Punción seca: pinchazos contra el dolor
(Un texto de Pablo Francescutti en la revista Mujer de Hoy del 18 de junio de 2016)
Tiene raíces asiáticas, alivia el dolor con
agujas, actúa sobre puntos corporales... pero no es acupuntura. Es una
técnica terapéutica intramuscular surgida de la medicina occidental que
gana adeptos a medida que se difunden sus beneficios.
[...] el especialista [...] saca y mete varias veces la aguja, durante un periodo de 60 y 90
segundos. Duele, pero es soportable. Producir dolor para eliminar el
dolor, tal es el secreto de este método poco conocido en España. [...]
La punción seca, en cambio, trabaja con nudos de contracción muscular llamados "puntos-gatillo". Desde ellos se expande el dolor miofascial, que a veces se expresa como un hormigueo o quemazón sensible a bastante distancia de su origen. No hay en juego meridianos ni energías bloqueadas; solo fibras híper irritadas por sobrecargas, estrés o malas posturas, o sea fisiología de lo más terrenal. Por añadidura, mientras los puntos acupunturales son fijos (en toda consulta de acupuntor cuelga un mapa anatómico con su distribución), los "puntos-gatillo" varían en cada paciente y el fisioterapeuta debe encontrarlos valiéndose de su conocimiento de las disfunciones del sistema músculo-esquelético.
Gracias a la espalda de Kennedy
Aunque su origen se discute, todos coinciden en que la punción seca saltó a la fama en Taiwán. En esa isla, un fisioterapeuta de nombre Chang-Zern Hon observó un fenómeno curioso mientras infiltraba anestésicos a sus pacientes: estos notaban mejorías que no guardaban relación con el líquido inyectado, lo que les aliviaba era el pinchazo. Procedió entonces a pincharles sin introducir sustancia alguna (de allí el nombre de punción seca) y, a base de ensayo y error, recolectó las pruebas de sus beneficios que publicó en 1994 en una revista científica y sirvieron a la novedosa técnica de rampa de lanzamiento.Hoy, la punción seca se practica en diversos países. En España la aplican los fisioterapeutas. "Esta técnica contrae el músculo afectado hasta producir su relajación", explica César Fernández de las Peñas, director del Departamento de Fisioterapia, Terapia ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid. El bienestar alcanzado no se explica solamente por un efecto placebo: se ha comprobado que la estimulación intramuscular con agujas produce cambios objetivos en la zona tratada, pues mejora la oxigenación celular y el flujo sanguíneo a la vez que reduce la concentración de los agentes químicos implicados en la respuesta dolorosa.
Atacar o esperar
El objetivo es claro: eliminar el sufrimiento causado por las tensiones musculares en las que haya puntos-gatillo implicados. "A nuestra consulta acuden sobre todo pacientes aquejados de dolores de espalda y de cuello", detalla Jorge Rodrigo, profesor de la Escuela de Fisioterapia de Toledo adscrita a la Universidad de Castilla-La Mancha. La suya es una clientela mayormente femenina, un sesgo de género que atribuye a que "las mujeres son más conscientes de la necesidad de atacar el dolor, mientras el hombre prefiere aguantar y a esperar que se le pase".¿Cuántos pinchazos son necesarios? Por lo general, los síntomas desaparecen tras la primera intervención, coinciden los expertos. En caso de que las molestias reaparezcan, se vuelve a aplicar la punción seca las veces que haga falta espaciando las sesiones.
La punción seca resulta eficaz en dolores crónicos musculo-esqueléticos: contracturas, fibromialgia y patologías de tipo postural y laboral. "También da muy buen resultado en dolores ginecológicos, migrañas y cefaleas", precisa Fernández de las Peñas.
Pero que nadie piense que se trata de una panacea: la duración del efecto tonificante depende mucho de la actividad física del paciente. Advierten los fisioterapeutas que una persona sedentaria necesitará, al cabo de una semana o un mes, repetir sesiones o completarlas con otros tratamientos. Y desde luego, no se recomienda este sistema a quienes tienen pánico a las agujas. Tampoco le conviene a las embarazadas con trastornos derivados de puntos-gatillo localizados en las regiones pélvica y abdominal. En cuanto a reacciones adversas, "rara vez se produce sangrado. Lo más común es sentir agujetas que a las 48 horas desaparecen", asegura César Fernández de las Peñas.
¿Acabará la punción seca por reemplazar a la acupuntura? Los especialistas se niegan a oponer ambas modalidades. "Las dos son válidas, una llega adonde la otra no", afirma Fernández de las Peñas. Y Jorge Rodrigo destaca su función complementaria: "Si el paciente viene muy dolorido y demanda un alivio rápido, se aconseja la punción seca, que se puede simultanear con pinchazos en ciertos puntos acupunturales", precisa.
La diferencia entre ambas radica entre el enfoque puntual de la punción seca, centrada
en el tratamiento de dolencias concretas, y la visión holística de la
medicina china, que no trata enfermedades sino enfermos. La acupuntura
tiene efectos menos intensos y más lentos, pero conduce a un estado de
equilibrio más duradero. Por otra parte, "no es del todo cierto que el
concepto de punto-gatillo sea ajeno al bagaje de la acupuntura", señala
Jorge Rodrigo.
Agujas milenarias:
- La acupuntura ya existía en Asia hace 2.000 años. Si bien llegó a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, de la mano de inmigrantes asiáticos. su proyección internacional se inició tras la visita de Richard Nixon a China en 1971.
- En España solo está regulado su ejercicio en centros sanitarios, siendo el médico el responsable de los tratamientos mediante "técnicas de estimulación periférica con agujas". Salvo algunas excepciones en Andalucía y Cataluña, no entra dentro del catálogo de las prestaciones que ofrece la sanidad pública.
- La creencia de la acupuntura en flujos energéticos de naturaleza mística ha llevado a sus detractores a tacharla de pseudociencia. Pese a ello, en 1996 la Organización Mundial de la Salud, basándose en los ensayos clínicos disponibles hasta ese momento, reconoció que tenía un impacto positivo en un largo listado de enfermedades. Y aunque aún no se han aclarado sus mecanismos fisiológicos, Jorge Rodrigo lo tiene claro: "Para situaciones de crisis cáncer, por ejemplo, la medicina occidental es obligada. Para procesos crónicos como dolores sin causa orgánica o el sufrimiento oncológico, mi opción es la acupuntura".
Etiquetas: Pensando en la salud
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