Ruido blanco para dormir
(Un texto de Antonio Ortí en el suplemento dominical del Periódico de Aragón del 3 de noviembre de 2019)
La 'Nacional Sleep Foundation' de EE.UU. reveló en el 2012 que el 5% de los estadounidenses utilizaba aparatos que emiten sonidos para poder dormir. La mayoría de ellos se fundamentan en el denominado ruido blanco, un sonido brumoso que puede enmascarar el ronquido de un compañero de cama, los pitidos intermitentes del camión de la basura o el frenazo y posterior bocinazo de un conductor. Desde entonces, la cifra ha ido en aumento, y Spotify dispone de listas de reproducción de white noise para que los bebés concilien el sueño o para trabajar concentrado, incluso para quienes no soportan la ausencia de ruido mientras duermen o se despiertan al menor chasquido.
¿Cómo suena el ruido blanco? Algunos lo comparan con el fragor de una cascada, el batir de aspas del ventilador, el programa de enjuagar del lavavajillas o el sonido monocorde y áspero de un viejo televisor sin sintonizar. Diversos especialistas señalan que la sábana de sonido que producen los dispositivos y las apps que emiten ruido blanco hace más fácil conciliar el sueño en calles con tráfico o en entornos ruidosos. Sin embargo, no hay suficientes investigaciones científicas que demuestren su efectividad.
Según The New York Times, la primera máquina de ruido blanco doméstica fue construida en 1962 por un vendedor ambulante cuya esposa se acostumbró a los aparatos de aire acondicionado de los moteles que frecuentaba y no podía dormir en casa, aunque el ruido blanco había ya sido identificado en la década de 1920. Fue entonces cuando fue definido así por su analogía con la luz, que se vuelve blanca cuando todas las frecuencias visibles se resumen en un solo haz.
En opinión de Miguel Ángel Sánchez, médico psiquiatra de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y experto en trastornos del sueño, el ruido blanco no acostumbra a ser de utilidad para quienes han desarrollado mecanismos de perpetuación del insomnio, aunque podría serlo en personas que sufren episodios puntuales asociados a molestias ambientales o que son muy sensibles a los ruidos. "Cuando alguien nos dice en consulta que no puede dormir porque su calle es muy ruidosa o porque tiene vecinos que arman jaleo lo primero que le decimos es que mejore el aislamiento de la habitación", indica. Ahora bien, en pacientes que no tienen insomnio crónico, admite Sánchez, tal vez puede tener sentido probar con el ruido blanco.
El propio Sánchez reconoce haber prescrito esta técnica a "una joven que reconocía que el ruido de su casa era el normal, pero que había desarrollado una sensibilidad especial que le impedía tolerar un portazo o alguien andando con tacones en el piso de arriba". Aunque indica que hace falta investigar más para prescribirlo, reconoce que el ruido blanco puede funcionar en algún caso. "Un familiar de mi mujer duerme cerca de donde toca la orquesta en las fiestas del pueblo. Pues bien, cuando no puede conciliar el sueño enciende el secador y se duerme profundamente", explica utilizando una experiencia cercana.
Etiquetas: Pensando en la salud
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