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miércoles, octubre 27

Zaragoza desconocida: El palacio de Torrellas (El Ciclón) – Las mazmorras del Justicia

(Un texto de Ramón J. Campo en el Heraldo de Aragón del 12 de octubre de 2013)

El subsuelo del pasaje del Ciclón está lleno de bodegas donde se encuentran seis celdas donde estuvo preso el Justicia de Aragón Juan de Lanuza V antes de ser ajusticiado el 20 de diciembre de 1591 en la plaza del Mercado. Se puede bajar todavía al subsuelo del edificio situado en la calle Santiago números 35, aunque los vecinos tienen casi miedo en llegar a los restos de lo que fue el Palacio de Torrellas en el siglo XVI. Pero sí que saben que Zaragoza podía recorrerse bajo tierra y no era una leyenda ir entre la actual casa del pasaje del Ciclón hasta el Arzobispado o el antiguo Gobierno Civil. La puerta de madera y cristal para acceder a los antiguos trasteros no está cerrada y además tiene luz. Cuando se llega a las celdas no aparece ningún roedor y en la escalera está Eduardo Añaños, dueño del histórico Hostal Santiago, que hace de lazarillo.

Descender por este tramo de escaleras es descubrir la historia porque aún quedan seis celdas con puertas de hierro que fueron algunas de las mazmorras donde pasó unos días encerrado el Justicia de Aragón Juan de Lanuza V (Lanuza, 1564, Zaragoza 1591) antes de ser ajusticiado en la plaza del Mercado. No hay ninguna placa de recuerdo ni tampoco luce el aspecto del lugar como muy presentable para recuperar un episodio rebelde de nuestra historia.

El rey Felipe II salvó a Antonio Pérez, su exsecretario, que fue acusado de asesinato y en lugar de ser juzgado por el Justicia de Aragón, lo llevaron al Santo Oficio para que lo trataran como hereje. Pero al sacarlo de la cárcel, los aragoneses se amotinaron y el Rey envió el Ejército a Zaragoza para acallar al pueblo con un castigo ejemplar. Al final, esa pena fue detener, encarcelar y ejecutar al Justicia de Aragón por estar al frente de las protestas. Contemplar las celdas en las que estuvo encerrado antes de ser ajusticiado bien justifica que esta tierra lo recuerde con su insigne estatua en la plaza de Aragón.

El Palacio de Torrellas o la Casa del Comercio fue construido por Gabriel Sánchez, tesorero de los Reyes Católicos, en los primeros años del siglo XVI. Luego fue propiedad de los marqueses de Ayerbe. Su patio con tres arcos góticos y los artesonados fueron trasladados a otro edificio de los dueños, pero el palacio se derribó en 1865 y entonces el arquitecto Fernando de Yarza proyectó el edificio del actual pasaje del Ciclón y construyó el edificio de viviendas en 1882 a instancias del marqués de Ayerbe. Eran tiempos de remodelación urbana y Zaragoza siguió la estela de otras grandes capitales europeas en la plaza del Pilar.

La visita de las mazmorras del Justicia de Aragón invita a entrar en el pasaje del Ciclón -recuperado hace 14 años- y colarse en alguna otra bodega histórica, en la que se puede contemplar desde un orinal del siglo XVI hasta un sable que se utilizó en la batalla de los Sitios. La reforma de la plaza del Pilar en 1991 y la construcción de un nuevo edificio frente a la Delegación del Gobierno ha cortado las vías del subsuelo que tenía su recorrido entre el sótano de las celdas y el Arzobispado. Una gran defensora del Ciclón, Blanca Marín García-Hedgart, una abogada y administradora de fincas, conserva las propiedades de su familia en el edificio porque es parte de su vida. Guarda documentación y láminas del Palacio de Torrellas, conoce bien las ignoradas mazmorras de Juan de Lanuza y sostiene el pasado, el presente y el futuro de un pasaje que ha dejado de ser un secreto.

«Creemos que nuestra ciudad merece contar con lugares especiales a pesar del momento tan complicado que nos está tocando», sostiene Blanca Marín. El Ciclón tiene hasta un blog y su espacio en Facebook. Tomaron como ejemplo lugares como las Galerías de Víctor Manuel en Milán, pero poco a poco el pasaje con salida a la plaza del Pilar se ha llenado de nuevos negocios en su interior, como un restaurante de tapas recién abierto para las fiestas, la heladería Dino o el café Botánico. Varias películas como «Que se mueran los feos» se grabaron en el Pasaje del Comercio y de la Industria de Zaragoza... ahora pueden inspirarse en las mazmorras.

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