Chequeos: ¿cuál necesitas?
(Un texto de Beatriz García Manso en la revista Mujer de Hoy del 25 de mayo de 2019)
Sedentarismo, cambios hormonales y osteoporosis...
Las amenazas para la salud son diferentes en cada etapa de la vida y la
revisión adecuada permite detectar factores de riesgo y poder realizar
un diagnóstico precoz. Dinos cuántos años tienes y te diremos qué
chequeo necesitas.
A los 20 nuestro cuerpo es fuerte, pero somos impulsivas y eso tiene sus riesgos. A los 40, el cuerpo empieza a acusar el paso del tiempo, a los 50 llega la menopausia… Los problemas que afectan a la salud femenina son distintos a cada edad. Por eso, con ayuda de los expertos, repasamos los chequeos más recomendables en cada rango de edad.
A los 20
-Revisión ginecológica. A partir de la primera relación sexual, o a los 21 años, se realizará una revisión ginecológica anual y la primera citología. Deberá repetirse cada uno o dos años, en función de factores como los embarazos o la toma de anticonceptivos. Se hará una exploración mamaria y una ecografía ginecológica, para valorar sobre todo los ovarios, ya que pueden aparecer quistes. “A esta edad es más frecuente presentar dismenorrea (dolor intenso en la regla) o desarreglos, por la inmadurez del eje hipotálamo-hipofisario que rige la menstruación. Eso puede provocar ciclos cortos y reglas abundantes, que podrían desencadenar anemia; o ciclos anovulatorios o reglas muy esporádicas. Si se acompañan de acné e hirsutismo, hay que descartar el síndrome de ovarios poliquísticos”, dice la doctora Celia Marcos, ginecóloga de Dexeus Mujer especializada en patología del tracto genital Inferior.
-Enfermedades de transmisión sexual. Lo importante es la prevención: hay que abordar en la consulta el tema de la anticoncepción. Si no hay pareja estable, se aconseja el preservativo. Si la hay, y se valora pasar a otro método, es recomendable realizar a ambos una analítica de sangre dónde se solicite hepatitis B y C, VIH y sífilis. “Si se han tenido relaciones de riesgo, es aconsejable realizar cultivos endocervicales para detectar infecciones de transmisión sexual como clamidia, gonorrea, ureaplasma y micoplasma, además de una analítica de sangre”, afirma la doctora Marcos.
De los 30 a los 49
-Salud cardiovascular. Sí, hay que preocuparse ya por el colesterol, la tensión y la buena marcha de nuestro sistema vascular. “Debe realizarse un control anual de los factores de riesgo: unas cifras de tensión por debajo de 140/90, colesterol inferior a 200 mg/dl, glucemia por debajo de 100 mg/dl, no fumar y practicar ejercicio son la base de la salud cardiovascular”, afirma la doctora Carme Oliveras, coordinadora de la Unidad de Chequeos del Hospital Universitari Dexeus.
-Diabetes. Los 45 años son una edad frecuente de inicio de la diabetes mellitus tipo 2, que puede presentarse antes si existe sobrepeso, sedentarismo, antecedentes familiares o de diabetes gestacional, o problemas como el síndrome de ovario poliquístico. Sin embargo, el 43% de quienes la padecen (casi dos millones y medio de personas en España) ni siquiera lo sabe, algo que les pone en serio peligro. Por eso es conveniente incluir una analítica con glucemia y hemoglobina glicosilada.
En la década de los 50
-Densitometría. Los cambios hormonales de la menopausia tienen como consecuencia una mayor pérdida ósea en las mujeres. Por eso se aconseja realizar esta prueba que mide el contenido de calcio en los huesos y ayuda a conocer el riesgo que existe de fractura. Se repetirá según sea necesario, aunque nunca antes de los dos años. “En algunas circunstancias, como menopausia precoz y muy bajo peso o medicaciones especiales, los controles de densitometría pueden solicitarse antes”, aclara la dra. Bergamaschi. También es importante informar a la mujer de que es fundamental para la prevención de la osteoporosis “aumentar el consumo de calcio en la dieta, un buen aporte vitamínico con exposición reglada a la luz solar, practicar ejercicio aeróbico tres días por semana como mínimo y no fumar”, aconseja la doctora Vericat Queralt.
