¿Por qué adornamos con elementos de colores un abeto?
(Extraído de un texto de David Navarro en el Heraldo de Aragón
del 8 de diciembre de 2018)
El abeto decorado procede de tradiciones del norte
de Europa, donde sus pobladores honraban el nacimiento de Frey, a finales de
diciembre, adornando con frutas un árbol perenne. Las bolas que ahora colgamos
habrían sustituido a esas frutas. Con la evangelización, la tradición se
mantuvo, pero sustituyendo el dios al que se recordaba. La decoración del árbol
con velas y objetos comenzó en Alemania a principios del siglo XVII y llegó a
Inglaterra en 1820. Pero fue la reina Victoria la que decoró en 1841 el primer
abeto para agasajar a su marido, el alemán Alberto de Sajonia.
¿Por qué ponemos el belén en España? Aquí, la
tradición insiste en poner el belén por delante del árbol. Pero no es cierto
que el abeto adornado sea una costumbre que hayamos copiado de las películas.
Esta tradición fue llevada a las Américas en el siglo XV por los españoles, lo
que demuestra que ya estaba instaurada en la Península. Aun así, el belén es el
adorno más tradicional. ¿Cuál es su origen? Fue San Francisco de Asís quien,
tras regresar de Belén impresionado por la visita a la cueva donde nació el
Niño, propuso instalar en una gruta de Greccio (Italia) un altar, un pesebre
con la imagen de piedra de Jesús y un buey y mula vivos. Se inspiró en los
escritos de lsaías, que nombraba a los dos animales. Cuentan que miles de
personas acudieron a verlo y que cuando San Francisco tomó la figurita en
brazos, esta cobró vida. El milagro llevó a popularizar el belén, sobre todo en
Nápoles, donde se convirtió en un arte. De allí trajo la idea en el XVIII
Carlos III, rey español y de Nápoles.
¿Cuál es el origen de Papá Noel? El obispo cristiano
Nicolás de Bari vivió en el siglo IV en Anatolia (actual Turquía). De él se
cuentan muchas historias de su bondad y generosidad, especialmente con los
niños. En Holanda se popularizó su imagen con la del bonachón que trae regalos
en Navidad, y esa tradición llevaron los inmigrantes a Nueva York, que hicieron
de Sinterklaas (San Nicolás) su patrón. Washingon lrvin hizo una sátira
escribiendo su nombre como Santa Claus y creció la leyenda: Harper's Weekly lo
dibujó barbudo y grueso, vestido de tonos dorados. Otros lo pintarían rojo,
tono que popularizó Coca Cola desde 1931.
Etiquetas: Tradiciones varias
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