Mímate tras el verano
(Un artículo de Marta Barroso en el XLSemanal del 31
de agosto de 2008)
No queremos deprimiros, pero las
vacaciones están llegando a su fin y toca enfrentarse a los estragos que el
sol, la sal, el cloro y otros hostigamientos veraniegos nos han dejado en la
piel y el pelo. Los hemos atosigado sin tregua y ahora protestan. Si no has
hecho bien tus deberes durante el verano, tienes el suspenso asegurado. Pero
septiembre es un mes de recuperaciones y tienes una segunda oportunidad. Éstas
son nuestras recomendaciones para aprobar con nota.
Exfóliate. El primer paso
tiene que ser liberar la piel. Cuando estás morena, la piel parece más firme. Y
no sólo por el color oscuro. Los rayos ultravioletas hinchan la capa córnea
para proteger mejor el delicado interior del organismo. Pero este efecto es tan
falso como temporal. Cuando dejamos de tornar el sol, esta capa vuelve a su
estado normal y el aspecto de nuestra piel empeora. Se vuelve átona, tirante,
mate... Se forma una película de células muertas acumuladas que afea el
bronceado e impide la penetración de las cremas. Por eso, ahora más que nunca
se hace imprescindible utilizar un exfoliante en la cara y en el cuerpo un día
a la semana. Para este último puedes usar, además, un guante de crin a diario.
Verás corno una vez que la epidermis queda libre de 'obstáculos' recobra su
luminosidad. Y en contra de lo que parece, el moreno dura más (y es más
bonito). Nuestro truco: elabora un exfoliante casero añadiendo sal gorda
a tu crema hidratante o a un aceite de baño si lo prefieres bajo la ducha.
Hidrátate. El siguiente
paso es dar de beber a la piel. Para esto, no basta con aportar agua al
organismo (que también, bebiendo los consabidos dos litros de agua), hay que
retenerla. Evita darte un baño de más de diez minutos, especialmente si es de
agua caliente. ¿No puedes privarte de semejante placer? Echa un chorrito de
aceite al agua. O mejor aún, sustituye la pastilla de jabón, que destruye el
manto lipídico, por el aceite de baño de Eucerin, un producto que combina sus
ingredientes limpiadores con aceite hidratante, que es un lujo (barato) para la
piel. Al salir, aplícate una crema muy hidratante.
Nuestro truco: deja la pereza
para otra época del año y usa las cremas mañana y noche porque las aplicaciones
repetidas, aunque sea con poco producto, son más eficaces que embadurnarse una
sola vez.
No
tires los 'aftersun'.
¿Todavía te queda más de la mitad del aftersun pero ya no vas a tomar más el
sol? Ni se te ocurra deshacerte de él, y menos aún guardarlo para el año que
viene. Aunque hayas dejado de exponerte a los rayos ultravioletas, tu piel
seguirá necesitando y agradeciendo principios activos calmantes, reparadores y revitalizantes
durante bastante tiempo. Acaba todos los botes que te queden antes de pasar a
usar tus cremas corporales o faciales habituales.
Nuestro truco: si no te
convencen los autobronceadores pero quieres potenciar el moreno del cuerpo,
mezcla una nuez de un maquillaje oscurito con una buena dosis de crema
hidratante y extiéndela por los brazos, las piernas...
Ojo
con la cara.
La piel del rostro es algo muy serio. y por eso, al final del verano, no nos
podemos conformar con hidratarla o usar el aftersun. Necesita eso y
mucho más (si no abusáramos del sol, nuestra piel sólo envejecería un 20 por ciento). Es
el momento idóneo de hacerse un tratamiento de choque a ras de la piel. Prueba
con alguna crema de ácido glicólico o con ABA's que renueve las células de la
piel, afinando así su textura, e incluso que reduzca las manchas producidas por
el sol.
Nuestro truco: ¿recuerdas que
nuestras abuelas decían que para suavizar y aclarar los codos y las
rodillas'bastaba con cortar un limón por la mitad y frotarloen esas zonas?
Tenían toda la razón, no hay un remedio mejor. Por algo, los ABA's de las
cremas no son otra cosa que ácidos de frutas, entre otras, de limón.
Usa
mascarilla.
Aprovecha también que la piel está más sedienta para usar alguna mascarilla
ultrahidratante y/o reparadora que te cambie la cara en una sola aplicación. Si
tienes la piel grasa y
te
da miedo que te vayan a salir granitos, no te la pongas en la zona de la nariz
y la barbilla, y en esa zona usa al mismo tiempo otra mascarilla purificante
que te cierre los poros, que habrán aumentado su tamaño con las altas
temperaturas.
Nuestro truco: puedes hacer tu
propia mascarilla reparadora en casa si mezclas pulpa de aguacate y zanahoria
cocida, en partes iguales. Un remedio económico y fácil de preparar.
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