Lee Kuan Yew, el 'padre' de Singapur
(Un obituario de Javier Fontdeglória en el País del 24 de
marzo de 2015)
Lee
Kuan Yew, el que fue durante 31 años primer ministro de Singapur y considerado padre de la patria, falleció el [22 de marzo de 2015] a los 91
años. Lee había ingresado en el hospital el 5 de febrero por una neumonía y desde entonces estaba conectado a un
respirador artificial.
El fallecido
es el padre del actual primer ministro.
Lee Hsien Loong, quien confirmó la muerte en un mensaje televisado […] "Para
muchos singapurenses,
él era Singapur", aseguró el jefe de Gobierno. El país ha declarado siete
días de luto nacional y ha puesto las banderas a media asta. Los restos mortales de Lee permanecerán desde mañana en el Parlamento para que
los ciudadanos muestren sus respetos a un hombre al que atribuyen el
asombroso desarrollo económico de
la ciudad-Estado, que ha pasado de ser un enclave colonial británico en el sureste asiático a uno de los mayores centros
financieros del mundo. Lee condujo Singapur primero hacia la
independencia y después creó un país a su
medida y voluntad gracias a un liderazgo autoritario de más
de tres décadas cuyo legado sigue plenamente vigente.
Descendiente de una familia adinerada de etnia china, Lee nació en el Singapur británico. Tras pasar
por la Universidad de Cambridge, volvió a su tierra natal como un férreo defensor
de la independencia y fundó el Partido de Acción Popular (PAP). El auge del
sentimiento nacionalista y anticolonial
entre la población le convirtió en jefe de
Gobierno en 1959, un puesto que ya no dejó hasta 1990. Abogó primero por una federación con Malasia,
pero las tensas relaciones entre ambos gobiernos forzaron la separación en 1965.
Preocupado
por la falta de recursos naturales y la dependencia de Malasia, Lee convirtió la supervivencia económica del nuevo
Estado en su prioridad y se olvidó del resto. Planificó al milímetro una
sociedad sin alma propia
bajo los principios de la meritocracia, el pragmatismo y especialmente el orden. «A menudo se me acusa
de interferir en la vida privada de los ciudadanos. Si no lo hiciera, no estaríamos hoy
aquí. Y lo digo sin el menor remordimiento:
no habríamos hecho tal progreso económico si no hubiéramos intervenido en asuntos
muy personales (…) Nosotros decidimos lo que es correcto, no importa lo que la
gente piense", dijo Lee en una de sus entrevistas a la prensa local. De él y sus Gobiernos proceden las
leyes que condenan a muerte a los
traficantes de drogas, permiten los azotes como forma legal de castigo para los
actos de vandalismo o prohíben el consumo e importación de chicles.
Con un
fuerte impulso a la industrialización y posteriormente hacia
el comercio y las finanzas, Lee
sentó las bases de un país que actualmente lidera las clasificaciones mundiales en educación, sanidad
y competitividad económica, y que goza de una de las tasas de criminalidad más
bajas del planeta. El PIB per
capita se situó
en los 55.182 dólares estadounidenses a finales de 2013, el más alto en Asia
tras Qatar y la región china de Macao. Sin embargo, su modelo pasó por
subordinar la libertad de prensa "a las necesidades primordiales del país",
restringir la libre asociación y perpetuar la presencia del PAP en el poder.
"Con pocas excepciones, la democracia no ha
traído un buen Gobierno a los nuevos países en desarrollo…, lo que los asiáticos valoran no tiene que ser necesariamente lo que los norteamericanos o los
europeos valoran. Los occidentales aprecian las libertades individuales,
pero mis valores, como asiático de
influencia cultural china, abogan por un Gobierno que sea honesto,
eficaz y eficiente", aseguró Lee.
A pesar
de contar, cada seis años, con elecciones libres de irregularidades, el partido
gobernante domina los procesos electorales. Las leyes vigentes favorecen al
partido más votado y las posibilidades de la oposición de conseguir la mayoría son prácticamente
nulas. Los medios de comunicación de la
ciudad-Estado tampoco dan cobertura a las voces discordantes con el
discurso oficial. Así, el PAP ha ganado por mayoría aplastante todos los
comicios celebrados en Singapur desde su independencia. Tras su retirada de la
primera línea política en 1990, Lee señaló a Goh Chok Tong como nuevo primer ministro, aunque mantuvo el puesto honorífico
de "ministro sénior". En 2004, cuando su hijo Lee Hsien Loong
fue nombrado nuevo jefe de Gobierno, se
convirtió en "ministro mentor".
Líderes
de dentro y fuera de Asia consideran a
Lee un referente. El presidente chino, Xi Jinping, lo
calificó ayer de "viejo amigo del pueblo chino muy respetado por la
comunidad internacional", y su homólogo estadounidense, Barack Obama, lo
elogió como un visionario y un "verdadero
gigante de la historia". Muchos han aplaudido su modelo de desarrollo
económico y otros consideran que este
se alcanzó en detrimento de una sociedad
plenamente democrática. Lo incuestionable es que Singapur se ha convertido en
exactamente lo que Lee concibió hace justamente 50 años.
Etiquetas: Pequeñas historias de la Historia
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