Bath: al agua con la diosa Minerva
(Un texto de Anna Borrás en el suplemento de viajes de El
País del 8 de noviembre de 2013)
Hace más de 2.000 años, esta ciudad del sureste de Inglaterra
ya era un afamado destino turístico por sus beneficiosas aguas termales. Hoy,
Bath, patrimonio mundial, atrae no solo por sus vestigios romanos, la mejor
arquitectura georgiana y por la estela de Jane Austen, su habitante más
ilustre, sino también por sus calles con tiendas sofisticadas y buenos
restaurantes.
Té y gachas de avena.
Aunque Bath apuesta por ser una ciudad actual y cosmopolita, no puede evitar
que sus calles recuerden a Jane Austen y a la rimbombante alta sociedad inglesa
de finales del siglo XVIII. Para impregnarnos nosotros también de ese recuerdo,
elegimos para empezar el día un desayuno en uno de los salones de té más
agradables de la ciudad, el Bea's Vintage Tea Rooms, (http://beasvintagetearooms.com).
Decorado al estilo de los años treinta, se puede comer un excelente porrigde (gachas de avena) y sirven el
té en delicadas tazas de porcelana china. Está situado en un lujoso callejón, a
pocos pasos de The Circus, esa gran plaza circular, quintaesencia de la
arquitectura georgiana del XVIII y obra maestra del neopalladiano John Wood
completada por su hijo; ambos, una fascinante saga de arquitectos.
Fachada elíptica.
Se impone un paseo por el barrio señorial de Bath, que alberga sublimes
edificios como los que rodean The Circus (1754-1768) y el cercano Royal
Crescent (1767), un conjunto de 32 lujosas viviendas con una fachada única de
forma elíptica que es realmente espectacular (obra de John Wood hijo). Bath
cuenta con un patrimonio arquitectónico excepcional, con cerca de 5.000
edificios declarados de especial interés por su valor arquitectónico. En el
número 1 de Royal Crescent (http://no1royalcrescent.org.uk) visitamos el
"piso muestra", que se conserva tal y como fue decorado en el siglo
XVIII. Enfrente y colina abajo se extiende, enorme, el Royal Victoria Park con
sus glorietas y parterres decimonónicos, escenario veraniego de conciertos al
aire libre (wwvv.bathnes.gov.uk).
Fans de una gran
escritora. La Royal Avenue, con sus edificios de piedra color vainilla tan
característica de la ciudad, conduce directamente al Centro Jane Austen de Bath
(wwvv.janeausten.co.uk). La celebérrima escritora vivió aquí cinco años y aquí
escribió su última novela, Persuasión.
Le hastiaban un poco las reuniones y los habituales de la alta sociedad de Bath
y así lo reflejó en algunas de sus obras. En el centro, que guarda objetos
personales y distintas ediciones de sus libros, tam- bién hay un pequeño salón
del té de época donde los fans pueden emular a los personajes y el mundo de
Jane Austen. Estamos en Gay Street, una elegante calle flanqueada de tiendas
sofisticadas, no en vano Bath es una de las ciudades más caras de Inglaterra.
Pasaje con plazoleta
central. La ciudad refinada y adinerada va desapareciendo a medida que nos
acercamos al centro histórico. Para el lunch
elegimos Milsom Place (www.milsomplace.co.uk), un coqueto pasaje lleno de
restaurantes y tiendas con una plazoleta central deliciosa. Luego, un paseo
hasta el río Avon para cruzar el Pulteney Bridge (1767), otro bello ejemplo de arquitectura
georgiana que se inspira en el puente Vecchio de Florencia y en el Rialto de
Venecia y, como estos, está ocupado por tiendas.
En la antigua Aquae
Sulis. Recorriendo la ribera norte del Avon, regresamos al centro, para
visitar los Roman Bath
(www.romanbaths.co.uk). Las termas romanas fueron descubiertas en 1755 y son
uno de los vestigios más importantes de la antigua Britania. El espectacular
complejo termal se erigió entre los siglos I y V después de Cristo junto a una
fuente de agua natural que mana a 46 grados centígrados. Un museo muestra cómo
era la ciudad romana de Aquae Sulis y permite recorrer las antiguas
instalaciones termales, entre las que destaca la gran piscina descubierta. El
asentamiento dedicado a la diosa Minerva, la Sulis celta, es impresionante y
cuenta mucho sobre sus habitantes, desde su pericia como constructores y
fontaneros hasta sus más mezquinas costumbres, como la de echar maldiciones a
través de unas tablillas de latón que lanzaban a las aguas del manantial de
Minerva. Justo al lado de los Roman Bath está la Pump Room, un sajón de té y restaurante
donde además se puede tomar un vaso de agua termal de desagradable sabor
aunque, aseguran, muy saludable.
Bollos con receta
secreta. La abadía de Bath, del siglo XV (www.bathabbey.org),
se halla al otro lado de la calle, muy cerca de Sally Lunn's (www.sallylunns.co.uk),
adonde nos acercamos para probar sus tradicionales bollos (bunns) horneados según una receta secreta. Los sirven rellenos de
cualquier cosa, dulces o salados. El tentempié tiene el aliciente añadido de
que puede ser degustado en uno de los edificios más antiguos de la ciudad
(1680) cuyos cimientos esconden vestigios romanos. Más allá, el Theatre Royal (siglo
XVIII) -que llegó a ser uno de los teatros más importantes de Inglaterra fuera
de Londres- ofrece una interesante programación (www.theatreroyal.org.uk).
Toca relajarse. Bridge
Bath posee una de las instalaciones termales más modernas que existen en
Inglaterra, las Thermae Bath Spa (www.thennaebathspa.com), a las que se llega
andando a través de las callejuelas del centro. Abierto desde las nueve de la
mañana hasta las nueve de la noche, el centro ofrece, además de distintos tratamientos
relajantes y de belleza, un baño calentito al atardecer, a la intemperie, en una
piscina con vistas a la ciudad. Un baño en las mismas aguas termales que ya
disfrutaron celtas y romanos.
Visita guiada con
humor. Y de una experiencia sensorial a otra que despierta el sentido del
humor. De North Parade, frente a la oficina de turismo, sale cada día a esta
hora una visita guiada que muestra toda la ciudad de Bath bajo un prisma
cómico, con representaciones y juegos de palabras a cargo de un humorista (www.bizarrebath.co.uk).
Suculenta hamburguesa.
Aunque para los ingleses es tardísimo, todavía no hemos cenado. La elección es difícil,
pero no imposible. El jocoso recorrido nos ha dejado de nuevo en North Parade,
cerca del centro, donde hay uno de los pubs más tradicionales de Bath, el
Garrick's Head (www.garricksheadpub.com). Una pinta de cerveza acompañada de un
suculento fish & chips o una
hamburguesa con queso cheddar local son el colofón de esta jornada en la señorial
y elegante Bath.
Etiquetas: Sitios donde perderse
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