Alguna nota más sobre el grafeno
(Leído en el Eureka del 10 de octubre de 2010, en un artículo de Eduardo Suarez) El Nobel de física no habría volado a Manchester de no ser por un trozo de celo. Sin él, Konstantin Novoselov sería un investigador más en el pasillo de una facultad británica. Gracias a él, tiene un nobel a los 36 años. [...] Su ascesión meteórica es fruto del grafeno: una capa transparente de grafito de un átomo de grosor. Los físicos de todo el mundo lo perseguían sin éxito, pero fueron Novoselov y su equipo quienes tropezaron con él hace seis años. El hallazgo fue fruto de la genialidad y el azar. Y no fue sólo cosa de Novoselov, sino de su tutor André Geim, a quien el grafeno también ha hecho merecedor del nobel. "Todo comenzó como una broma de fin de semana", cuenta el joven científico ruso, "André es un tipo muy especial y suele organizar lo que él llama los experimentos del viernes por la noche. Es una forma de mantener nuestras mentes abiertas. Los experimentos a veces funcionan, como cuando hicimos levitar una rana. Otras veces no cuajan y los olvidamos. Aquel día, André le dio a un becario chino un trozo de grafito y le pidió que lo convirtiera en la placa más fina del mundo. El chico usó una máquina carísima y volvió con una membrana de 50 micras. Pero no era lo suficiente fina; intentó reducirla más y la destrozó". El experimento no era un juego de niños. Los teóricos atribuían al grafeno propiedades extraordinarias pero nadie había conseguido crearlo en un laboratorio. "Por un tiempo tiramos la toalla", explica Novoselov, "pero unos meses después ocurrió el milagro. Un becario estaba puliendo una placa de grafito para poder observarla al laboratorio. No lo hacemos con una máquina sofisticada, sino pegando y despegando un trozo de celo. Es una rutina habitual y luego el celo se tira. Nunca se nos había ocurrido observarlo al microscopio. Pero esta vez lo hicimos y allí estaba: el grafeno". [...]
Etiquetas: Innovando que es gerundio
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