Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

lunes, junio 25

El limpiabotas que inspiró Drácula I

(Un artículo de Gonzalo Ugido en el Magazine de El Mundo del 1 de abril)

El 20 de abril de 1912 moría con la palabra strigoi (espíritu maligno en rumano) en su boca el padre del vampiro más universal y autor de la novela de terror más apreciada de todos los tiempos. Para perfilar su famoso conde, Bram Stoker recibió la ayuda de un erudito húngaro: Arminius Vambery, quien empezó limpiando zapatos y acabó siendo espía y amigo de pachás y príncipes

Hace 100 años, en una pestilente pensión del número 26 de St. Georges Square de Londres, murió Bram Stoker, el hombre que dio al vampiro su apostura más universal. Tenía 64 años y mientras agonizaba por una
ataxia locomotriz –una infección sifilítica de los nervios– señalaba un rincón de la habitación y pronunciaba la palabra strigoi, que en rumano significa espíritu maligno y que él entendía como vampiro.

Ese monstruo había envenenado sus sueños hasta que dio a la imprenta su obra Drácula (1897), que a
su muerte ya iba por la novena edición. Al escritor irlandés lo incineraron en Golders Green, al norte de Londres. Cinco días antes se había hundido el Titanic y esa calamidad no dejó sitio en los periódicos para evocar al hombre que concibió el arquetipo universal del chupasangres.Solo apareció un obituario. El Times decía que “fue el maestro de una forma particularmente escabrosa y escalofriante de la ficción”.

El funcionario Stoker era también crítico teatral y secretario del actor Henry Irving, un tipo egoísta y tiránico que ejercía una especie de vampirismo psicológico sobre un Stoker esclavizado. Desde jovencito escribía cuentos de misterio, casi siempre de noche, que era cuando se sentía más vivo. Aficionado a las historias fantásticas, había leído los clásicos del vampirismo: El vampiro, de Polidori;Varney el vampiro, de Rymer; Carmilla, de Le Fanu, y La muerta enamorada,de Gautier, además de Misterioso extranjero, novela traducida del alemán y publicada de forma anónima en 1860.

Pasaba gran parte de su tiempo en la biblioteca del British Museum bebiendo en vaso largo todo lo escrito sobre vampiros que saciaban su sed en el pescuezo del agente. Una fuente principal de lo que sería su gran obra fue la lectura de Supersticiones transilvanas y La tierra más allá del bosque (significado literal de Transilvania), de Emily Laszowska Gerard. Pero tanto el nombre de su conde no muerto, como el escenario de sus correrías sanguinolentas y algunos rasgos de su personalidad excéntrica, entre los que sobresalía la hemofagia(necesidad de lamer o ingerir sangre), se los sugirió el orientalista húngaro de la Universidad de Budapest Arminius Vambery. Se conocieron el 30 de abril de 1890 en la sociedad esotérica Golden Dawn (Amanecer Dorado) cuando el erudito acababa de regresar de un viaje al Asia Central siguiendo los pasos de Marco Polo. Antes de conocer a Vambery, Stoker se refería a su conde con el nombre de Wampyr y lo situaba en Estiria (Austria). Lo que el profesor húngaro contó al escritor irlandés fue definitivo para perfilar una figura canónica del vampiro, que todavía no había fraguado en un mito universal y estandarizado.

(Mañana sigue)