Rituales chinos de belleza y juventud
(Leído en un artículo del suplemento Eureka de El Mundo del 24 de abril)
Dicen las crónicas que Cixi, la emperatriz que tras quedar viuda gobernó de forma efectiva China desde 1861 y 1908, se desayunaba todas las mañanas un cuenco de leche humana, además de una cucharada de polvo de perlas. Creía la regente que la leche materna la conservaba joven y bella; tanto, que ordenó alojar a las madres más sanas de la aristocracia en un caserón no muy lejos de la Ciudad Prohibida, donde las mujeres recibían atenciones esmeradas a cambio de su contribución a la vanidad de la dinastía Qing. La casa cayó víctima de los bulldozer en el último lavado de cara de Pekín, en 2008, pero el Naizi Hutong se recuerda por su nombre original: callejón de las nodrizas.
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