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sábado, mayo 27

Los gorros de piel de la Guardia británica

(Leído en una publicación Jesús García Barcala en su blog www.cienciahistorica.com el 6 de mayo de 2017)

Los sombreros de los guardias ingleses están hechos de piel de oso negro de Canadá. De oso macho para ser exactos, excepto los de los oficiales, que están confeccionados de piel de osa parda, teñida de negro. Esto último se hace debido a que el pelo de la osa es más largo, y con ello se quiere distinguir a los de mayor rango.
 
Cada una de estas torres mide 18 pulgadas, o 45.72 centímetros, y pesa alrededor de 750 gramos. Para cada sombrero ( en realidad son cascos ), se utiliza toda la piel de un oso. (Hablaré sobre el tema de los animales más abajo).
 
Origen y su curiosa razón de ser
No estamos seguros de quienes fueron los primeros en utilizar el llamado “cap” (simplemente, gorra). En el siglo XVIII, los granaderos de varias naciones europeas, franceses, italianos, ingleses y españoles, ya llevaban una gorra de altura, normalmente de piel. No obstante, en aquel entonces aquellos morriones estaban hechos de tela. 
 
La razón más plausible, y que me parece muy curiosa, es que se utilizaban sombreros muy altos para hacer parecer más alto, e imponente, al portador. En una época en la que la lucha cuerpo a cuerpo y a bayonetazo limpio aún reinaba, tiene mucho sentido. Otra cosa es que funcionara de verdad.
 
Hay otra razón práctica. Si nos fijamos en los sombreros militares de los siglos XVII y XVIII, por lo general eran de ala ancha, al estilo de los que llevaba Napoleón. Para los granaderos, cuya labor esencial era, pues eso, lanzar granadas, las alas de los sombreros anchos les estorbaban. El sombrero alto) era mejor.
 
Los granaderos británicos, Grenadier Guards (Guardias Granaderos); se ganaron el derecho a portar los sombreros de piel de oso, después de la Batalla de Waterloo. Algunos años después, ese derecho se extendió a otros regimientos de élite, que los llevaron durante buena parte del siglo XIX.
 
Los sombreros de piel de oso de los guardias ingleses duran muchos años, si están bien cuidados. En la actualidad, el Ejército Británico sólo compra entre 50 y 100 sombreros nuevos para reponer los más maltratados. Eso quiere decir entre 50 y 100 osos muertos cada año.
 
(Los grupos de protección de animales llevan años protestando contra el uso del cap, pues consideran negativo matar a un animal sólo para hacer un sombrero.)
 
Todo cambió al inicio de la Primera Guerra Mundial, en la que armas más mortíferas obligaron a los soldados no tanto a llamar la atención, sino a ocultarse. Lo mismo sucedió con los pantalones rojos de los franceses. Además, la movilidad del soldado se aceleró, por lo que llevar un sombrero tan alto e incómodo se convirtió en una desventaja.
 
A partir de dicho conflicto, los grandes sombreros se quedaron en las barracas, para ser utilizados exclusivamente en desfiles y otras ceremonias, con excepción de los guardias ingleses que custodian algunos edificios.
 
No cabe duda de que, en la actualidad, más que nada son un reclamo turístico. Pocos son los visitantes que no se hacen una foto junto a uno de estos guardias de chaqueta roja y mirada fija. Pocos objetos definen tan bien a Londres, y al conjunto del Reino Unido.

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