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viernes, septiembre 6

Sendas y leyendas en Irlanda: Rostrevor

 (Un texto de David Escribano publicado en ocholeguas.com -subpágina de El Mundo- el 13 de febrero de 2015)

La villa de Rostrevor es el punto de inicio de una de las rutas circulares mejor valoradas en Irlanda. Sus casi 27 kilómetros de recorrido asfaltado son aptos para aquellos que quieran disfrutar de una jornada de bicicleta sin acabar extenuados.

El condado de Down, uno de los seis que conforman la pequeña Irlanda del Norte, es considerado por los expertos como uno de los mejores lugares de la Isla Esmeralda para la práctica del cicloturismo. Bosques, montañas y lagos milenarios, pueblos tradicionales y castillos en ruinas conforman un paisaje que harán
de las distintas rutas mucho más que un simple ejercicio de pedaleo.

En las faldas y alrededores de las verdes montañas de Mourne, piedra angular natural del condado y lugar donde se han grabado muchos exteriores de la popular serie Juego de Tronos, nacen y mueren la mayoría de las sendas y carreteras elegidas por aquellos que quieren explorar la naturaleza subidos en su bicicleta.

Entre las Mourne y la orilla norte del lago Carlingford, de agua salada y frontera natural entre la Irlanda unionista y la republicana, se encuentra el pequeño y adormecido pueblo pesquero de Rostrevor. Esta villa es el punto de inicio de una de las rutas circulares de media distancia mejor valoradas en el país. Sus casi 27 kilómetros de recorrido asfaltado son aptos para aquellos que quieran disfrutar de una jornada de bicicleta sin acabar extenuados. Sin embargo, para no perderse nada de lo que el lugar puede ofrecer, conviene cambiar la seguridad del cemento por la senda de tierra y piedras en algún punto del trayecto.

Noche en Rostrevor
La tranquilidad y buena cocina, basada en pescado fresco del Carlingford Lough (lago en gaélico), que hizo de Rostrevor uno de los lugares vacacionales preferidos por la alta burguesía del Ulster durante el pasado siglo, aconsejan pasar la noche en el pueblo y comenzar la ruta al día siguiente, cuando el sol
comienza a calentar.

Una vez sobre la bicicleta salimos del pueblo tomando Kilbroney Road dirección norte, dejando el Carlingford a nuestra derecha y encarando las primeras rampas que horadan las faldas de Sleeve (montaña en gaélico) Martin, tapizadas por los árboles del bosque de Rostrevor. Así llegamos a un aparcamiento del que parte un camino de tierra que asciende la ladera. Uno de los senderos en los que se ramifica lleva a la Cloughmore Stone.

Esta roca gigante, de unas 30 toneladas, es un bloque errático que pudo ser trasladado desde Escocia en el último período glacial, hace más de 20.000 años. La leyenda celta, siempre más divertida, afirma en cambio que fue lanzada por un gigante desde las montañas de Cooley, al otro lado del Carlingford. Dicen que si caminamos siete pasos sobre la roca tendremos buena suerte pero ya es suficiente recompensa las vistas de los verdes y accidentados condados de Armagh, Lough y Down que desde allí tendremos.

Volviendo a la carretera seguimos pedaleando entre el bosque de Rostrevor -a nuestra derecha- y el río Kilbroney. Newton Road continua ascendiendo y se adentra entre los árboles hasta el merendero de Yellow Water, donde podemos tomar un tentempié al lado de un manantial que se convierte en pequeña cascada tras las lluvias.

Mercado tradicional
La ruta nos lleva ahora entre páramos siguiendo Sandbank Road hasta que se cruza con New Line Road, a su izquierda. Cerca de este cruce se encuentra el puente sobre el río Rocky, desde donde se divisan las montañas Hen and Cock (gallina y gallo en inglés), llamadas así por sus peculiares contornos.

New Line Road se convierte en Leitrim Road si nos mantenemos a la derecha y, finalmente, nos reincorporamos a la carretera principal que conduce al pueblo de Hilltown. Aquí se celebra un tradicional mercado de ganado en sábados alternos. Una experiencia que acerca al viajero a las tradiciones de la antigua Irlanda, la que aún intenta vivir de la ganadería y la agricultura.

Saliendo de Hilltown por la carretera que lleva a Newry y girando a la izquierda, unos 400 metros más adelante, por Yellow Road, afrontamos la última parte de la ruta circular. Las piernas realizan un último esfuerzo para subir la pendiente que lleva al mirador de Glenmore antes de deslizarse, tras girar a la izquierda por Lower Knockbarragh Road, cuesta abajo siguiendo en paralelo las tranquilas aguas de otro de los bellos ríos de la región, el Ghann. El lago Carlingford se convierte en nuestro último compañero de viaje mientras los últimos pescadores van llegando, bajo un cielo violáceo, a los muelles de Rostrevor.

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