Tu tocador tiene fecha de caducidad

(Un texto de C. Uranga en la revista Mujer de Hoy del 14 de enero de 2017)

No todos los cosméticos duran lo mismo. Desde la corta vida de una máscara de pestañas a la longevidad de un perfume, descubre cuándo debes dejar de usarlos.

Seguro que te gustaría que esa barra de labios que tan bien te sienta o ese perfume que atesoras desde hace una década porque te lo regaló tu primer novio durasen eternamente. Pero la dura realidad es que ambos deberían estar ya en el cubo de la basura.

Los cosméticos tiene fecha de caducidad y deberías tomártela en serio porque te arriesgas a alergias e incluso infecciones. Apunta en la base, con un rotulador indeleble, el día que los abres y toma nota de estas fechas límite para todos tus preciados botes. Porque, aunque te gustaría, nada dura eternamente.

De 3 a 6 meses:

• Máscaras. Algunas incluso se secan antes si las sometes a mucho uso o si te empeñas en bombear aire en su interior con esa manía de meter y sacar el cepillo antes de usarlo. Aún así, a los tres meses tienes que reemplazarlas porque es bastante fácil que se transfieran bacterias de tus ojos al tubo y se reproduzcan en su interior.
• Eyeliners. Tienes que tener mucho cuidado con la higiene de tus ojos, porque es una zona hipersensible. Si los maquillas a diario con eyeliner líquido, cámbialo cada tres meses. Los automáticos aguantan hasta seis y los de lapicero, un poco más si los afilas cada vez que los usas.

De 6 a 12 meses:

• Sombras de ojos y colorete. Tienen una vida mucho más larga (hasta un año) si los guardas en un cajón. Pero si los llevas en tu bolso o prefieres tenerlos a mano en el baño (con el calor y la humedad que esto conlleva), recámbialos cada seis meses sin falta.
• Productos con retinol y vitamina C. Es la cruz de los antioxidantes, que se oxidan (y pierden su potencia) cuando entran en contacto con el oxígeno y la luz solar. El retinol puede aguantar hasta un año, pero la vitamina C no va a mantener sus propiedades más de seis meses. Si quieres que duren más (hablamos de semanas, no de meses ni años), mételos en el frigorífico.

Solo un año:

• Protector solar.Resulta que el calor y el sol son los culpables de que pierda su efectividad. Así que olvídate de reutilizar esos botes que te dejaste en la bolsa de la playa, porque a estas altura ya habrán perdido todas sus propiedades. Aunque si tienes alguno sin abrir que ha estado desde el verano guardado en el armario, todavía le podrás sacar rendimiento las próximas vacaciones.

De 1 a 2 años:

• Productos capilares.Aunque parezca una tontería, cerrar la tapa de champús, acondicionadores y mascarillas que tienes en uso alarga su vida hasta más allá del año. Las lacas en aerosol y las espumas pueden aguantar en perfectas condiciones incluso hasta dos años.
• Tratamientos faciales y cremas de cuerpo. Sérums y cremas con sistema airless (estos botes herméticos con una válvula para que salga el producto) pueden durar perfectamente dos años porque, al no estar en contacto ni con el aire ni con tus dedos, la fórmula mantiene sus propiedades intactas. Otro cantar son los frascos de rosca. De esos tienes que librarte si ha pasado un año y no los has terminado. Los aceites y los exfoliantes pueden alargar su vida hasta dos años.

Hasta 2 años y medio:

• Barras de labios. Los labiales y los glosses no llevan agua en sus fórmulas, así que no es fácil que las bacterias se reproduzcan. Pero los aceites que contienen se oxidan y estropean con el paso del tiempo y los pigmentos se secan. Si empiezan a oler raro, deshazte de ellos. Lo normal es que aguanten hasta dos años, incluso más.
• Esmalte de uñas A estas alturas ya habrás tenido la experiencia de una laca de uñas concentrada y gomosa antes de lo que esperabas. Si abres el bote a menudo, los ingredientes volátiles se evaporan en el aire y la fórmula se concentra. Si lo usas solo de vez en cuando, cerciórate de que aprietas bien la tapa y almacénalo alejado de la luz y el calor. Así aguantará más de dos años.

Hasta 5 años:

• Perfumes. Ni siquiera contienen fecha de caducidad en su etiqueta porque la fragancia es el producto beauty más longevo. Eso sí, es imprescindible que la mantengas alejada de la luz directa del sol, del calor y de la humedad. Tampoco le conviene un frío excesivo, porque sus ingredientes oleosos requieren una temperatura ambiente para expresarse. Y usarlos como decoración tampoco es buena idea. Dentro de su caja y en un lugar con una temperatura constante (como un armario) pueden aguantar hasta cinco años.