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martes, febrero 8

Costumbres matrimoniales

(Sacado de Peluche)

La costumbre de avisar de una boda mediante las "amonestaciones", se inició en tiempos de Carlomagno. Por aquel entonces los nobles y ricos tenían con frecuencia aventuras extramatrimoniales, especialmente con señoritas a punto de casarse, y que ellos consideraban como un "trofeo". Alarmado por estas "costumbres", promulgó un edicto que obligaba hacer público cualquier matrimonio siete días antes de la celebración.

Los primeros matrimonios fueron raptos, auténticas capturas. Cuando un hombre veía a una mujer que deseaba (generalmente de otra tribu), la tomaba por la fuerza. Para secuestrar a su "novia", el "novio" reclamaba la ayuda de un guerrero amigo, el "padrino".
Este tipo de matrimonios, que parece propio del mundo prehistórico, fue legal en Inglaterra hasta el siglo XIII.

En la China rural, la celebración del matrimonio siempre sigue unas estrictas reglas protocolarias, que comprenden seis etapas: la propuesta de boda, la negociación entre las familias, el compromiso formal, los trámites para obtener el certificado de nacimiento de los novios, la consulta del astrólogo para averiguar la mejor fecha de celebración del enlace, y, finalmente, la boda en sí.

En el medievo las mujeres se casaban a los 12 o 13 años. De este modo se evitaba que pudieran ser víctimas de violaciones que les impidieran llegar vírgenes al matrimonio.
Uno de los regalos más tradicionales era un par de pantuflas que el novio ofrendaba a su esposa como símbolo de paz doméstica.

Las bodas judías no se deben celebrar en Shabat (día sagrado judío) ni durante las festividades, por el mandato rabínico de no mezclar una alegría con otra.
Por costumbre, tampoco suelen tener lugar el día anterior a una fiesta, a no ser que no haya más remedio.
Ante tantos "impedimentos", el martes se ha popularizado como uno de los mejores días para casarse los ciudadanos de esta religión.

La expresión “luna de miel” tiene su origen en que los recién casados estaban exentos de cualquier tarea durante una luna, es decir, 28 días aproximadamente, tiempo que necesita el satélite para cambiar de fase. Y es de miel porque durante ese periodo los amados se alimentaban exclusivamente de tortas de harina, frutos secos, aceite o mantequilla y miel.