Diez pequeñas ayuditas para que te venza el sueño
(Un texto de S. Angel en la revista Mujer de Hoy del 19 de diciembre de
2009)
A la hora de dormir, ni frío ni calor
Para conciliar el sueño, tu dormitorio no debería superar nunca los 19 o
20°C de temperatura. No hace falta que te cubras con tres mantas. Aunque no sea
muy ecológico, es mejor emplear la calefacción.
Los carbohidratos lentos, por la noche
Reserva los hidratos de carbono de absorción lenta (pasta, patatas o
arroz, mejor integrales) para cenar y como guarnición de un plato de pescado o
huevos (no fritos). Estimulan la secreción de insulina, una hormona que aumenta
la disposición para formar serotonina, que induce al sueño.
Unas gotas de aceite esencial
Para dormir a pierna suelta puedes echar mano de las fragancias de la
naturaleza: una gota de aceite esencial de mandarina te ayudará a desconectar y
otra de lavanda te relajará. Aplícalas con un suave masaje en el plexo solar o
en las muñecas.
El poder de la hierba de San Juan
Estimula la creatividad en el cerebro durante la fase REM de nuestro
sueño. En tintura necesitas de 5 a 10 gotas; en hidrolato (agua destilada), una
cucharita de café en un vaso de agua. Para notar sus beneficiosos efectos, úsala
durante al menos 15 días seguidos. La encuentras en herbolarios.
Tintura madre
Otras plantas que te ayudarán a dormir son la amapola de California y la
raíz de angélica. Cómpralas en tintura y tómalas disolviendo 10 gotas en un
vaso de agua durante al menos 15 días.
Olvida el chocolate, di sí a los lácteos
Como el café o el té, el chocolate es excitante, así que olvida esa
onza que tornas antes de irte a la cama. Como alternativa, leche, yogures,
queso... Contienen triptófano, un aminoácido necesario para la formación de
melatonina y serotonina, que participan en el ciclo del sueño.
El ritual de la hora de acostarse
Crema de manos, un vaso de agua fresca en la mesilla... Estas pequeñas "manías"
pueden ayudar a tu cuerpo y tu mente a que entiendan que ha llegado la hora de
descansar.
Frutas y verduras cocidas
Crudas son menos digestivas, por
lo que es mejor no comerlas de esta forma por la noche. También hay que evitar
Los condimentos fuertes y el exceso de vitamina C.
Una infusión
La tila es un clásico que funciona por sus propiedades calmantes. Echa
dos cucharadas por taza, y déjala que infusione durante cinco minutos antes de
beberla. La verbena de ayudará a hacer la digestión mientras duermes. Utiliza
siete gramos por cada litro de agua, lleva a ebullición y deja reposar 10 minutos
antes de consumirla.
Saca partido al contraste sueño-vigilia
En primer lugar, utiliza la cama para dormir y solamente para dormir.
Nada de Llevarte trabajo ni lectura. Así conseguirás coger el sueño a la
primera y reforzar su calidad.
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