Manos de seda: crema y masajes
(Un texto de Laura R. Bastida en Mujer de Hoy del 8 de
febrero de 2014)
La
delicadeza al tacto requiere una piel con un nivel óptimo de hidratación y la
de las manos tiene menos glándulas sebáceas que la del resto del cuerpo, así
que la sequedad es su caballo de batalla. Si a eso le sumas que están
permanentemente expuestas al frío, al sol, a detergentes y a jabones, la
conclusión es que los cuidados diarios son imprescindibles. Elige el momento
que quieras, pero aplícate crema al menos dos veces al día.
¿Te das
bien la crema?
El
automasaje de manos es un arte que ya deberías dominar. De los gestos con los
que te apliques los productos depende su óptima absorción, pero también la
descongestión y la relajación de la zona.
A. Aplica
una bolita de crema del tamaño de un guisante en cada palma y frótalas para
calentar el producto.
B. Pasa cada palma ahora por el dorso de la mano contraria. Y haz lo mismo por el interior,
incluyendo el antebrazo.
C. Efectúa presiones con el pulgar en el hueco de la mano y
deslízalo luego desde ahí hasta la yema de cada dedo.
D. Estira los dedos uno a uno sujetándolos entre el índice y
el pulgar de la otra mano y tira hacia fuera ligeramente.
E. No te olvides de la piel que hay entre los dedos. Pellízcala con suavidad.
F. Por último, entrelaza los dedos, alarga los brazos y
estíralos hacia delante. Luego,
dando la vuelta a las manos, haz lo mismo hacia arriba.
Etiquetas: Cosmética y belleza
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