Jocelyn Bell Burnell, la astrofísica a la que olvidaron los Nobel
(Un texto de Elena Castelló en la revista Mujer de Hoy del 17 de noviembre de 2018)
Por sus palabras la conoceréis: "¿Conocen ese
juego en que hay que construir escaleras constantemente? Así fue mi
carrera, saltando obstáculos todo el tiempo". The Washington Post,
septiembre de 2018.
A pesar de ello, sus problemas fueron en aumento a medida que sus estudios progresaban. En la Universidad de Glasgow era la única mujer de su curso y, cada vez que subía al estrado a exponer su trabajo, los chicos la interrumpían con silbidos y gritos. Si se ruborizaba, los abucheos arreciaban, así que aprendió a mostrarse como un témpano de hielo. No es extraño que se sintiera impostora cuando fue admitida en Cambridge. Solo había otra estudiante y Jocelyn sentía un miedo constante a perder su matrícula.
Allí, en Cambridge, se unió al departamento de Radioastronomía. Su director de tesis, Antony Hewish, buscaba cuásares, los objetos más brillantes del universo conocido, mediante ondas de radio. Burnell participó en la construcción del telescopio que debía detectarlas y se encargó de analizar los datos. Un día, descubrió una vibración fuera de lo normal en el gráfico de papel milimetrado. Poco después, detectó una segunda señal. Y luego, llegaron más. Era un púlsar, una estrella de neutrones, y acababan de detectarlas por primera vez.
El descubrimiento se publicó en 1968. Jocelyn tenía 24 años y firmaba en segundo lugar el artículo de la revista Nature. Pero en las entrevistas, solo le preguntaban por sus novios o la talla de su sujetador. Lo llamaban el "lado humano". Hewish, mientras tanto, explicaba las posibles teorías tras el descubrimiento.
La invisibilidad de Burnell llegó a su punto culminante en 1974: cuando se otorgó el Nobel de Física a los descubridores de los púlsares, su nombre no estaba en la lista de premiados. Muchos miembros de la comunidad científica se mostraron molestos e incluso avergonzados. Pero ella eligió no sentirse derrotada. Al contrario: se alegró porque era la primera vez que la astrofísica ganaba un Nobel.
Su nombre fue olvidado durante muchos hasta que, hace unas semanas, le concedieron el premio Breaktrough Especial, el mejor dotado del mundo científico, por aquel descubrimiento. Ella dice que ha hecho las paces con el olvido y ha preferido batallar por su cuenta: recauda fondos para ayudar a jóvenes aspirantes a científicas. Es su manera de reparar el lapsus de aquel Nobel: llenar el mundo de científicas.
¿Quién es?
- Susan Jocelyn Bell nació en Belfast (Irlanda del Norte) en 1943. Su padre era arquitecto.
- En 1968, se casó con Martin Burnell. Se divorció en 1993. Tienen un hijo, Gavin, también físico.
- Fue decana de Ciencias en la Universidad de Bath y presidenta de la Royal Astronomical Society. Hoy, enseña en Oxford.
- Comandante de la Orden del Imperio Británico y miembro de la Royal Society, en 2015 recibió la Medalla de Oro del CSIC.
- Acaba de recibir el premio Breakthrough Especial, dotado con tres millones de euros.
Etiquetas: Ciencias de todo pelaje (física - química - matemáticas-biología-anatomía-medicina...), En femenino, Grandes personajes
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home