Descubren el paso de Aníbal por Los Alpes
(Un texto en el XLSemanal del 24 de abril de 2016 con
algunos datos recogidos del abc.es de la misma semana)
Descubren el punto exacto por dónde el ejército cartaginés
cruzó Los Alpes. Los excrementos de los animales han sido decisivos en la
investigación.
Resuelto el misterio que intrigaba a los historiadores desde
hace más de 2000 años: los 30.000 hombres, 37 elefantes y más de 15.000
caballos comandados por Aníbal cruzaron los Alpes en el año 218 antes de Cristo
por el Col de la Traversette, un paso angosto situado a casi 3000 metros de altura.
Era uno de los sitios por donde se pensaba que el ejército cartaginés atravesó
los Alpes en una de las campañas militares más audaces de la Historia.
Fue
una de las hazañas más grandes de toda historia
militar y, a día de hoy, es recordada por su extrema dificultad.
Corría el año 218 a.C. cuando -a pesar del insoportable frío, las constantes
nevadas y lo escarpado del terreno- el general cartaginés Anibal Barca,
-uno de los grandes estrategas de la antigüedad junto con Julio César,
Alejandro Magno y Escipión el africano- logró atravesar los Alpes
junto a 30.000 soldados, 12.000 caballos y 37 elefantes de guerra. Su objetivo:
llegar hasta las puertas de Roma y conquistar por sorpresa la ciudad. Sin
embargo, y a pesar lo increíble que fue la gesta, hasta ahora seguía habiendo
un misterio a su alrededor que desconcertaba a los expertos: ¿Qué ruta utilizó
el militar para cruzar las montañas?
Esta
pregunta podría haber sido respondida con contundencia científica por un equipo
multidisciplinar de las universidades de York, en Toronto (Canadá), y de
Queens, en Belfast (Reino Unido). La certeza de que ese es el lugar de la
mítica hazaña la han dado los excrementos de los animales: 15.000 caballos
tenían que haber dejado abono a su paso. A medio metro de profundidad, los
investigadores han encontrado en el paso de Traversette, ubicado entre Francia
y Turín, un estrato con ingentes cantidades de importante presencia de clostridia,
un microbio habitual en las deposiciones equinas y que sobrevive miles de años.
Para
llegar a esta conclusión, el equipo se sustenta en una serie de análisis
microbianos, de química ambiental y de polen realizados sobre un depósito de materiales
fecales -probablemente de caballos- hallados en el paso de Traversette. Estos
restos han sido fechados alrededor del año 200 a.C. gracias a un estudio de isótopos de carbono y, por suerte, han sido
hallados en el interior de un viejo pantano (uno de los pocos lugares que
podría haber sido utilizado por el ejército de Anibal para dar de beber a sus
monturas. El lugar fue descubierto durante una serie de expediciones geológicas
realizadas en la zona.
En
palabras de los expertos, más de un 70% de los microbios del estiércol son de
un grupo conocido como clostridium, los cuales suelen aparecer en la flora
intestinal habitual de animales. Su futuro análisis, además, podría llevar a la
confirmación absoluta de que pertenecen a las monturas cartagineses. Con todo,
y a pesar de lo interesante del hallazgo, de momento los investigadores han
sido incapaces de determinar con total seguridad el origen animal o humano de
las bacterias.
«El
análisis genético necesita ser ampliado para estar completamente seguros.
Actualmente estoy liderando un programa de microbiología para tratar de
reconstruir total o parcialmente las muestras de clostridium encontradas en el
fango de Traversette», ha explicado Chris Allen (Porfesor titular de
Microbiología del Medio Ambiente en la Universidad Queen de Belfast y
colaborador en el estudio) en un artículo publicado en la página especializada
«The Conversation».
En
este sentido, el experto ha señalado que también están tratando de encontrar
los huevos de las tenias intestinales que pudieran residir dentro de los
animales y que hayan quedado «guardados en el lugar como diminutas cápsulas de
tiempo».
El
paso de Traversette es sumamente estrecho y está ubicado en una hilera de picos
que se encuentra entre al sur-este de Grenoble (en Francia) y sur-oeste de
Turín (en Italia). Se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar y,
según Allen, es un camino sumamente irregular y abrupto. Esta ruta,
curiosamente, fue propuesta hace más de un siglo por el filósofo Sir Gavin de
Beer, aunque no fue aceptado por la comunidad científica. En la actualidad, así
pues, se le ha dado la razón a este experto.
Con
todo, a día de hoy sigue pareciendo extraño que Anibal usase este camino, pues
es uno de los más difíciles de la zona. «Aníbal no estaba preocupado entonces
por las acciones del ejército romano, le preocupaban más los ataques de las
tribus que habitaban esa región, la mayoría galas. Eran una fuerza militar
importante y, quizá, se vio obligado a tomar la ruta más difícil para evitar
caer en una devastadora emboscada», añade Allen. A pesar de esta teoría, todavía
se sigue barajando que pudiera dirigir a su ejército a través de pasos como el
de du Clapier, ubicado más al norte y mucho menos traicionero.
En
cualquier caso, Aníbal atacó Roma por donde menos se esperaba. Subió desde
Hispania y cruzó los Alpes, una barrera que se consideraba Infranqueable, con
sus hombres, caballos y elefantes. La epopeya fue muy dura: murieron miles de
hombres y los paquidermos también sucumbieron enfermos, exhaustos y
hambrientos. Los elefantes resbalaban en la nieve, se asustaban ante los
precipicios y no cabían por los estrechos caminos montañosos. Aníbal ordenó
ensanchar los pasos; muchos hombres se despeñaron. Pero antes de morir, hombres
y elefantes provocaron el pánico de los enemigos de Aníbal.
El
ejército cartaginés mató a un millón de personas en su enfrentamiento con Roma,
pero no venció. El general Escipión el Africano los derrotó en lama, en el
norte de África, en el año 202 antes de Cristo. Así acabó la Segunda Guerra
Púnica.
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home