Una frase demoledora
A finales del XIX, cuando la Rusia pobre y campesina de la dinastía Romanov se descomponía víctima de una miseria de siglos provocada por la avaricia de los latifundistas, al tiempo que la semilla de la revolución avanzaba imparable desde los centros urbanos y los barrios industriales, un diplomático ruso, el conde Osten-Saken, ironizaba ante el príncipe alemán Von Bülock -ministro de Asuntos Exteriores que fue de Hohenlohe (1897) y canciller del Reich (1900)-, refiriéndose a la actitud del zar en estos términos: “L’empereur Nicolas a una indifférence qui frise l’heorisme”.
Etiquetas: Citas y frases más o menos inspiradas
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