera página de una ciudad, Beverly Hills, que celebra este 2014 el centenario de su fundación. Aunque los primeros que se asentaron en la zona fueron el matrimonio del exsoldado español Vicente Ferrer Valdez y María Rita Villa de Vélez, quienes durante la primera mitad del siglo XIX mientras California pasaba a manos de un México recién independizado y después era comprada por los Estados Unidos tuvieron allí su rancho, El Rodeo de las Aguas, de 18 kilómetros cuadrados de extensión. Una propiedad cuya venta y partición tras el fallecimiento de Ferrer y el acoso de los indios a su viuda azuzaron la especulación en la zona, que terminaría en 1900 con las tierras en manos de un consorcio presidido por el empresario petrolero Burton E. Green. Su objetivo era perforarlo para encontrar oro negro. No lo había. Pero descubrieron que era una zona rica en agua, al contrario que las de los alrededores. 

Y así pergeñaron un plan para convertirlo en zona residencial.Green y sus socios lo vieron enseguida: aquello sería un oasis en California. Una ciudad distinta, como sigue siendo hoy, con jardines y centenares de árboles de especies diferentes: magnolias, palmeras pindó, lilas, cedros rosados... Para promocionarla, Green alcanzó un acuerdo con la familia Anderson, que en 1902 había abierto el Hollywood Hotel, para que construyeran otro allí. Y les garantizó que durante los siguientes 13 años no abriría ningún otro hotel, lo que les aseguraba que todos los visitantes se hospedarían en sus habitaciones. Y a Green y sus socios, que aquellos que se enamorasen de la nueva ciudad y quisieran vivir en ella acudirían a sus oficinas para comprar un terreno. Así fue como en 1912 se inauguró el Beverly Hills Hotel, el corazón espiritual de la ciudad. 

En sus habitaciones vivieron su romance Clark Gable y Carole Lombard; celebró sus lunas de miel Liz Taylor; y se recluyó recientemente Maria Shriver tras divorciarse del actor y exgobernador Arnold Schwarzenegger. El reclamo del hotel funcionó. Y, solo dos años después, los empresarios fundaron Beverly Hills.dice la editora y escritora Angelina Nancie Claire en el libro In the spirits of Beverly Hills que la editorial Assouline acaba de publicar para celebrar el centenario que «hay otras ciudades de proporciones míticas, a la vez reales e imaginarias. Pero a diferencia de la Nueva York de Sexo en Nueva York, que es una fantasía, Beverly Hills tiene todo lo que la imaginación puede crear». Las responsables de ese clima son las estrellas de cine, que desde su fundación optaron por vivir aquí. 

El polifacético Douglas Fairbanks fue el primero en establecerse. Tras él llegaron Rodolfo Valentino, Mary Pickford, que se casó en 1920 con Fairbanks, o Will Rogers. Fue precisamente el apoyo y la presión de los muchos famosos que ya vivían en 1923 en Beverly Hills lo que truncó aquel año el intento de Los Ángeles de anexionarse la nueva ciudad y convertirla en barrio suyo. Desde entonces, la lista de estrellas que han vivido y viven aquí es interminable: Clark Gable, Sammy Davis Jr., Greta Garbo, Doris Day, Kirk Douglas, Jodie Foster, Brad Pitt y Angelina Jolie... Artistas millonarios que han recurrido, además, al trabajo de algunos de los mejores arquitectos del siglo XX para hacerse sus mansiones (J. Martin Haenke, Gordon Kaufmann, Charles Moore, Frank Gehry...). 
De ahí que una de las actividades más típicas para los turistas y los curiosos sea subirse en uno de los minibuses que recorren la zona para visitar aquellas casas que pueden ser observadas desde el exterior. Fastuosas mansiones, muchas de ellas de estilos imposibles, en las que los turistas se imaginan a sus dueños repitiendo las palabras de Victoria Beckham cuando se trasladó allí en 2007: «Cada mañana, me levanto y me siento bendecida por vivir en Beverly Hills». Aunque también es bueno ser consciente de que esta ciudad tiene una doble cara. Como bromeaba Robert Redford: «Si pasas mucho tiempo en Beverly Hills, te conviertes en un Mercedes».

El precio de vivir en el paraíso

Una mansión cuesta, de media, 1.161.200 dólares. Alquilar un apartamento de tres habitaciones vale unos 1900 dólares al mes. Los ingresos medios por familia son de 110.040 dólares anuales. Solo en uno de cada cuatro hogares viven niños menores de 18 años. El 24% de los vecinos son judíos de origen persa.El alcalde, John A. Mirisch, es ejecutivo de Paramount Pictures.Su clima es benigno, con máximas de 29 ºC en agosto y mínimas de 19 ºC en enero.Debe su nombre a sus promotores, cuyo paisaje les recordaba a las colinas de Beverly, en Massachusetts.A la beverly hills high school han asistido, entre otros, Richard Chamberlain, Jamie Lee Curtis, Angelina Jolie, Lenny Kravitz, Nicolas Cage, Tori Spelling...