Keukenhof

(Leído en un texto de Marta Gozalez-Hontoria en el mundo del 14 de abril de 2020)

Cada primavera, y solo durante dos meses, Keukenhof atrae a 1,5 millones de visitantes. Por primera vez en su historia, el jardín floral más grande del planeta, todo un icono de los Países Bajos, no abrirá sus puertas por el coronavirus. Solo se podrán ver sus siete millones de bulbos plantados a través de YouTube.

Más de 32 hectáreas tapizadas de tulipanes y otras especies. El espectáculo se repite desde 1950 y se ha convertido en una cita imprescindible para los amantes de las flores (y de la primavera en general). Al jardín floral más grande del mundo, situado a media hora de Ámsterdam, acuden más de un millón de personas de más de cien países distintos.

Keukenhof abre ocho semanas al año, cuando su gran mosaico formado por miles y miles de tulipanes, sus distintos jardines de narcisos y jacintos, y sus pabellones exhiben toda la musculatura botánica de los Países Bajos, el primer productor mundial de flores. El jardín alberga hasta 800 tipos de tulipanes de todos los colores.

El jardín, localizado en Lisse, al sur del país, tenía previsto abrir el pasado 31 de marzo. La fecha se pospuso hasta la semana pasada, pero debido a las medidas de confinamiento que Holanda ha impuesto, de momento, hasta el 28 de abril, ha decidido finalmente su cierre en 2020.

La historia de Keukenhof se remonta a 1857 cuando la baronesa y el barón Van Pallandt encargaron a los paisajistas del parque del Vondelpark en Ámsterdam un diseño para los jardines que rodeaban su castillo. Fue en 1949 cuando un grupo de productores de bulbos decidió utilizar el espléndido escenario para exhibir sus productos, abriéndolo al público un año después.

El jardín presenta cada año un aspecto distinto. En otoño, los jardineros plantan a mano los 7 millones de bulbos que donan cerca de un centenar de productores. Es un proceso que se realiza a lo largo de octubre y diciembre con la idea de sincronizar su florecimiento y que el espectáculo dure los dos meses que se muestra al público. Los jardineros juegan además con los colores, las variedades y el arreglo de las plantas.

Para visitar Keukenhof hay que dejarse llevar por sus caminos multicolores sombreados por cerca de 2.500 árboles. Hay más de 15 kilómetros de senderos desde los que se pueden apreciar además las obras de arte que pueblan el lugar. Estamos también ante el mayor parque de esculturas de Holanda.