Loterías del mundo

(Un texto de Martín Tribaldos Fernández en el dominical del Periódico de Aragón del 26 de agosto de 2018)

Jugar a la lotería es una tradición muy arraigada en España, pero no es el único país con sorteos millonarios, cada uno con su respectiva historia.

Hay decenas de loterías millonarias en todo el mundo. La buena noticia es que es posible participar en ellas por internet; la mala, que puede conllevar riesgos y, en cualquier caso, siempre hay que contar con el aspecto fiscal.

FISCALIDAD Y LEGALIDAD

Los impuestos son uno de los inconvenientes de ser agraciado con un premio de lotería. De acuerdo con Jordi Baqués, delegado de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), hay dos pasos que seguir en caso de ganar un premio en una lotería extranjera. Primero hay que pagar la retención en la fuente, es decir, en el país del sorteo. Después, se puede consultar el convenio entre ese país y la Agencia Tributaría y pedir una devolución para evitar así una doble imposición, ya que cualquier premio de más de 10.000 euros (este año se elevó esta cifra desde los 1.500 anteriores) está gravado en España al 20% en cualquier caso.

Sobre el aspecto legal, fuentes del Ministerio de Hacienda confirman que no hay ninguna prohibición acerca del juego de loterías extranjeras en España, de la misma manera que miles de turistas compran décimos de la lotería de Navidad. Pero avisa a los jugadores de que "la legislación no le ampara”; y por lo tanto no están protegidos si hay fraude. Es decir, la compra de lotería extranjera, ya sea por internet o presencialmente, no está regulada, por lo que en caso de estafa se debería reclamar, si se tercia, a los países emisores o a la página de compra.

JUGAR POR INTERNET

Internet es el método más sencillo para jugar en loterías extranjeras, pero el más arriesgado. Se debe tener absoluta seguridad de que la web utilizada es segura y confiable, pues las estafas están a la orden del día en el mundo de las loterías digitales. El método habitual de los operadores web es hacer dé intermediarios, comprando lotería en nombre del cliente, que recibe el documento escaneado como prueba. El cobro de premios secundarios se hace por transferencia automática, pero para cobrar los premios principales, que pueden llegar a cientos de millones; suele ser necesario ir personalmente a la administración local del sorteo.

ESTADOS UNIDOS, PAÍS DE RÉCORDS

Prácticamente todos y cada uno de los estados del país norteamericano cuentan con su propio sorteo semanal. Desde Florida hasta Oregón, los premios varían en función del estado y del bote acumulado. Pero también existen dos sorteos nacionales que se pueden jugar en todo el país, exceptuando los seis estados en los que no existe lotería. Pese a que su historia es relativamente corta en comparación a las loterías europeas, ambas han repartido cifras de récord. En el año 2016, Powerball acumuló un boté de 1.586 millones de dólares, el máximo en la historia de las loterías, mientras que su hermano Mega Millions repartió 656 millones de dólares en el 2012. Estas cifras se refieren a los premios cobrados en 30 anualidades, ya que si se prefiere cobrar a tocateja se suelen reducir en un 40%. El bote mínimo de estas dos loterías es de 40 millones de dólares.

EN MÉXICO SE TIENE UNA CORAZONADA

La lotería nacional mexicana se llama Me late, en referencia ("me late”) a la premonición de poder ganar una buena cantidad de pesos mexicanos. El premio récord fue de 972 millones de pesos en el 2013, unos 43 millones de euros. Un año antes, trabajadores de la empresa encargada de realizar los sorteos amañaron uno de ellos para ganar el bote principal y el de la llamada Revancha, lo que causó una gran polémica. La Revancha es una modalidad de juego consiste en una segunda oportunidad de ganar un bote inferior en un nuevo sorteo, a cambio de comprar un segundo boleto de unos cincuenta céntimos (el boleto de Me late cuesta menos de setenta céntimos). La Revanchita sigue el mismo procedimiento, añadiendo un tercer sorteo a cambio de unos veinte céntimos de euro. Todos los premios han de dejar un 7% a las arcas públicas en forma de impuestos federales, exceptuando el estado de Zacatecas, en el que la contribución es de tan sólo un 2,65%.

LOTERÍA DE LOS VIKINGOS

Los países nórdicos comparten algo más que su situación geográfica y su clima: también una lotería. Suecia, Finlandia, Noruega, Islandia, Dinamarca, Estonia, Lituania, Letonia y, sorprendentemente, Eslovenia comparten el bote principal, pero cada país decide posteriormente la cantidad que dedica al resto de los premios. Predecesora de otras loterías transnacionales como el Euromillones, la Vikinglotto nació en 1993 y fue la primera lotería multinacional. Los sorteos se celebran cada miércoles en la ciudad noruega de Ha mar, y el premio principal se otorga en euros.

LA POLLA CHILENA

Desde 1934 los chilenos juegan a la Polla. El nombre viene del femenino de pollo, lo que en España llamaríamos gallina. Y es que la Polla chilena pretende ser la gallina de los huevos de oro de todos aquellos jugadores que confíen en su suerte. Cuenta con multitud de juegos bajo la misma denominación: Polla Boleto, Polla Gol, Raspes de Polla, Polla Bingo o Polla Xperto son algunos de ellos. El máximo repartido por la Polla fue de seis millones de euros en el 2016 en un sorteo de la Loto, otro de los sorteos clásicos del país andino. La Loto ofrece juegos derivados del sorteo principal, que aumentan las posibilidades de ganar a la vez que disminuye el bote: Revancha, Desquite y Ahora Sí que Sí. Desde el año 2015 se realiza un sorteo en el que todos los chilenos participan de forma gratuita, ya que se reparte el premio entre todos aquellos que tengan un número de identificación chileno conocido como RUT.

HONG KONG MARK SIX, LA LOTERÍA SIN IMPUESTOS

Pese a que el régimen chino es uno de los más cerrados del mundo, la antigua colonia británica de Hong Kong goza de ciertas libertades, como su propio sorteo de lotería. Como dice su nombre, se trata de escoger seis números de 49 posibles. La popularidad entre los habitantes de la isla es tal, que aquel que no haya jugado nunca es considerado un mal ciudadano. El principal aliciente de esta lotería es que no está gravada por ningún tipo de impuesto en el país de origen, aunque los premios de más de 2.500 € deben tributar en España. Eso sí, el bote mínimo es relativamente bajo: poco más de 800.000 €.