El español que descubrió las fuentes del Nilo Azul
(Un texto de Fátima Uribarri en el XLSemanal del 3 de junio de 2018)
Pedro Páez padeció todo tipo de penurias y aventuras (incluidos siete años en prisiones turcas) para llegar hasta el nacimiento del río africano, hace ahora 400 años.
Me alegré de ver lo que tanto desearon ver el rey Ciro […], el Gran Alejandro y el famoso Julio César». Así explicó Pedro Páez su emoción al ser el primer occidental en descubrir las fuentes del Nilo Azul. Lo logró en 1618 -hace ahora 400 años- y es un hito que se quiso atribuir el británico James Bruce 152 años después.
Pero Páez dejó prueba escrita de su hallazgo: es autor de una colosal Historia de Etiopía, que ahora reedita Ediciones del Viento y que a ratos es un vibrante libro de aventuras. Pedro Páez (que nació en 1564 en Olmeda de las Cebollas, hoy Olmeda de las Fuentes, Madrid) partió de España rumbo a Goa (India) cuando era un sacerdote jesuita de 24 años. De la India partió hacia Etiopía con el padre Antonio de Montserrat: su misión, expandir su religión.
La travesía fue una pesadilla, con tormentas, ataques de piratas…, y finalizó con los dos sacerdotes cargados de grilletes: los capturaron los turcos. Siete años penaron en Omán y el Yemen. Hasta que el mismísimo Felipe II mandó pagar 500 coronas de oro por cada uno. En su camino de vuelta a Goa fue de los primeros en conocer el café. En 1603, Páez volvió a intentar llegar a Etiopía, esta vez disfrazado de armenio. Lo consiguió: accedió a la corte de Susinios, emperador etíope. Se convirtió en su consejero y lo acompañó en sus campañas, así encontró las fuentes del Nilo Azul, al sur del lago Tana. En una de sus orillas está enterrado.
Pedro Páez, sacerdote jesuita del siglo XVII, dominaba el portugués, el persa, el árabe y las lenguas etíopes amárico y ge’ez. Su misión era convertir Etiopía al catolicismo.
Las fuentes del Nilo
Al sur del lago Tana, en Etiopía, se encuentran las fuentes del Nilo Azul, halladas en 1618 por Pedro Páez. En Jartún (Sudán) se une con el Nilo Blanco y desemboca en el mar Mediterráneo.
Pedro Páez viajó desde Goa (India) hacia Etiopía en 1589, pero de camino lo capturaron los turcos. Estuvo preso siete años en Omán y el Yemen. En 1603 lo intentó de nuevo. Cruzó el mar Rojo, arribó a Etiopía y se integró en la corte de su emperador.
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia, s. XVII
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