Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, noviembre 6

Juego de clones: la inspiración tras la serie

(Un texto de Dan Jones en el XLSemanal del 30 de julio de 2017)

Matanzas, madres de dragones, muros de hielo, golpes palaciegos… ¿Todo es pura fantasía? El historiador Dan Jones, que ha colaborado con los productores de ‘Juego de Tronos’, nos revela las claves históricas de la serie.

La trama de ‘Juego de tronos’ fue descrita por primera vez en 1993 en una carta que George R. R. Martin envió a su agente literario. El escritor y guionista tenía por entonces 45 años y había escrito 13 capítulos de lo que él llamaba «una trilogía épica». Consistía en un ciclo de «tramas, contratramas, ambición, asesinatos y venganzas, con el trono de hierro de los Siete Reinos como trofeo para el ganador». El mundo que había empezado a imaginar era Poniente: un vago homenaje a las Islas Británicas en un momento no determinado de la Edad Media, inspirado en las venganzas familiares que se dieron en Inglaterra en el siglo XV.

En Poniente, la casa Lannister compite contra la casa Stark. Esta rivalidad, más o menos inspirada por las luchas entre los Lancaster y los York durante las guerras de las Dos Rosas, abarca varias generaciones y está jalonada por sangrientas venganzas y traiciones.

En las lindes de Poniente se encuentran unas peligrosas tierras cuya descripción también bebe de la Historia. Al norte se alza una gigantesca muralla de hielo; fabulosa construcción que el escritor imaginó después de visitar el muro de Adriano, levantado en Britania por orden del emperador romano para defender el territorio. La vigilancia del Muro corre a cargo de los castos guerreros de la Guardia de la Noche, una organización parecida a los Caballeros Templarios, guardianes de Jerusalén en las cruzadas. La Guardia de la Noche es la última defensa de la civilización en una helada tierra sometida a las incursiones del «pueblo libre» -inspirado en los pictos, una tribu que habitaba el norte de Escocia- y un ejército de caminantes blancos, seres de hielo ‘no muertos’.

En el otro extremo de Poniente se extiende un ardiente desierto salpicado por ciudades-estado frecuentadas por nómadas, traficantes de esclavos, asesinos y dragones. Entre ambos universos se mueve un descomunal elenco de personajes que disputan, maquinan, masacran, guerrean y fornican como posesos.

En conjunto, estamos hablando de una mezcolanza de fantasía, historia y, sí, pornografía, que encuentra inspiración en la sordidez humana e incluye secuencias de tortura, prostitución, incesto, sodomía y violación. Los fundamentos éticos de este mundo son opacos. La única regla es: valar morghulis. Expresión que traducida del ficticio alto valyrio significa. ‘todos los hombres tienen que morir’.

«Quiero que el lector se quede con la sensación de que nadie está completamente a salvo, ni siquiera los personajes que dan la impresión de ser los héroes -escribió Martin a su editor en 1993-. El suspense siempre es mayor si tienes claro que cualquier personaje puede morir en cualquier momento».

Pero Juego de tronos rebasa el ámbito de la Edad Media inglesa para inspirarse en fenómenos tan dispares como las guerras púnicas o la Inquisición española. Eso sí, con dragones y zombis.

Lo más curioso es que, a pesar de sus desvaríos fantásticos, mantiene una reputación de respetabilidad intelectual entre muchos historiadores. De hecho, los análisis de la saga se han convertido en una rama oficial de los estudios de humanidades. Este otoño, en la Universidad de Harvard se impartirá el curso El verdadero Juego de tronos: de los mitos modernos a los modelos medievales, en el que se explicará cómo la serie «se hace eco y adapta, a la vez que distorsiona, la historia y cultura del ‘mundo medieval’ de Eurasia desde el año 400 hasta el 1500».

Los historiadores se sienten fascinados por Juego de tronos por tres razones. En primer lugar es un placer ver que tu especialidad adquiere nueva relevancia. Como explica Montefiore, autor de una reciente biografía sobre la truculenta dinastía rusa de los Romanov: «Cada episodio de la serie lleva a pensar en la guerra de las Dos Rosas. Pero también me recuerdan historias que he recogido en Los Romanov, con zares dementes y despiadados, golpes palaciegos, depravación sexual y horrendos empalamientos». Simon Schama está de acuerdo. «Dejando aparte los dragones, todo es bastante cercano al vicio y la violencia inherentes a las ciudades-estado del Renacimiento -afirma-. Maquiavelo, sin duda, hubiera escrito unos guiones fabulosos».

En segundo lugar, está el sentido de libertad. A los historiadores no les suelen gustar los dramas históricos. Fruncen el ceño ante los errores. Pero Juego de tronos no pretende mostrar una verdad histórica y su narrativa no se reduce a una batalla entre buenos y malos, sino que es una cambiante y compleja red de esperanzas y fracasos humanos. En Poniente el bien y el mal son términos relativos, lo que proporciona a la serie una poderosa verosimilitud.

No es historia, de acuerdo

¿Pero el severo Tywin Lannister está basado en Eduardo I? ¿El psicópata niño-rey Joffrey es, en realidad, Ricardo II? ¿El intrigante enano Tyrion, Ricardo III? ¿Quién es Jon Nieve? Los jinetes sedientos de sangre conocidos como los dothrakis tienen que ver con los mongoles? ¿Es posible que Jaime Lannister sea el caballero alemán del siglo XVI Gottfried von Berlichingen, quien perdió una mano en combate y se valía de una prótesis de metal? Cuando en Juego de tronos se dice que «el invierno se acerca», ¿es una referencia al antiguo concepto noruego de fimbulvetr: tres inviernos seguidos sin ningún verano, antecesores del Ragnarok o fin del mundo?

