El Canal de Castilla
(Extraído de un artículo de Pedro Cáceres leído en el suplemento Eureka del Mundo del 27 de junio de 2010)
En el siglo XVIII Fernando VI y su sucesor, Carlos III, construyeron lo que fue la mayor obra de ingeiería civil del siglo XVIII español: un canal navegable a través de la Tierra de Campos. El Canal de Castilla, así llamado, fue la mayor infraestructura de comunicaciones iniciada por la Ilustración en España. Eran 207 kilómetros de cauce artificial que recorrían Palencia, Burgos y Valladolid. Por sus tres ramales llegaron a navegar hasta 350 barcazas de transporte a mediados del siglo XIX.
La visión que tuvo la monarquía en el siglo XVIII fue la de abrir una vía acuática de transporte, un canal navegable como los muchos que abundan en Europa, que atravesara Castilla de norte a sur. Se pretendía transportar por él los cereales y la lana y llevarlos a los puertos del Cantábrico. Desgraciadamente, ni el clima ni la orografía ibéricos son los del resto del continente. Careciendo de ríos navegables que pudieran aprovecharse, la vía acuática tuvo que ser totalmente fabricada por el hombre.
Comenzadas las tareas en 1753, no terminaron las obras hasta 1849 y aun así no se llegó al mar y sus puertos, como era necesario. Al norte, el canal moría en Alar del Rey, al pie de la Cordillera Cantábrica que no llegó a franquear. Al sur, alcanzaba Valladolid. A mediados del siglo XIX, inauguradas las obras y concedida la gestión a un contratista privado, tuvo gran éxito comercial. Pero apenas 20 años después, los primeros trenes jubilaron para siempre el canal. Estuvo olvidado hasta nuestros días, cuando ha tomado valor como una joya histórica y ecológica.
El Canal discurre por tres provincias: Palencia, Valladolid y Burgos, aunque más del 95% se distribuye por las dos primeras. Atraviesa un total de 37 municipios, 26 en Palencia, nueve en Valladolid y dos en Burgos. Aunque desde que fue proyectado el fin principal del Canal fue el tráfico de mercancías, posteriormente aparecieron otros nuevos usos como el de producción energética para molinos y batanes -uso que actualmente ha desaparecido- o el de suministro de agua para consumo y uso agrícola. A día de hoy el canal mantiene 18.600 hectáreas de terreno como regables y abastece de agua potable a todos sus municipios ribereños. Además, a lo largo del canal se han ido formando una serie de lagunas, como resultado de la filtración y acumulación de agua.
En el siglo XVIII Fernando VI y su sucesor, Carlos III, construyeron lo que fue la mayor obra de ingeiería civil del siglo XVIII español: un canal navegable a través de la Tierra de Campos. El Canal de Castilla, así llamado, fue la mayor infraestructura de comunicaciones iniciada por la Ilustración en España. Eran 207 kilómetros de cauce artificial que recorrían Palencia, Burgos y Valladolid. Por sus tres ramales llegaron a navegar hasta 350 barcazas de transporte a mediados del siglo XIX.
La visión que tuvo la monarquía en el siglo XVIII fue la de abrir una vía acuática de transporte, un canal navegable como los muchos que abundan en Europa, que atravesara Castilla de norte a sur. Se pretendía transportar por él los cereales y la lana y llevarlos a los puertos del Cantábrico. Desgraciadamente, ni el clima ni la orografía ibéricos son los del resto del continente. Careciendo de ríos navegables que pudieran aprovecharse, la vía acuática tuvo que ser totalmente fabricada por el hombre.
Comenzadas las tareas en 1753, no terminaron las obras hasta 1849 y aun así no se llegó al mar y sus puertos, como era necesario. Al norte, el canal moría en Alar del Rey, al pie de la Cordillera Cantábrica que no llegó a franquear. Al sur, alcanzaba Valladolid. A mediados del siglo XIX, inauguradas las obras y concedida la gestión a un contratista privado, tuvo gran éxito comercial. Pero apenas 20 años después, los primeros trenes jubilaron para siempre el canal. Estuvo olvidado hasta nuestros días, cuando ha tomado valor como una joya histórica y ecológica.
El Canal discurre por tres provincias: Palencia, Valladolid y Burgos, aunque más del 95% se distribuye por las dos primeras. Atraviesa un total de 37 municipios, 26 en Palencia, nueve en Valladolid y dos en Burgos. Aunque desde que fue proyectado el fin principal del Canal fue el tráfico de mercancías, posteriormente aparecieron otros nuevos usos como el de producción energética para molinos y batanes -uso que actualmente ha desaparecido- o el de suministro de agua para consumo y uso agrícola. A día de hoy el canal mantiene 18.600 hectáreas de terreno como regables y abastece de agua potable a todos sus municipios ribereños. Además, a lo largo del canal se han ido formando una serie de lagunas, como resultado de la filtración y acumulación de agua.
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