Los Reyes Magos en el mundo
(Un texto de Blanca Wald en la revista de Telefónica de diciembre de 2016)
Regalos, regalos, regalos. Roscones con sorpresa, cartas con promesas, mentiras pequeñas y cajas (escondidas). Paja, para los camellos. Paje, para que espíe. Cabalgatas y bailes para regios desfiles orientales con lluvias de caramelos. Una mágica noche de deseos con un final que nos gustaría siempre feliz.
Hay un día al año en algunos lugares del mundo en el que
algunas gentes, en nombre de tres reales personajes, reciben regalos. Los culpables
de esta fecha de sonrisa abierta son las creencias, las historias y, por encima
de todo ello, las ilusiones. En la víspera del 6 de enero llegan los Reyes
Magos y traen obsequios. Esta tradición católica fue importada a Hispanoamérica
desde España y en algunos países aún se celebra, aunque con distinta
intensidad.
Se dice que vienen de Oriente. Se afirma que eran tres. O
no. Depende de la fuente. Que tienen distinto color de piel. O no. En la
primera representación artística en la que aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar,
sus rostros son blancos. Eso muestra un mosaico italiano. Que son sabios y
justos. O no. No llegan a todos los hogares...
Entre datos y leyendas podría ser que no fueran
necesariamente tres, ni que tuvieran esos nombres, ni que procedieran del este.
Incluso en las primeras referencias no se habla de ellos como
"reyes"; tan sólo como "magos". En lo que sí hay acuerdo en
los evangelios canónicos y en los apócrifos es en que entregaron como presentes
oro, incienso y mirra. De ahí pasaron a convertirse en portadores de regalos
navideños para los niños.
Más de 2.000 años de historia
En la Biblia está escrito que fueron tres los regalos que
entregaron, pero no que fueran tres magos. Hasta el siglo V no había un número
oficial y mucho menos nombres. Todavía tuvieron que esperar otro siglo para que
en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en la ciudad italiana de Rávena, se les
bautizara como Melchor, Gaspar y Baltasar. Para los armenios, por ejemplo, los
Reyes Magos son 12. Así que a la arqueta gótica de oro que supuestamente guarda
sus reliquias en la catedral de Colonia le faltarían restos de otros nueve
reyes.
Con una historia de más de 2.000 años a sus espaldas,
tampoco es fácil fijar su origen. Incluso hay quien ha querido leer entre
líneas de La infancia de Jesús, escrito por el papa emérito Benedicto XVI,
que procedían de Tartessos, el reino mítico por su riqueza que podría haber
estado asentado en lo que hoy ocupan las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva.
Mucho antes se les atribuyó la representación de los continentes conocidos:
Europa, Asia y África y más atrás en el tiempo se les consideró originarios de
zonas circundantes a Palestina.
El relato cuenta que estos personajes siguieron el vuelo de
una estrella brillante que se posó sobre un portal en Belén en cuyo pesebre
nació Jesucristo Allí le ofrecieron sus dones.
La tradición de regalar en la jornada de la Epifanía pone
fin a los festejas navideños. Hoy en día, compite duramente en esta sociedad
adoradora del consumo con otros generosos dadores de presentes: el niño Jesús y
San Nicolás en Alemania, el Olentzero en el País
Vasco, Papá Noel en Francia, Santa Claus en
tantos sitios, la Befana en Italia…
Roscos o roscones
Los niños mexicanos, al igual que los españoles, también
escriben cartas a Sus Majestades contándoles lo bien que se han portado y qué
cosas les gustaría recibir, Escuchan atentos en la noche ruidos que delaten
esas esperadas presencias que pueden traer carbón dulce o desilusiones
calladas. Y a la mañana siguiente, a veces se descubren unos ojos distraídos en
los paquetes vecinos. También comparten con ellos la tradición de lustrar los
zapatos, los desfiles y el "roscón" o "rosco de Reyes",
acompañado de chocolate caliente. Hay algunas diferencias. En España, en el
interior de este bollo dulce con forma circular de corona, adornado con fruta
escarchada brillante que imita a las joyas, se esconde un haba (el que la gane,
paga el dulce) y una pequeña sorpresa (las de cristal y porcelana se han ido
sustituyendo cada vez más por las de plástico). En el país azteca, en lugar del
haba, se introducen pequeñas figuras relacionadas con el niño Jesús, que se
conocen como "monitos" y quienes encuentran en su pedazo alguno de
ellos están obligados a invitar a sus amigos a tomar atole y tamales durante el
día de la Candelaria, que se celebra cada 2 de febrero.
Los portugueses llaman a este dulce navideño "bolo de
reis" y su masa, aromatizada con vino de Oporto, lleva otros ingredientes
distintos como los frutos secos o las pasas. Francia tiene su propia versión y
es la única concesión que hace a los tres reyes. Se llama "gateau des
Rois" y se consume en algunas zonas del país galo durante todo el mes de
enero.
En Argentina, como en otros muchos países, la fiesta grande
de entregarse obsequios es el 24 de diciembre, pero también se guarda alguno
pequeño para la noche del 5 de enero. A cambio, los camellos —que no sus
dueños— reciben agua y pasto como alimento. En Puerto Rico, República
Dominicana y Paraguay la costumbre infantil de la víspera de Reyes consiste en
cortar grama (hierba) para saciar a estos animales del desierto que vienen
desde tierras tan lejanas y luego introducirla en una caja de zapatos que se
coloca junto a la cama, en la ventana o bajo el árbol de Navidad. A la mañana
siguiente, gracias al misterio, un regalo aparece en su lugar.
La Alemania católica celebra esta festividad de manera
diferente. Grupos de niños disfrazados de reyes magos, llamados Sternsingers
(coro de las estrellas) visitan a las familias de sus comunidades. Llaman a la
puerta de las casas y cantan a cambio de una donación que irá destinada a
causas benéficas. Al marcharse, los niños escriben con tiza en el marco de la
entrada o en la pared unas siglas que indican que la casa ha sido bendecida. El
6 de enero es asimismo la fecha en la que se desmontan los belenes y los
adornos de Navidad.
Cabalgatas
El desfile de los Reyes Magos que transcurre por las calles
de las ciudades el 5 de enero se denomina cabalgata. Los personajes más
queridos de la infancia pasean montados en camellos, caballos o carrozas. A
veces llegan en barco, incluso en helicóptero. La más antigua datada en España
(1866) es la de Alcoy, en Alicante, pero también son históricas las de Granada
(1912) y Sevilla (1918) y la de Madrid.
En Puerto Rico, una de las más famosas es la de la localidad
de Juana Díaz, que se remonta a su primera Fiesta de Reyes en 1884. Cien años
después se celebró la primera caravana (cabalgata) nacional. Dura desde el 2 de
enero hasta el 5 y pasa por más de una decena de municipios.
Quizá la más reciente celebración de Reyes haya que buscarla
en Polonia. Se remonta a 2009, cuando un grupo de niños, padres y profesores de
una escuela de Varsovia decidieron montar un pequeño desfile por el centro de
la ciudad. A partir de ahí, este festejo se hizo popular y ha arrastrado a
otras ciudades de este país de pasado comunista a unirse a la celebración,
aunque con un carácter más religioso que festivo. Durante la cabalgata de la
capital polaca se produce una batalla entre ángeles y demonios. Éstos pretenden
engañar a los Reyes mostrándoles un camino equivocado.
Son distintas celebraciones a lo largo del mundo, pero todas
tienen el mismo objetivo: mantener cada año la ilusión en niños y mayores. Especialmente
entre los más pequeños de la casa.
Etiquetas: Tradiciones varias
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