La era hispánica: otra forma de medir el tiempo
(No sé de dónde lo saqué... creo que de un libro, pero no sé ni cual ni cuándo)
[...] Comenzaremos
por resaltar la convencionalidad o el artificio que representa una cifra
determinada que responde únicamente a un concreto cómputo del tiempo o
calendario, cuando no pocos individuos proclives a lo esotérico hablan de los
terrores del año mil están pensando, como es lógico, en un determinado
calendario o cómputo del tiempo por la era cristiana, esto es, comenzando a
contar el año 1 desde el nacimiento de Jesucristo, según el cálculo realizado
en el siglo VI por Dionisio el Exiguo. Éste era el cómputo o la era que regía
en todo el mundo cristiano, y a su año 1000 es al que hacen referencia los
supuestos o reales tenores.
Pero
he aquí que en España, con la única excepción de los condados catalanes, que como
nacidos en el mundo carolingio seguían contando los años por la era común de
Cristo, en el resto de la Península, lo mismo cristianos que musulmanes, usaban
otra era.
Los
musulmanes contaban los años por la Hégira, comenzando el año a partir de la
Emigración o Huida de Mahoma de la Meca a Medina, el viernes 16 de julio del
año 622; además sus años eran años lunares, esto es, formados por doce lunas o
giros de la luna en tomo de la tierra, y por lo tanto con una duración de
aproximadamente 354 días, o sea once días menos que el año solar común no
bisiesto. Así, los musulmanes españoles al comenzar el año 1000, el 1 de enero
de la era cristiana, estaban contando el 20 de muharram (primer mes de cada año
en su calendario) del año 390. Nada por lo tanto les hablaba de cumplirse un
milenio.
Los
cristianos de España, desde Aragón hasta Finisterre, aunque comenzaban el año
el 1 de enero y utilizaban el mismo calendario juliano de años solares que el
resto de Europa, contaban los años y databan sus documentos por la llamada Era Hispánica, esto es, partiendo como
año 1 del año 37 antes de Cristo, de modo que la cifra del año en la Era
Hispánica era 38 unidades superior a la del año de la era cristiana. De este
modo, el año mil de la Era
Hispánica ya
había pasado en la España cristiana; había sido el año de Cristo 962, de la Era
Hispánica el 1000; en cambio el año 1000 de la era cristiana se contaba en esa
misma España como 1038.
Por
lo tanto, en el condado de Castilla, lo mismo que en el resto del territorio
del reino de León, nadie llegó ni a plantearse la cuestión del año mil; ese año,
era 1038, era uno más como cualquier otro y no se encuentra ni en las crónicas,
ni en los anales ni en ningún documento o diploma de la época ni la más remota
alusión a esa mágica cifra del año mil, y mucho menos a cualquier supuesto
terror o angustia colectiva o singular.
Le
bastaban al pueblo castellano los terrores reales que suscitaba la inminente
amenaza que representaban las incursiones anuales de Almanzor, sin necesidad de
inventarse otros terrores esotéricos; el verdadero terror del año 1000 era la
muerte de sus caballeros en los montes de Cervera, como la de los cuatro nobles
luchadores, recordados en un documento de hacia el año 1030, llamados don
Guisando, don Quíntila, don Gutierre y don Monja", sin duda jóvenes, pues
murieron sin descendencia, de un pequeño lugar llamado Torre- guisando, tan
insignificante que no ha dejado tras de sí ni el más mínimo rastro que permita
ubicarlo, a los que mataron los moros en Cernera.
[...]
Etiquetas: Culturilla general
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