La respuesta a estas preguntas es siempre «quizá», «más o menos». Pensemos en los parecidos entre Tyrion y Ricardo III, el príncipe jorobado que intrigó hasta acceder al trono de Inglaterra en 1483 y que acabó derrotado en la batalla de Bosworth y con la reputación rota por William Shakespeare. No hay duda de que existen similitudes superficiales entre Tyrion y Ricardo. Hijo menor de una ambiciosa familia noble, Tyrion es inteligente, pero su físico lo aparta de su familia y de su clase social, como pasaba con Ricardo y su curvatura de columna. Al igual que Ricardo, Tyrion es acusado injustamente de asesinar al hijo de su hermana; lo mismo que a Ricardo, casi todos lo subestiman. Un dato. en la sinopsis escrita por Martin en 1993 se indicaba que Tyrion y cuatro más sobrevivirían al clímax del relato.

Sin embargo, el parecido en términos generales es limitado. Para empezar, Tyrion es un Lannister -la casa que Martin basa en los Lancaster-, mientras que el auténtico Ricardo III era un hijo de York. Tyrion es un canalla, un borracho y un fornicador; no parece que Ricardo III lo fuera. Al comienzo de la temporada 7, Tyrion ha asesinado a su padre, ha abandonado a su familia y se ha unido a Daenerys Targaryen, la «madre de dragones».

A Daenerys los fanáticos de la historiografía la relacionan con la némesis de Ricardo III, Enrique Tudor, quien reunió un ejército en Bretaña y avanzó bajo una bandera de dragones. En la vida real, por tanto, Ricardo y Enrique fueron enemigos irreconciliables. Así que Martin se inspiró en las guerras de las Rosas, pero no solo…

Es verdad que Daenerys recuerda a Enrique Tudor, pero cuando cabalga al frente de su ejército, medio diosa y medio reina, quien viene a la mente es Juana de Arco. Cuando decide residir en la Gran Pirámide de Meereen o llega al anfiteatro romano en la temporada 5, el nombre recuerda a Cleopatra. La fascinación romántica que inspira a su consejero Ser Jorah Mormont tiene mucho que ver con la literatura caballeresca… ¿Daenerys es alguna de estas figuras? ¿Todas? ¿Ninguna?

Esta es la respuesta que da Martin a esa pregunta: «Me interesa toda la historia en su conjunto. Todo es fascinante en extremo […] Hay un montón de cosas que superan a la ficción, que sería casi imposible inventar. Y, por supuesto, yo no me las invento. Me apropio de ellas, las modifico, como quien lima el número de serie de un coche robado, si antes eran rojas ahora las pinto de granate, y al final tengo entre manos un fantástico capítulo para mi próximo libro».

Estas palabras explican la famosa secuencia de la boda roja, en la temporada 3, cuando la familia Stark es masacrada en un banquete.

Se cree que está inspirada en la cena negra, festín que tuvo lugar en el castillo de Edimburgo en 1440, cuando los guardianes del rey escocés Jacobo II asesinaron al adolescente duque de Douglas y al hermano menor de este; al parecer, la señal convenida para desenvainar las armas fue la llegada a la mesa de una bandeja con una cabeza de toro.

Martin ha explicado que la boda roja también está inspirada en la matanza de Glencoe, de 1692, cuando después de la «gloriosa revolución», decenas de miembros del clan MacDonald de Glencoe fueron asesinados en su propia casa por unos huéspedes. Los dos acontecimientos, separados por 250 años en la historia de Escocia, han sido retorcidos, salpimentados y ajustados a los vaivenes políticos de Poniente.

Apoyo histórico

El autor de este reportaje es un reputado medievalista. «Los productores de la serie me dijeron que el creador de la saga había solicitado mi participación. No sé si será verdad». El historiador colaboró en una película documental oficial sobre las influencias históricas en Juego de tronos.

Notas:
Poniente e Islas británicas. Poniente es un vago homenaje a las Islas Británicas, una especie de Irlanda invertida con Inglaterra encajada al norte.

Jaime Lannister es… Gottfried Von Berlichingen. Este caballero alemán del siglo XVII perdió una mano en combate y usaba una prótesis de metal. 

El rey Joffrey es… Ricardo II. Subió al trono con diez años. Antes, los historiadores aseguraban que era un demente; ahora, prefieren decir que sufrió un «trastorno de personalidad».

Tyrion es… Ricardo III. Sintió el rechazo de los suyos por una escoliosis que le dificultaba caminar. Fue rey de Inglaterra desde 1483 hasta su muerte. Último de la casa York. 

Daenerys Targaryen es… Juana de arco. Esta heroína y militar francesa del siglo XV era una estratega de talento. Además, estaba dotada de un inquebrantable código moral. Y también Cleopatra. Representa el exotismo. Además, su padre, Ptolomeo, fue temido por su crueldad. También lo fue el Rey Loco, el padre de Daenerys.

Enrique VII fue Rey de Inglaterra y fundador de la dinastía Tudor. En el siglo XV, su ejército avanzó contra Ricardo III bajo una bandera de dragones.

Etiquetas: