El origen del filtro Melitta
(Una publicación en Facebook de "Universo Sorprendente" leída en noviembre de este año)
Cada día, Melitta Bentz comenzaba con la misma rutina, preparar café. Pero lo que obtenía no era la bebida suave y aromática que conocemos hoy, sino un líquido turbio, lleno de restos y con un sabor tan fuerte que parecía castigo. En esa época, el café se hacía hirviendo directamente los granos en agua, y lo que quedaba era más parecido a una sopa oscura que a una bebida.
Las opciones para mejorar no eran mejores. Había métodos que recalentaban el café una y otra vez hasta que sabía a puro arrepentimiento. Otros usaban telas que se ensuciaban rápido y guardaban malos olores. Las rejillas metálicas dejaban pasar demasiados restos. Millones de personas aceptaban que el café debía ser así fuerte, amargo y lleno de grumos. Pero Melitta, madre de 35 años, no estaba dispuesta a resignarse.
Una mañana, después de otra taza amarga que no podía beberse, miró su cocina buscando desesperadamente una solución. Entonces vio el cuaderno de su hijo sobre la mesa, dentro de ellos, había hojas especiales que los niños usaban para secar la tinta de sus tareas. En aquella hoja vio algo que de repente iluminó su cabeza: ¿y si ese papel pudiera servir para colar el café?
Así que tomó una pequeña olla, le hizo unos agujeros en el fondo y colocó un círculo de ese papel encima. Puso café molido, vertió agua caliente y esperó. Lo que salió fue un líquido claro, sin restos, sin amargura excesiva y por primera vez, el café sabía como debía. Melitta se quedó inmóvil, sorprendida por lo que había logrado en su propia cocina.
La mayoría habría guardado ese descubrimiento como un secreto personal. Pero ella fue más allá. El 20 de junio de 1908 registró oficialmente su invento en Alemania. Ese mismo año fundó una pequeña empresa desde su apartamento, con apenas unas monedas de capital. Su esposo la ayudaba con la administración y sus hijos fabricaban los filtros a mano en la sala. Vendían en mercados locales, mostrando a la gente la diferencia: “Miren, sin restos, sin amargura. Café perfecto.”
Al principio, muchos dudaban. ¿Por qué cambiar lo que siempre ha sido así?, decían. Pero una vez que probaban el café limpio y suave, la resistencia desaparecía. En pocos años, la empresa ya vendía filtros en toda Alemania. En la década de 1920, su invento se había extendido por Europa.
La compañía sobrevivió a guerras, crisis y cambios de país. A pesar de todo, el producto nunca cambió, simples filtros de papel que hacían mejor café. Melitta dirigió la empresa hasta su jubilación y luego la dejó en manos de sus hijos. Murió en 1950, pasando de ama de casa frustrada, a pionera que revolucionó la vida cotidiana.
Hoy, el Grupo Melitta sigue siendo familiar, con sede en Alemania y presencia en más de 50 países. Su invento se usa miles de millones de veces cada día. Cada cafetera de goteo, cada cápsula moderna y cada método artesanal de vertido que vemos en cafeterías desciende directamente de lo que ella creó en su cocina en 1908.
[Basados en Archivo de Patentes de Alemania, Museo Alemán del Café (Hamburgo), Grupo Melitta. Este contenido es informativo y educativo.]
Etiquetas: En femenino, Grandes personajes, Innovando que es gerundio, s.XX
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home