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lunes, octubre 28

Moda: refinamiento decimonónico



(Extraído de un texto de Marelis Loreto Amoretti leído en el Magazine del 29 de julio de 2012)

El pintor español Federico Madrazo retrató en 1853 a Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches, que personifica a la perfección la distinción y la finura propias de esta época del Romanticismo. Amalia de Llano y Dotres (1821-1874), dama burguesa ennoblecida por la reina Isabel II, fue una destacada mujer de los círculos de la cultura madrileña decimonónica que encarnaba a la perfección el prototipo de la belleza femenina de esta época conocida como el Segundo Imperio. Se trata de un periodo que se caracterizó por una sensibilidad grandilocuente. De acuerdo con François Boucher, en Historia del traje en Occidente, son los años del Romanticismo, de las fiestas imperiales como "sinónimo de un tren de vida de esplendor excepcional y de un refinamiento supremo en la elegancia femenina", cuya manifestación más significativa se encuentra en la crinolina (una especie de falda amplia usada por  las mujeres en esta época), símbolo de ostentación y buen gusto. Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches, luce en el retrato del pintor español Federico Madrazo los elementos que conforman el atuendo de las damas aristocráticas del Segundo Imperio.

1. CAPOTA. Con este nombre se conoce al sombrero que las damas utilizaban cuando lucían el peinado jirafa, con copa que cubre el pelo recogido a la altura de la nuca, y un ala que bordea el rostro. Se ataba con un lazo debajo de la barbilla. […] era un complemento indispensable de la moda romántica. Estaba hecho con tela endurecida y se adornaba con pluma, lazos y flores.

2. PEINADO JIRAFA. […] el peinado de moda, raya en el medio, el cabello separado en tres parte iguales, formando bolsas a cada lado de la sien, y otra encima de la nuca. Lleva una trenza a modo de cintillo. Se le llama peinado jirafa porque recuerda los cuernos de esto mamífero.

3. ROSTRO. Pieles de porcelana, bocas redondas y con las líneas del labio superior muy marcadas, en forma de corazón; tonos rosa en párpados y pómulos. El maquillaje del neorococó antes que rebuscado es de muchísima simpleza. Es a mediados del XIX cuando el ideal de belleza empieza a ser la juventud, lo cual explica su sencillez.

4. ESCOTE. Regresan los escotes botes o con forma de barco, pero esta vez mucho más amplios y con un entrante -en pico o redondeado- a la altura del pecho, haciendo la forma de un corazón. […].

5. CORSÉ. Rápidamente, deja de estar de moda el talle alto del estilo Imperio y se cotiza el talle de avispa, para lo cual era necesaria una cintura muy ceñida, estrecha, el torso alargado y que culmine en punta. Regresa el corsé de estilo muy similar al del rococó.

6. MANGAS. […] unas mangas diminutas y muy rizadas, que son características de los vestidos de etiqueta. También se usaban, para el día, las mangas pagoda, ajustadas hasta eI codo, para luego ensancharse con pliegues y bordados.
7. VESTIDO. Nunca como ahora se usan tantas variedades de vestidos: de mañana, de tarde, de visita, de noche, de etiqueta, de casa y de dormir. El […] de etiqueta, con faldas de varias capas.

8. ABANICO. Fijo y de plumas traídas de América, el abanico […] fue muy usado por las  damas de las cortes europeas  desde el siglo XVI. A mediados del XIX, las damas de la burguesía lo usaban como parte del atuendo, dándoles un aire de elegancia y delicadeza.

9. CALZA LARGA. Desde principios de siglo se empiezan a usar pantalones largos hasta el tobillo como ropa interior, pero sus usuarias más frecuentes eran prostitutas. No será hasta 1850 cuando estos pantalones empiecen a formar parte de los armarios de las damas de la aristocracia.

10. CRINOLINA. También llamada jaula, es un armazón hecho con alambre de acero flexible y recubierto de tela que forma un círculo, como una campana. Junto con el corsé, daba a la figura femenina la imagen de talle de avispa, estética ideal de la época. Su coste era más bien económico, lo cual permitió que todas las damas la usaran.

11. REDINGOTE. Pariente del  sobretodo actual, es un traje  de invierno, con corte de vestido, abierto en el centro del delantero. Su nombre proviene del inglés, riding coat, abrigo para montar. Solía ir abrochado o enlazado hasta la cintura, o cerrado, en forma de vestido.

12. CALZADO. A mediados del siglo, las botas eran el calzado cotidiano de las mujeres. Solían ir hasta media pierna o caña alta. A partir de la segunda década, vendrá con horma para cada pie, lo que lo vuelve más cómodo.