Un día en la capital de Peru: Guía para ver y saborear Lima en 24 horas

(Leído en El Confidencial del 16 de octubre de 2019, como parte de una campaña publicitaria de Air Europa)

Perú es uno de los destinos latinoamericanos que más interés despierta en los viajeros, no solo por su exuberante naturaleza sino también por la mezcla de culturas en los últimos años, que lo ha convertido un país con un rico patrimonio histórico y gastronómico del mundo.

Lima, la capital del Perú, suele ser la entrada y salida del país, ya que allí se encuentra el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. De los diez días que generalmente los turistas extranjeros pasan en Perú, de acuerdo con los datos oficiales, al menos 24 horas de su viaje se las dedican a conocer la ciudad de Lima. Y no es para menos: esta gran urbe de casi 10 millones de habitantes esconde multitud de secretos. Si sólo tienes un día para disfrutar de Lima, esta guía se vuelve imprescindible para descubrirla y saborearla. 

Caminata histórica por la mañana

El centro histórico de Lima es considerado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y, solo por eso, merece ser visitada. La Ciudad de los Reyes, como así se le conocía, alberga construcciones barrocas y renacentistas de estilo colonial perfectamente conservadas. El centro neurálgico cuenta con numerosas iglesias y conventos, como el Conjunto Monumental de San Francisco de Lima, una iglesia y convento del siglo XVII cuyo interior esconde las catacumbas que sirvieron como cementerio durante la época colonial, y la Basílica Catedral de Lima, de 1535 y en la que se mezclan varios estilos arquitectónicos. También merece una visita la Iglesia Museo del Convento de Santo Domingo y la Iglesia de la Recoleta, con un sorprendente color azul.

El centro histórico se encuentra plagado de plazas. Además de la Plaza de Armas, donde se encuentran los edificios oficiales, destacan la Plaza Mayor, centro de la antigua ciudad colonial, y la de San Martín, en ella confluyen dos arterias importantes: avenida Nicolás de Piérola y calle Jirón de la Unión. A su alrededor se encuentran otros edificios históricos como el Hotel Bolívar y el Teatro Colón. Caminando por
sus calles, no es difícil toparse con alguno de sus parques -Universitario, Exposición o el Circuito Mágico del Agua- y numerosas casonas de balcones elegantes, tanto de la época colonial como republicana, muy representativos de esta parte de la ciudad.

Disfrutar de la Costa Verde por la tarde

El barrio de Miraflores y el Barranco son los más representativos de la ciudad. El primero es una de las áreas más cosmopolitas de Lima, además del centro financiero. Merece la pena pasear por su extenso Malecón, que bordea el acantilado y posee una de las mejores vistas de la bahía. Uno de los recorridos más frecuentes es el que comienza en el Faro, continúa por el Parque Raimondi (pista de los vuelos en parapente) y el Parque del Amor, que recibe su nombre de la estatua conocida como 'El Beso'. Más tarde, se atraviesa el moderno puente Villena Rey para llegar hasta el Centro Comercial Larcomar, un espacio abierto con vistas al mar y que alberga una sala de arte contemporáneo. Este paseo termina en la Bajada de Armendáriz, un gran desnivel que llega al Pacíf1co.

Dos paradas imprescindibles en Miraflores: el yacimiento arqueológico de Huaca Pucllana, una ciudadela de los aborígenes Cultura Lima que habitaron la zona entre el 200 y el 700 d.C, conformada por una pirámide de 25 metros, y el Museo Amano, textil precolombino y otros instrumentos de culturas como la Chancay, Nasca o Wari.

Y del lado más cosmopolita de Lima, al más bohemio. Barranco es el barrio del mar, el color y el arte. Sus casonas decimonónicas son el hogar de poetas, músicos y literatos. Allí están los museos de principios de siglo, como el Pedro de Osma, o la casa del reconocido artista peruano Víctor Delfín. También el museo Mario Testino, con muestras del trabajo del fotógrafo de moda peruano. Es imprescindible la vista al Puente de los Suspiros, un símbolo de Barranco y lugar de inspiración. Cuenta la leyenda que aquel que vea el puente por primera vez y lo cruce sin respirar, se le cumplirá cualquier deseo que pida.

Saborear Perú por la noche

Lima es la Capital Gastronómica de América Latina y el Mejor Destino Culinario del Mundo para los World Travel Awards 2019. Platos tan diversos como el ceviche, el ají de gallina, el lomo salteado, el tiradito de pescado o la causa limeña son un reflejo de la historia del país. En Miraflores, podrás elegir entre los más selectos restaurantes, como la cocina nikkei de Maido del chef Mitsuharu Tsumura (combinación de especialidades japonesas y peruanas) o el elegante Central del chef Virgilio Martínez. Para una cena frente a la Costa Verde, la Rosa Náutica y su reconocida comida peruana e internacional. También es recomendable Astrid y Gastón del chef Gastón Acurio -en el barrio de San Isidro-, la insignia de la capital desde hace dos décadas.

Para precios más asequibles, el barrio de Barranco ofrece multitud de opciones: lsolina, Mi Perú, Chita Unión, la Bodega Verde, Las Vecinas Eco Bar o Cala. Después de la velada, el Boulevard de Barranco ofrece buena música en locales como La Noche o Ayahuasca.

Perú: tierra de riqueza milenaria

Perú es mucho más que Lima y estas cuatro visitas son ineludibles:

Machu Picchu:
La construcción data del siglo XV y fue declarado Santuario Histórico- Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu hace casi cuatro décadas. Además, es Patrimonio mixto natural y cultural de la Unesco, al ser considerado un importante centro político, religioso y administrativo de la época incaica.

Cusco (Cuzco):
La puerta de entrada a Machu Picchu, capital del Imperio Inca que más tarde se transformó en una ciudad colonial, y el ombligo del mundo. Una peculiar ciudad a 3.400 metros de altura donde podrás encontrar el barrio artesano de San Blas o sus imponentes calles construidas de piedra. La Ciudadela Inca se encuentra
en plena selva tropical a más de 2.400 metros sobre el nivel del mar, en el Valle Sagrado, donde también se sitúan las Salineras de Maras o el pintoresco pueblo de Paucartambo, caracterizado por mantener la ancestral cultura andina.

Las líneas de Nasca:
Estos antiguos jeroglíficos se extienden sobre una superficie de 450 kilómetros cuadrados en el desierto de
Nazca. Estas figuras estilizadas de 50 a 300 metros, realizadas en un solo trazo, son uno de los mayores
misterios de la Historia de la Humanidad.

Lago Titicaca:
Es el más alto y navegable del mundo. Su masa azul gélida rodea la ciudad de Puno y una de sus islas flotantes, Uros, cuenta con un total de 40 casas construidas sobre totora (un tipo de junco que crece bajo las aguas), parecen magia. Sus habitantes, aimaras, son una de las civilizaciones andinas más antiguas, anteriores a los incas.