Tanti auguri, don Gioacchino (Rossini)

(Extraído de un texto de Luis Algorri en la revista Tiempo del 4 de marzo de 2016)

Rossini es la prueba de que el tiempo es relativo. Ha cumplido 56 años y a la vez 224. Y es que era bisiesto.

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Cómo que cumple dos siglos y a la vez cincuenta años.

[…] Rossini había nacido un 29 de febrero. Año bisiesto. Una fecha que solo aparece en el calendario cada cuatro años. Y que el músico celebraba su cumpleaños, como es lógico, cada 28 de febrero o cada 1 de marzo, eso según le fuera la agenda; pero que, desde que se hizo rico y se estableció en París, cada cuatro años, cuando le tocaba el aniversario de verdad, organizaba unos disparates inauditos. En 1864 armó una parranda de dimensiones inconcebibles, una juerga que paralizó París y que alarmó a la Policía de Napoleón III, para celebrar que ya tenía 18 años y que estaba en edad de pretender señoritas. En realidad cumplía los 72 y le quedaban cuatro para echar a volar de este mundo, pero qué importaba eso.

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