Zaragoza desconocida: la cámara acorazada de la DGA
(Un texto de Jorge Alonso en el Heraldo de Aragón del 12 de octubre de 2013)
Se construyó para custodiar los papeles de los presidentes de Aragón a principios de los ochenta y esa ha sido su función desde entonces en el Pignatelli. Su puerta pesa más de mil kilos y en el interior, por seguridad, no hay ni enchufes.
Es posiblemente el rincón más desconocido de la sede del Gobierno de Aragón, oculto bajo el área de Presidencia. Y solo unos pocos han accedido a su interior. Se trata de la cámara acorazada situada en los sótanos del Pignatelli, construida a mediados de los años 80 aprovechando la reforma del antiguo hospicio e instituto.
Sus dimensiones y características son similares a las de un banco, con la diferencia de que en vez de haber en su interior cajas de seguridad hay viejas estanterías con documentación. En baldas metálicas se acumulan todos los expedientes y la correspondencia generada por la Presidencia de la DGA durante los doce años que estuvo al frente Marcelino Iglesias, a la que se sumó la de su secretaría general y la de Comunicación. Con antelación, estuvieron todos los papeles que fueron acumulando los sucesivos presidentes, desde Marraco a Lanzuela.
El aspecto interior de la cámara acorazada se asemeja más al de un almacén por la acumulación de estanterías, iluminadas por una mortecina luz de fluorescente. El espacio es amplio y cuenta con otra puerta, también de seguridad, que conduce a una sala más reducida. En esta se guardan algunos regalos entregados a los presidentes y los restos de productos de mercadotecnia que se regalaban en su día en la Presidencia: paraguas, gorras y jarrones en su embalaje original de madera, que están en el Pignatelli desde la época de Marco.
Una llave cilíndrica de unos doce centímetros permite abrir la enorme puerta blindada, aunque para lograrlo también se debe girar previamente la típica manivela de una caja fuerte. Como las de las películas del Oeste. Es similar a las que se instalaban entonces en las entidades financieras
Sus más de mil kilos de peso no son un impedimento para que gire sobre los goznes reforzados con la misma facilidad que una puerta convencional. Eso sí, el palmo de grosor y los cinco barrotes que asoman delatan sus especiales características. Su coste actual de mercado oscilaría entre los 7.000 y los 10.000 euros.
Por seguridad; ni siquiera hay enchufes en el interior de la cámara acorazada. Para poder encender los fluorescentes se debe conectar un cable en la antesala. Este requerimiento era habitual en las instalaciones que se hacían entonces. Y también en la actualidad, ya que así se dificulta el trabajo a un posible intruso que accediera tras hacer un butrón.
El sistema de ventilación tampoco es convencional. El tubo exterior recuerda al de cualquier instalación, pero en la cámara no hay rejilla, sino una plancha metálica agujereada, igualmente acorazada. El tiempo transcurrido desde su instalación se delata por el polvo ennegrecido en los orificios, que recuerda al de las bodegas.
Su construcción se hizo a la medida de la DGA, como el resto que monta a sus clientes la conocida empresa de seguridad que asumió el encargo. La única diferencia reside en que hace treinta años la obra civil la asumía directamente una contratista, que se encargaba de dotar al recinto de una consistencia especial, empleando en la mayoría de los casos hormigón. Se desconoce cómo se hizo la del Pignatelli porque ni la empresa guarda la información ni tampoco se acuerda el antiguo equipo de la DGA que estuvo al frente de las obras. «Sí me acuerdo que se habilitó una cámara acorazada, pero no recuerdo mucho más. Han pasado más de treinta años», señaló el primer exconsejero de Presidencia de la DGA, Andrés Cuartero.
De lo que si se acuerda el personal de la secretaría de la Presidencia es de que con la llegada de Iglesias en 1999 se tomó la decisión de desalojar la documentación hasta entonces acumulada porque ya no quedaba espacio disponible. Para que no se perdiera nada de valor, se remitió todo al archivo general, que hizo una selección y clasificó los documentos que debían conservarse. Ahora no ha hecho falta hacer esta misma operación, porque sobra mucho espacio que, a partir de enero, empezarán a ocupar las primeras carpetas de la etapa de Rudi. Sus papeles están a resguardo en un armario archivador en Presidencia.
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