-Salud bucodental. A los 50 años, el sistema inmune está debilitado y la boca es uno de los puntos más susceptibles. Por eso se recomienda el control odontológico una o dos veces por año, para un examen y limpieza dental. “Es importante por haber una relación bien filiada de afectación dental –como la gingivitis– con la patología cardiovascular. Una mala salud de las encías es un factor de riesgo, pues los gérmenes causantes pueden pasar al torrente sanguíneo y afectar vasos arteriales cardíacos”, señala Carme Oliveras.
A partir de esta edad aumenta el riesgo de caries por el retroceso de las encías, que deja al descubierto parte de las raíces de los dientes, que son muy vulnerables. Además, la secreción de saliva se reduce y, por lo tanto, su función protectora. Otro problema común es la periodontitis o inflamación de las encías. “Puede llegar a comportar pérdida de la pieza dental y ser fuente de riesgo cardiovascular y de mal aliento. La pérdida de piezas conlleva una mala masticación, evitar alimentos duros (carne) y dieta desequilibrada en personas mayores”, concluye la doctora Oliveras.
A partir de los 60
-Detección de tumores. La detección precoz de trastornos oncológicos es crucial. “Las mujeres fumadoras, o que han dejado de fumar hace menos de 10 años, tienen mayor riesgo de cáncer de pulmón -señala la dra. Vericat Queralt, especialista en Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA–. Hay controversia respecto a los beneficios de seguir realizando mamografías a las mujeres de más de 75 años, porque algunos expertos no las recomiendan”.
-Vista y oído. “A partir de esta edad, atendemos de forma más específica al deterioro de estos órganos, que puede aumentar el aislamiento y deteriorar el estado de ánimo”, advierte el doctor Landecho. A medida que avanza la edad o si existen antecedentes familiares, hay que hacer una revisión ocular anual para descartar el glaucoma, que puede ser asintomático y causar pérdida de visión irreversible. También puede causarla la retinopatía diabética. Si se padece esta enfermedad, hay que hacer un fondo de ojo cada año. Y hay que evaluar la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y las cataratas.
En cuanto al oído, se recomienda un control anual del otorrinolaringólogo, que realizará una exploración otológica y una audiometría para detectar presbiacusias (perdida de la audición por la edad). Se valorarán, según los resultados, distintas opciones terapéuticas para evitar problemas de integración social, con el consiguiente aislamiento y posible depresión.
Las 4 edades del corazón
2. A los 45. La mujer comienza a sufrir cambios hormonales y los controles de colesterol e hipertensión deben ser más exhaustivos. Conviene realizar una prueba de esfuerzo o ergometría cada dos años y una ecografía doppler carotídea, cada cuatro años en la premenopausia y cada dos en la posmenopausia. Una radiografía de tórax, cada dos años para las no fumadoras y anual para las fumadoras (y a esta edad es crucial dejar este hábito, que dispara los riesgos).
3. A partir de los 50. Pasada la menopausia, se pierde la protección de los estrógenos y se va igualando progresivamente al varón en riesgo cardiovascular. Es necesario un control estricto de los factores de riesgo mediante analíticas (colesterol, glucemia, triglicéridos), revisión cardiológica completa con prueba de esfuerzo y ecocardiograma. También se recomienda un EcoDoppler de TSA, para ver el estado de arterias vertebrales y carótidas.
4. Después de los 60. Resulta aconsejable realizar analítica completa, pruebas cardiacas y eco doppler TSA. A partir de una edad avanzada, también se recomienda realizar un TAC craneal, que servirá como estudio básico de tipo neurológico para descartar patologías vasculares cerebrales, atrofia o problemas degenerativos de diferente clase. Mediante un test mental básico, se valorará también la existencia de problemas de memoria.
Etiquetas: Pensando en la salud
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