Carlos III, Carlos IV y el infante Don Luis, otro juego de tronos
(Parte de una entrevista a Ángel Alcalá publicada en el
Heraldo de Aragón del 14 de febrero de 2015)
[…] Felipe V, el primer Borbón, obligó a las Cortes de 1713
a ordenar que ningún descendiente suyo sería rey si no nacía en España. El hijo
de Carlos III, que le heredaría como Carlos IV –el gordinflón de los cuadros de
Goya- había nacido en Nápoles y no tenía derecho. Al hermano menor del rey,
nuestro Don Luis, lo metieron a arzobispo de Sevilla y Toledo y cardenal a sus
siete años y luego, dejadas púrpuras y capisayos en una bella y heroica crisis
de conciencia, no le dejaron casarse hasta que, siendo un crápula sexual de
órdago, el confesor le obligó. Pero el
rey le instó a hacerlo con una plebeya, nuestra Vallabriga. Fueron vergonzosas
las maquinaciones. Carlos IV fue, al menos en teoría, un rey ilegítimo, y reinó
gracias al sacrificio de su tío y de María
Teresa de Vallabriga.
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia
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